miércoles, 13 de diciembre de 2006

Hermes Binner se apareció con el libro bajo el brazo

Por: Leo Ricciardino
Los dirigentes, militantes y público en general que ayer se reunieron en un hotel céntrico de Rosario para asistir a la presentación del libro "La secta socialista". Apuntes para la militancia.; no podían creer lo que estaban viendo: el diputado Hermes Binner ingresó al salón con el libro bajo el brazo y se ubicó en la cuarta fila dispuesto a escuchar. Superado el momento de estupor, los autores Jorge Lagna (diputado provincial del PJ) y Sergio Battistoni se repusieron y redoblaron la apuesta. "Agradecemos la presencia de Binner, porque esto nos dará más prensa", disparó Battistoni. Y Lagna no se privó de señalar que "la maquinaria publicitaria del socialismo desde Rosario, no podrá vencernos. Porque cuando los peronistas trabajamos juntos somos invencibles". Al término de la presentación, Binner dijo a Rosario/12: "vine porque me invitaron. Siempre es bueno escuchar las críticas". Y agregó: "Voy a leer el libro con atención".

La presencia pareció desde un principio, una tomada de pelo destinada a contrarrestar un acto más partidario que literario, con un trabajo que provoca desde el título y desde la foto de portada que muestra a Binner caminando junto a Fernando De la Rúa por las calles de Rosario, en la campaña de 1999.

El diputado Lagna abrió el fuego señalando que "nosotros no decimos que el socialismo es una secta en el sentido religioso, sino en el sentido de desarrollar una política cerrada y con dirigentes que exhiben un notable grado de parentesco entre sí", y agregó "el ejemplo vivo de la secta es también esta conformación del Frente Progresista que están queriendo conformar: sus socios radicales presentan un candidato y el socialismo se los baja", y continuó "lamentablemente, los radicales se van a someter a estos caprichos como miembros de una gleba". Y criticó que "esta alianza es la misma que la alianza de De la Rúa-Alvarez, pero como ahora les da vergüenza decir alianza, usan el término Frente Progresista".

Binner cabeceaba entre los presentes buscando en todo momento la mirada de los oradores. Diría después: "Los miraba a los ojos profundamente". Cuando se le pidió que profundice la idea, dijo el candidato a gobernador del socialismo: "Se aprenden muchas cosas mirando a la gente a los ojos".

-Escuchó críticas muy duras, durísimas. ¿Qué opinión le merecen?- preguntó este diario.

-Bueno, las críticas son siempre bienvenidas. Y hubo menciones a la historia del socialismo que es un partido de 110 años, así que hubo momentos buenos y momentos no tan buenos. Voy a leer el libro con detenimiento- dijo cuando se retiraba del hotel céntrico, más cáustico que enojado.

Desde la mesa de presentación del trabajo, que también integró la diputada provincial del reutemismo Laura Venesia; Battistoni lanzó una advertencia que despertó el aplauso del auditorio peronista: "Cuidado con probarse el traje de gobernador. El de (Horacio) Usandizaga está todo apolillado".

En otro tramo de las exposiciones, Lagna ensayó una autocrítica para el peronismo a la hora de enfrentar a los socialistas. "Los peronistas tenemos también nuestra responsabilidad, tenemos que volver a nuestra mística, a las calles. Explicarle a la gente que hay muchas obras en Rosario impulsadas por nuestro gobierno nacional, y muchas otras por nuestro gobierno provincial desde hace muchos años. Tenemos que decirle a la gente que está siendo engañada por la maquinaria publicitaria socialista, que el peronismo nunca los ha abandonado".

Lagna dijo que Binner acusa a la Justicia provincial de nepotismo, pero nada dice que en la Municipalidad trabajan sólo parientes o amigos de los socialistas. "Por algo le dicen la familia", reforzó.

