miércoles, 31 de octubre de 2007

España: Colegio Periodistas critica medios que avalaron la "teoría de la conspiración" en el pasado 11-M


El Colegio de Periodistas de Cataluña ha criticado hoy, tras conocerse la sentencia por el juicio de los atentados del 11-M, a los medios de comunicación que avalaron la llamada 'teoría de la conspiración', entre los que cita a El Mundo, La Cope, Telemadrid y Libertad Digital.
'La sentencia -asevera el Colegio en un comunicado hecho público hoy- desmiente de forma clara y rotunda las teorías de la conspiración avaladas e impulsadas por diversos medios de comunicación, uno de ellos de titularidad pública', en alusión a Telemadrid.
En el comunicado, el órgano colegial de los periodistas catalanes afirma que la sentencia del 11-M 'evidencia la gravedad de la vulneración sistemática de las normas básicas del periodismo por parte de los responsables de algunos medios de comunicación'.
'La campaña -asevera el Colegio de Periodistas- que los responsables de El Mundo, La Cope, Telemadrid y Libertad Digital han realizado desde hace más de tres años sobre el 11-M, ha representado un menosprecio continuo a la veracidad de los hechos y un intento de descrédito de las instituciones del sistema democrático'.
Añade el Colegio que 'estas prácticas deterioran gravemente el papel que han de ejercer los medios de comunicación en las democracias'.
Para el Colegio de Periodistas de Cataluña, la sentencia obliga a 'una reflexión sobre el papel de los responsables de algunos medios de comunicación a la hora de informar sobre todo el proceso que ha seguido a los atentados'.
A juicio del Colegio, la 'vulneración sistemática que estos medios han hecho de los principios básicos del periodismo' se han hecho con unos objetivos 'que no tienen nada que ver con la libertad de expresión'.

Libertad Digital se defiende

Política, medios y operaciones
Informes falsificados, pruebas ocultas y, en definitiva, la sombra de la duda. La teoría e la conspiración en torno al 11-M ha empujado a ciertos sectores de la política y de los medios a insinuar que la investigación oficial es falsa e interesada, y que los atentados esconden mucho más de lo que muestran.


PR Noticias actualiza hoy (jueves) este contenido
El Mundo 'seguirá investigando' y El País pone 'fin a la infamia'
Ni sentencia ni nada. El País y El Mundo nos vuelven a liar esta mañana con sus propias teorías del juicio y de los atentados. Como ha sido habitual durante toda la investigación, cada periódico interpreta a su medida las conclusiones de los magistrados. Las versiones son radicalmente opuestas. Mientras el diario de Unidad Editorial señala que este fallo ‘es el principio de la investigación del 11-M y que ellos seguirán buscando a los autores intelectuales’, el periódico de Prisa pone punto final y califica la sentencia como ‘el fin de la infamia y las teorías conspiratorias’.
Dos editoriales potentes. Ambos a página completa y con amplios folios de información en su interior. Es la forma de El Mundo y El País de poner colofón (¿o no?) a la cruenta guerra que han librado con motivo de las investigaciones sobre el 11-M. Durante más de un año, las páginas de los periódicos de mayor tirada en el país se han convertido en las trincheras verbales de una batalla mediática sin cuartel. Investigaciones de El Mundo, calificadas como teoría de la conspiración desde El País.
Cientos de páginas, entrevistas, contra-reportajes, desmentidos y ataques personales podrían haber llegado a su fin la mañana de ayer. Pero al parecer no. Los dos principales diarios continúan esta mañana con sus escarceos políticos e ideológicos, como lo demuestran sus principales editoriales. El Mundo, lejos de cerrar el tema anuncia ya desde su principal titular que seguirá buscando la verdad y que este fallo es sólo el principio de la investigación del 11-M.

