martes, 13 de noviembre de 2007

Piden terminar con los abusos en las cárceles

Cuando muchos se olvidaron de los 34 muertos en la cárcel de Santiago del Estero los Profesionales Católicos de Pastoral Penitenciaria Argentina sacaron hoy este duro comunicado:
"Ante recientes hechos producidos en penales de Mendoza, Villa Gobernador Gálvez, Córdoba, Coronda, Magdalena y Santiago del Estero, donde en algunos casos murieron reclusos, consideraron que “para terminar con esta cadena de sucesos, alcanza con cumplir con la Constitución Nacional y los compromisos internacionales del Estado argentino y es suficiente con terminar con la corrupción institucionalizada”.
También reclamaron “acabar con los abusos y la tortura y los tratos crueles, inhumanos y degradantes, físicos y psíquicos, que son moneda corriente en nuestras unidades penitenciarias y policiales”.
Tras cuestionar que en estos casos “siempre se abrirá una investigación para rehuir responsabilidades más que para averiguar los responsables”, recordaron que “estos están ya determinados por la ley sin importar lo que resulte de un expediente”.
“Las cárceles son para seguridad y no para la muerte de los encarcelados alojados en ella y toda conducta de la Administración que no pueda evitar esos sucesos es una omisión gravísima que hace responsables a los funcionarios, políticos y de carrera, que debieron adoptar las medidas adecuadas”, subrayaron citando un artículo de la Constitución Nacional.
En una declaración con la firma del coordinador nacional de la PROCAPP, doctor Alejandro Ramírez Llorens, y del secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria, presbítero Javier Ladrón de Guevara, se advierte además que “tan grave como estar ilegalmente encarcelado es estar encarcelado en situación ilegal y los jueces no pueden alegar desconocimiento de lo que quieren ignorar. La necesidad de prevenir o sancionar conductas de los carcelados no justifica tales situaciones. Es, por fin, responsabilidad del Estado por una grave falta de servicio, pero ésta es la de aquellos, de modo que no la reemplaza”.

Inhumana superpoblación
Los sacerdotes que trabajan en la Pastoral Penitenciaria de la diócesis de Santiago del Estero visitaron la Unidad Nº 1, donde murieron 32 reclusos durante una revuelta, y reclamaron en nombre de los familiares de los internos “mayor claridad en la información acerca de los hechos recientes”, y reiteraron sus denuncias sobre “inhumana superpoblación” en ese penal, que –aseguraron- “se refleja el maltrato y que reclama urgente una solución estructural”.
Los sacerdote exigieron, además, “una profunda revisión del sistema penitenciario que no respeta los derechos inalienables de los encarcelados, que humilla a las familias visitantes, especialmente a las mujeres”, y reconocieron que “los empleados del servicio penitenciario, con la falta de formación profesional y el salario que no justifica su tarea, son también afectados por este sistema colapsado”.

No se puede sostener semejante crueldad inútil
En tanto, la Pastoral Penitenciaria de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, que coordina el presbítero Gabriel Carrón, coincidió en que “este hecho pone de manifiesto, una vez más, que hasta que el Estado no comience seriamente a pensar en políticas de inclusión, seguirá en aumento la situación de marginalidad en la que viven los pobres en la Argentina” y advirtió que “las cárceles aparecen como la solución a los excluidos, pasando a ser depósitos de ‘personas indeseables’”.
Tras lamentar que “las cárceles no se inventaron para curar y rehabilitar, sino para excluir; no integran, segregan, marginan; no alivian, enquistan los males y matan. El fin rehabilitador se agregó como barniz humanista, porque no se pudo sostener semejante crueldad inútil”, la Pastoral Penitenciaria dijo sumarse “a todos aquellos que trabajan por la paz, por una sociedad más justa, donde cada persona tenga su lugar y pueda realizar sus sueños, donde los problemas sociales no se resuelvan con la ‘Ley Penal’”.
Fuente: AICA

Pd.
Solo para distender un poco: en el casting de apellidos para el puesto de secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria encontraron al presbítero Javier
"Ladrón" de Guevara, sin dudas un chiste del destino!