Cuando terminaron las exposiciones, Binner se levantó, caminó despacio hacia los autores, los saludó y hasta posó junto a ellos para los fotógrafos. "Fue una charla interesante, ahora voy a leer el libro", dijo el socialista con una sonrisa pícara, sabedor de su protagonismo.
Fuente: RosarioI12

sábado, 9 de diciembre de 2006

La investigación de José Acho y la furia del “Chaqueño” Palavecino

"Las tierras son de él", insisten los caciques. Palavecino se autoproclamó "Cacique de los criollos"
Por: Miguel Brizuela
Tras reportes periodísticos sobre una presunta orden de captura en su contra generados por el activismo mediático del abogado del Chaqueño Palavecino, el periodista de Salta Libre y Calchaquímix José Acho se presentó en la mañana del miércoles ante el juzgado Correccional de Tercera Nominación. Allí se le informó acerca de "un pedido de comparecencia" tras notificaciones que Acho no recibió. La investigación que enfureció al folclorista Oscar Esperanza Palavecino y generó un ataque judicial contra el periodista. Las disputas de tierras entre criollos y aborígenes en el extremo norte provincial.
José Acho, quien desconocía que debía comparecer a una audiencia de debate en una querella que le iniciara el cantante Oscar Esperanza Palavecino se presentó en el juzgado el miércoles, tras un llamado telefónico de una radio que le informó sobre la situación. La secretaria del juzgado explicó que se lo había intentado notificar a través de una vecina, pero que ella rehusó firmar la citación.
"Nunca recibí una cédula de citación ni ninguna invitación para que me presentara ante el juez Marcelo Torres Gálvez. Hace más de veinte años que soy periodista. Nunca me oculté ni me negué a comparecer', dijo el periodista, en declaraciones recogidas por el sitio Iruya.com. "Hace cuatro años que resido en la misma casa. Todos saben donde está mi casa. Jamás me oculté. Mi teléfono está en la guía', dijo Acho.
Meses atrás, una comisión policial se presentó en su domicilio a las 5 de la mañana con el propósito de llevarlo hasta el juzgado de Marcelo Tórres Gálvez, donde debía realizarse una audiencia con la presencia de Chaqueño Palavecino a las 9 de la mañana. De ese trámite judicial el periodista no había sido informado. Acho preguntó entonces a los policías si tenían una orden escrita del juez, a lo que éstos respondieron que tenían una orden verbal y que con ello era suficiente.
'Por supuesto que les dije que sin una orden no saldría de mi casa y que ese procedimiento no sólo era ilegal sino también intimidatorio. Supongo que estamos en un Estado de derecho y que sólo bajo dictaduras se pueden desconocer las garantías que tenemos los ciudadanos'.

"Chaco mío"
Una investigación periodística de Acho acerca de las pretensiones territoriales de Palavecino en una zona en disputa con poblaciones aborígenes del Chaco enfureció al cantante. En ella su propio pariente Lucio Rojas y caciques de la zona lo señalan como terrateniente. La investigación de Acho fue reproducida por La Voz del Interior, Indymedia, Radio Universidad de Córdoba, Cadena 3 y la revista Veintitrés, entre otros medios nacionales. En un eco airado de la investigación de Acho, en la revista Rumbos el folclorista se declara "cacique de los criollos" y considera que "a los aborígenes ya se les ha dado mucho".

¿No será -por el contrario- que a los indígenas de Salta ya se les ha quitado demasiado y que el despojo continúa a pesar de las garantías establecidas por la Constitución Nacional para los pueblos pre-existentes a la formación del estado argentino?
Tras completar su investigación en la que incluso viajó a la zona en disputa entre criollos -muchos de ellos parientes de Palavecino- y comunidades aborígenes, Acho invitó al cantante a expresar su posición sobre el tema. Este se rehusó a hacer declaraciones sobre la cuestión y envió cartas documentos en las que instaba al periodista a no publicar nada sobre él. Esta actitud fue considerada por Acho y por Salta Libre como un intento de censura y entonces el periodista publicó los resultados de su investigación en una serie de artículos que alcanzaron difusión nacional.
Especialista en periodismo de Espectáculos desde hace 20 años, José Acho conoce la carrera del cantante desde sus inicios e incluso tiempo atrás mantuvo una relación personal con Palavecino. "No tengo nada contra él. Simplemente conseguí datos y testimonios, revisé archivos y publiqué notas periodísticas con información fidedigna", explica el periodista. "Ni siquiera me había planteado escribir sobre el Chaqueño, esto lo descubrí en ocasión de mi trabajo de prensa en la cobertura del conflicto por los lotes 14 y 55", explicó.
La serie de notas sobre el intérprete de "Chaco Mío" pueden ser leídas en el archivo de Salta Libre y en el sitio especializado de espectáculos Calchaquímix
No hay títulos de propiedad en la zona, ubicada en el extremo noreste provincial, ya que se trata de tierras fiscales en las que existe posesión de hecho tanto por parte de los grupos aborígenes residentes ancestrales y pobladores criollos que se fueron instalando en la zona desde principios de siglo.

