sábado, 19 de julio de 2008

Un freezer para la Ley de Radiodifusión

Por temor a repetir la –mala– experiencia parlamentaria, funcionarios del área de Comunicación admitieron que “por ahora” no se avanzará con una nueva normativa. El tema ya genera un fuerte debate en el seno del oficialismo.
Por: Javier Romero
El Gobierno puso a dormir la Ley de Radiodifusión. El reciente traspié parlamentario en la discusión por las retenciones móviles obligó a esta decisión. El oficialismo teme que el abroquelamiento logrado por los legisladores de la oposición ponga en riesgo una normativa que Cristina Kirchner considera clave en la cruzada contra la concentración de medios.
“Clarín se salió con las suyas. Logró crear el clima para debilitar al Gobierno y lo logró. Es cierto que nosotros ayudamos con torpezas, pero evidentemente con el poder real no se puede. Ni con el poder económico concentrado, el agroexportador en este caso, ni con el aparato de los grandes medios. La ley se nos cae.”
El sincericidio del funcionario del área de medios del Gobierno fue una de las primeras lecturas después del revés de la ley de retenciones móviles en el Senado de la Nación. Así las cosas, la Ley de Radiodifusión de la dictadura seguirá vigente por ahora, lo que ya está generando una fuerte discusión en el seno del Gobierno.
Hace 120 días, apenas comenzado el conflicto con la dirigencia agraria, el kirchnerismo señaló a los grandes pools de medios, sobre todo al grupo Clarín, como el sostén principal de la rebelión del campo. A las declaraciones públicas de la Presidenta de la Nación sobre el “relato” que hacían los medios de la pelea, les siguieron las filosas diatribas de Néstor Kirchner y los afiches “TN Todo Negativo” y “Clarín miente”.
La pelea estaba en lo más alto. Entonces el Gobierno decidió subir la apuesta y desempolvó el proyecto de Ley de Radiodifusión que reemplazaría al cuestionado decreto-ley de Videla. Gabriel Mariotto, por entonces subsecretario de Medios pasaba al Comfer con la directiva de redactar una nueva ley. El rector de la Universidad de Lomas de Zamora puso manos a la obra y se impuso una ajustada agenda contrarreloj para consensuar el paquete de medidas que contendría el proyecto.
Cuando anunció un acuerdo con la Universidad de Buenos Aires para fortalecer el hasta entonces inexistente Observatorio de Medios, las empresas mediáticas pusieron el grito en el cielo. “Ya empezamos a pisar cayos”, dijeron entonces en el Gobierno.
La primera de las fechas imaginadas para el anuncio era el 25 de mayo, día en que se pensaban lanzar los acuerdos de Vicente Nario. Para lamento del kirchnerismo ese día fue la primera manifestación masiva de la dirigencia agropecuaria en la ciudad de Rosario. La Presidenta hizo un contraacto en Salta, pero ese día Vicente Nario faltó.
Entonces la fecha del lanzamiento se fue postergando. Con la ley de retenciones entrando en Diputados, el oficialismo se ilusionó con ingresar la ley una semana después del supuesto triunfo en el Senado. Pero el triunfo se trasformó en derrota y ahora la Secretaría de Medios de la Nación no quiere hablar públicamente del tema.
Para colmo, la Comisión de Comunicación de Diputados está “en manos del enemigo”. ¿Por qué? Porque tanto su presidente, Manuel Baladrón (FPV-PJ), como los vicepresidentes, Gustavo Cusinato (UCR) y Luis Lusquiños (PJ-Rodriguez Sáa), votaron contra las retenciones. Y en el Senado, después del jueves, las expectativas del Gobierno son aún menores.

Fuente: Crítica de la Argentina