jueves, 13 de diciembre de 2007

Mundial 78: involucran al fallecido militar Lacoste en soborno a peruanos

Ezequiel Fernández Moores
El colombiano Fernando Rodríguez Mondragón identificó al fallecido vicealmirante argentino Carlos Lacoste como uno de los autores del supuesto soborno para que la selección de fútbol de Perú perdiera 6-0 ante Argentina en la Copa de 1978, en uno de los partidos más polémicos en la historia de los Mundiales de la FIFA.

Lacoste, quien fue vicepresidente del Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78), fugaz presidente argentino en diciembre de 1981 y vicepresidente de la FIFA, fue señalado por Rodríguez Mondragón en el marco de una amplia entrevista telefónica que concedió a Terra Magazine.

Rodríguez Mondragón aclaró que el Cartel de Cali, que era manejado por su tío y su padre, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, no aportó dinero para el pago de ese supuesto soborno, sino que sólo sirvió de nexo entre las partes.

Este es el texto de la entrevista con Rodríguez Mondragón, quien cumplió una condena de cinco años en prisión por narcotráfico, tras la cual, afirma, decidió cambiar su vida y escribir primero el libro El Hijo del Ajedrecista 1 y, luego El Hijo del Ajedrecista 2, que será editado en enero próximo y continuará con su versión sobre la historia del Cartel de Cali.

Entrevista

Terra Magazine: ¿Podría precisar cómo llega el Cartel de Cali a involucrarse en aquella famosa goleada 6-0 a Perú que permitió a Argentina superar a Brasil por diferencia de gol y clasificarse finalista del Mundial 78?
Rodríguez Mondragón: Hay un error de apreciación de la noticia que le di a Radio Caracol la semana pasada. El Cartel no puso dinero para sobornar a Perú. Tres días antes del partido mi tío (Miguel Rodríguez Orejuela) recibe una llamada del empresario Carlos Quieto, que traía jugadores argentinos para el América de Cali, y le pide que lo ayude a contactar al presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Había que pedirle que recibiera unos emisarios que mandaría el gobierno argentino y la AFA. Y mi tío se había hecho amigo del presidente de la FPF porque había querido llevar grandes jugadores peruanos al América. Pero el Cartel no puso dinero. El dinero fue todo argentino. Mi tío sólo hizo de nexo.

Terra Magazine: ¿Cómo siguió entonces la situación?
Rodríguez Mondragón: Al día siguiente, es decir, dos días antes del partido Argentina-Perú, se hace la reunión en la sede de la FPF, en el barrio Miraflores, en Lima. Participan el presidente y el tesorero de la FPF. Y, por el lado argentino, haré figurar en mi próximo libro el nombre de Lacoste, que fue a esa reunión con otro militar socio de él y con una tercera persona que dijo ir en representación de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).

Terra Magazine: ¿Y qué se acordó allí?
Rodríguez Mondragón: Allí se paga el dinero para jugadores y cuerpo técnico. Y también se resuelve lo de la donación de trigo del gobierno argentino al peruano, que estaba solicitada desde tiempo antes, pero que finalmente se decide dar gratis. La FPF, que también recibió dinero, decidió ordenarles a cuatro jugadores claves, que eran la estructura del equipo, de experiencia y liderazgo, que tal y cual (Rodríguez Mondragón duda, pero ante la repregunta del cronista da nombres). Al arquero (Ramón) Quiroga y a (Juan) Muñante, que es cierto que estrelló un tiro en un poste al inicio del partido, pero él quiso tirar afuera, porque desde esa posición era más difícil botarla que meterla. Y también a un zaguero y a un volante. Aunque en realidad después todos los jugadores terminaron recibiendo un sobrepago de 50.000 dólares cada uno, que se les pagó como un incentivo por haber llegado a esa instancia en el Mundial. Tengo los montos totales de lo que se le dio a cada jugador.

Terra Magazine: ¿Y cómo da usted las precisiones en su libro?
Rodríguez Mondragón: Vamos a recrear el partido. Hemos estado viendo el video con dos comentaristas de aquí muy famosos, que saben de fútbol. Ellos sacaron cinco jugadores (que supuestamente fueron a menos) de los cuales tres están en mi lista. Estaba el arquero (Quiroga), para qué lo voy a negar. Si usted arregla al arquero tiene el ochenta por ciento solucionado.

Terra Magazine: Pero Perú casi hace un gol cuando el partido estaba 0-0 y Muñante estrelló un tiro en un poste.
Rodríguez Mondragón: El tiró afuera, pero casi la mete. Era más difícil botarla que meterla. A los 7 minutos de juego, con las piernas enteras, estaba nuevecito. El delantero (N. de la R.: supuestamente arreglado) todos sabemos que es Muñante.