La versión de El Mundo
El Editorial de este periódico comienza señalando que el fallo y la sentencia es ya un triunfo del Estado de Derecho y de las instituciones democráticas. ‘Respetamos y acatamos la sentencia, con la que estamos de acuerdo en aspectos sustanciales y con las discrepamos en otros, quizás menos esenciales pero también importantes’, acota Pedrojota. Estas cosas menos esenciales pero también importantes se refieren a la autoría intelectual de los atentados. El Mundo recuerda que todos los inculpados del juicio han sido exonerados como cerebros de la operación.
‘Según el fallo de ayer, no hay ninguna duda de que El Chino, El Tunecino, Lamari y sus compañeros yihadistas colocaron las bombas en los trenes, pero lo que no está nada claro es quién les indujo a hacerlo. Ello no sólo deja profundamente tocada la versión oficial de la Fiscalía y del Gobierno, sino que además pone en evidencia que existen aspectos sustanciales sobre la masacre que seguimos sin conocer’, indica Pedrojota en su editorial.
Y también tiene palabras para El País. Algunos medios de comunicación resaltaron ayer con sospechoso triunfalismo que la sentencia había acreditado que eta no participó en los atentados. Lo que dijo el juez Gómez Bermúdez fue bien distinto: que de ninguno de los nueve informes policiales del sumario se habían podido deducir datos que permitieran concluir la participación de la banda, y ya sabemos cómo se cocinaban y maquillaban esos informes.
Después de hacer una larga enumeración de los principales acontecimientos e investigaciones realizadas en los últimos tres años, Pedrojota concluye confirmando su compromiso con los lectores: ‘Estamos, como hemos dicho, solamente en el final del principio, porque nuestro periódico va a seguir investigando sobre la decisiva autoría intelectual y todas las demás cuestiones que el fallo deja abiertas. Ése es nuestro compromiso ante los lectores que depositan su confianza en El Mundo’.

La versión de El País
Por su parte, El País, muestra la cara totalmente opuesta al diario de Unidad Editorial. En su editorial titulada el ‘Fin de la infamia’, indican que la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el 11-M ‘no ha podido ser más clara y contundente: de conspiración nada, de eta ni rastro. Uno a uno, desmonta todos los infundios lanzados durante más de tres años, en un feroz desafío a las instituciones democráticas y al funcionamiento del sistema constitucional. También responde a la necesidad de reparación del daño infligido a las víctimas y significa una victoria del Estado de Derecho frente al terrorismo, en una época en que abundan las respuestas desproporcionadas y peligrosas para las libertades’.
El diario de Prisa no se corta y hace directa alusión a su principal competencia indican que ‘cada uno queda en su sitio: en primer lugar, aquellos medios de comunicación que han intentado hacer una instrucción paralela en un uso espurio del derecho a la información, para intoxicar el debate político; pero en segundo lugar, también y sobre todo, el Partido Popular, que se ha prestado a servir de simple recadero de la prensa sensacionalista y de la radio de los obispos en el seno de las instituciones representativas’.
El diario pide incluso una explicación al PP y Mariano Rajoy, que apoyó –según El País- parte de las teorías conspirativas de El Mundo. ‘Una fabricación especial que fue ayer el clavo ardiente al que se agarró Mariano Rajoy ha sido la fórmula periodística de la ‘autoría intelectual’, sin significado alguno en el ámbito del Derecho Penal, con el doble propósito de sembrar dudas sobre la instrucción procesal y, llegado el caso, tratar de salvar la cara frente a una sentencia que, como la que se acaba de dictar, les deja en evidencia. Los terroristas son asesinos, pero la condición de asesinos no significa que no dispongan de intelecto para cometer como sea sus atrocidades’, concluye el diario.
El último párrafo de su editorial es claro y nuevamente apunta a El Mundo. ‘Frente a la monstruosidad de un mortífero atentado yihadista, sólo cabe señalar, no sin un punto de orgullo, la solvencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de la justicia de este país. Pero, en lugar de ello, la prensa sensacionalista y el principal partido de la oposición siguieron ayer obstinados en seguir alimentando la nube tóxica que ellos mismos han creado’.