Vecino, pariente y terrateniente
La investigación de José Acho tiene varias fuentes y testimonios, todos concordantes. Uno de los más relevantes pertenece a Lucio Rojas, legendario personaje de la zona, pariente del cantante.
Lo curioso es que ni siquiera Acho tuvo la primicia sobre el tema que interesó a varios medios nacionales y provocó la ira del cantante. Una nota que confirma la posesión de tierras de El Chaqueño, fue publicada por diario Clarín, en su edición del 17 de mayo de 2002, firmada por el corresponsal salteño Jesús Rodríguez con fotos de Nelson Ruiz.
Por entonces Rojas era ya el ex intendente de Santa Victoria Este. Sobre el conflicto por las tierras en los lotes 55 y 14 entre criollos y aborígenes, el político y finquero opinaba: "la solución pasa por una sola cosa: los vecinos tenemos que ponernos de acuerdo. Esto no lo arreglan ni el gobernador ni el presidente".
Pero parece que el asunto sí puede ser "arreglado" por el gobernador. Investigando en Archivos de El Tribuno Acho encontró una nota en la que Esperanza Palavecino aparece aplaudiendo la entrega a sus parientes por parte de Juan Carlos Romero de títulos provisorios en la zona en disputa. La política del gobierno de Salta favorece a los llamados "criollos". El reclamo de los pueblos aborígenes despojados de las tierras donde sus antepasados vivieron desde tiempos remotos, ha llegado ahora a nivel de la Justicia Internacional.
Ubicado a 700 kilómetros de la capital salteña, el municipio de Santa Victoria Este tiene 10 mil habitantes, con amplia mayoría de aborígenes. Dominada por la miseria, su gente se las ingenia para sobrevivir alrededor del río Pilcomayo.
En 1981 se creó la Municipalidad de Santa Victoria Este, y en 1983 asumió don Lucio Rojas al ganar las elecciones como candidato del PJ. Este político -hoy transformado en un rico terrateniente- declaró en la nota que le hizo el corresponsal de Clarín en Salta: "En estas tierras nació el folclorista Chaqueño Palavecino. A pesar de la fama, cuando está en Salta llega a su finca de Santa Victoria Este, donde cría caballos: "El Chaqueño es mi vecino. La finca de al lado es suya".

Esperanza contra el imperialismo inglés
El cacique wichi Francisco Pérez, líder de una de las comunidades aborígenes de Santa Victoria Este, le dijo a Salta Libre: "Ellos están proponiendo hacer un camino en medio del lote 14 para los criollos. Escuchamos en radio que el Chaqueño Palavecino decía que los ingleses se llevaron las Islas Malvinas y ahora quieren llevarse los lotes 55 y 14. Yo tengo un plano, donde la familia de Lucio Rojas y Balderrama, tienen una zona muy grande al otro lado de la ruta. En el plano figura otra parte que también es bastante grande. Unas 700 o 800 hectáreas, y ahí figura el Chaqueño Palavecino".

¿O sea, gente de él está asentada ahí?
No: es de él, es de él. Pero no hay nadie ahí. Está en el plano. Son terrenos fiscales parte del 55 y 14, en un lugar llamado "La bajada", cerquita del Río Pilcomayo. La zona de él no está alambrada, pero está marcada y en el plano dice: "700 u 800 hectáreas del Chaqueño Palavecino".