Terra Magazine: El jugador históricamente más sospechado es el defensor Rodulfo Manzo, que formó defensa central con el capitán Héctor Chumpitaz, quien hace unos días rechazó todas sus acusaciones.
Rodríguez Mondragón:: Cuando un defensa (central) va para atrás, el otro también. Hay que mirar el video para ver cuál de los dos (fue para atrás). Hay una 'escachada' de un back central increíble. En mi libro daré todos los nombres.

Terra Magazine: ¿Y sabe usted si los jugadores argentinos sabían esto antes del partido?
Rodríguez Mondragón: Los jugadores argentinos creo que no sabían de esto. Y es más, creo que Argentina, con la presión de local, etcétera, hubiese hecho los cuatro goles (sin necesidad de acuerdos extras). Todo esto es un secreto que la FIFA conoció con los años, pero ¿qué podía hacer? Ahora ya no se hará nada, pasaron treinta años. Yo lo cuento porque decidí cambiar mi vida después de la cárcel y contar todo esto para terminar con el mito de una organización que ya no existe. Pero ya no se hará nada, si ni siquiera el perjudicado, Brasil, nunca hizo una denuncia formal o algo.

Terra Magazine: ¿Cómo pudo saber su tío todo eso si usted me dice que él no participó de la reunión en la que, supuestamente, se hizo el arreglo?
Rodríguez Mondragón: Porque a él se lo contaron Quieto y otros amigos argentinos que él tenía del fútbol. El se sorprende con todos los rumores que hubo después del partido y ata cabos. Para no crear especulaciones, en el libro estarán los nombres y teléfonos de esas personas que estaban en la agenda de mi tío. Si yo digo presidente de la FPF, allí se verá nombre y teléfono de esa persona. Mi tío después se dio cuenta de que a él lo habían utilizado. En el último año antes de extraditado (a Estados Unidos) me dijo "me la jugaron, porque me utilizaron". Tengo las precisiones porque mi tío guardaba con mucho celo sus cosas. El nombre de Lacoste aparecerá en el libro. Los buenos oficios de mi tío luego fueron retribuídos con algunos jugadores argentinos que llegaron al América, como (Julio) Falcioni, cuando en esa época a los jugadores argentinos no les gustaba ir a jugar a Colombia.

Terra Magazine: ¿Lacoste compartía otros negocios con el Cartel de Cali?
Rodríguez Mondragón: Una villa que mi tío compró en Argentina fue recomendada por este almirante. Esa villa existe, hay fotos, y se llama Villa Cometa. El nombre lo puso Carlos Quieto, que era el que ganaba todas las 'cometas' (comisiones ilegales) con los pases (de futbolistas) al América de Cali. Nadie le robó un peso al cartel de Cali y este sí (por Quieto). Lo ultimo fue la trasferencia de (el paraguayo Roberto) Cabañas al Brest de Francia, cuando le falsificó la firma al presidente de la Federación (Colombiana) Juan José Bellini, que era amigo de mi tío. Nos robó la plata, porque la venta fue por un millón y pico y puso 400.000 y (Quieto) salió de Colombia corriendo.

Terra Magazine: ¿Qué otras influencias tuvo el Cartel de Cali dentro del fútbol fuera de Colombia?
Rodríguez Mondragón: Mi tío no les dejaba pagar nada a los árbitros que venían por la Copa Libertadores de América. A ellos les encantaba venir a Cali, porque tenían todo pago. Cuando iban a pagar la cuenta del hotel se les decía que ya estaba pago. Pero el América no pudo ganar la Libertadores porque (Joao) Havelange (ex presidente de la FIFA) era antinarco. Y la FIFA lo tenía presionado con el América. En la final de 1999 contra Palmeiras juntamos 200.000 dólares para los árbitros, pero cuatro horas antes del partido nos los devolvieron porque Havelange les dijo (a los árbitros) que si recibían ese dinero los echaba. En mi primer libro ya conté mucho sobre el control absoluto sobre los árbitros colombianos. Pero ahora contaré también sobre (el ex jugador peruano Oswaldo) "Cachito" Ramírez, veedor FIFA que era muy amigo de mi tío. O de (el árbitro colombiano) J.J.Torres, que pitaba casi siempre para los equipos argentinos en la Libertadores, que le pagaban 50.000 dólares por partido. Eso en Cali todo el mundo lo sabía. La influencia de (Julio) Grondona (presidente de la AFA) hacía que lo nombraran.