¿El Chaqueño no vive o no viene por acá?
No, no vive aquí.

Fuente: Salta Libre

jueves, 19 de octubre de 2006

¿La solución? ¡Hacer periodismo!

Por: José Miguel Larraya*
Alguna vez se ha dicho que cada generación crea su propio periodismo. Ahora muchos especulan sobre las transformaciones que registrarán en un inmediato futuro los medios convencionales que han servido durante décadas a los ciudadanos para estar informados. Hay quien cree, incluso, que el periodismo impreso tiene sus años contados. Pero lo que hasta ahora casi nadie se había atrevido a formular era la hipótesis de un periodismo sin periodistas. La ausencia de teoría, de hipótesis, no ha impedido que se haya empezado a llevar a la práctica.
El ejemplo más sangrante, que se reitera en todos los ámbitos de la vida pública, es el de las conferencias de prensa sin preguntas. Algo así como ser invitado a un banquete para ver cómo come la mesa presidencial. Y lo mejor de todo es que esa ceremonia mediática se llena de periodistas que asisten como figurantes mientras micrófonos y cámaras registran el acto. No he encontrado estudios que documenten el origen de este sucedáneo de periodismo, pero puedo dar fe de que se practica en todo el espectro político. Y según me informan redactores de las secciones de Economía, Sociedad o Deportes, la práctica comienza a generalizarse en otros ámbitos de la vida pública.
Algunos lectores preguntan al Defensor por qué los medios consienten este tipo de prácticas de los departamentos de comunicación, sean éstos del Gobierno, de partidos políticos o de empresas, y cuyo único objetivo es proteger al compareciente de preguntas incómodas. Esta práctica, que suscita un malestar creciente entre los periodistas, ya ha provocado alguna protesta gremial. El pasado día 6 de octubre la Unió de Periodistes Valencians envió una carta al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en la que recordaba que la función social de los periodistas no consiste en "repetir acríticamente las declaraciones de terceros, ocupen el cargo que ocupen, sino en ofrecer una información veraz y de interés público".
La Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid ya advirtió sobre "el deterioro de algunas de las condiciones y usos habituales en el ejercicio profesional de los periodistas, provocadas por algunos poderes y personalidades sometidos al deber de transparencia y pluralidad informativa".
En concreto, se referían "al uso reiterado y reciente de declaraciones pretendidamente 'institucionales' leídas ante los informadores a los que luego se niega el derecho a preguntar".
Pero había más. "La elaboración de materiales por parte de los protagonistas de la información (vídeos editados de actos y mítines públicos a los que no se ha acreditado a la prensa) hasta anular el ejercicio profesional libre de los periodistas (redactores, cámaras, fotógrafos...) a los que se pretende convertir en meros correos".
Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa, preguntado por el Defensor, va aún más lejos. "Apreciamos un deterioro generalizado de la buena práctica profesional , tanto por protagonistas de la información como por los periodistas. Los primeros abusan de pretendidas declaraciones a 'instituciones' sin derecho a preguntas; cuando hay preguntas se impide la repregunta o se limita extraordinariamente el tiempo de las preguntas, quiénes las formulan y el número de las mismas. Desde el punto de vista del periodista profesional apreciamos también que se asumen sin sentido crítico, notas oficiales que se reproducen en los medios, así como la escasa presencia de una referencia a las fuentes de información que avalen las solvencias de las noticias".
Vicente Jiménez, director adjunto de El País, por cuya mesa pasa a diario el tráfico informativo, debe hacer frente a este problema. "Una conferencia de prensa sin preguntas de los periodistas es un sinsentido. Basta con que los protagonistas de la misma envíen a los medios el contenido de su intervención por fax o correo electrónico. Otra cosa es un discurso o una declaración institucional. ¿Qué hacer? Ante todo, explicarlo: la información debe dejar bien claro que los periodistas no pudieron efectuar preguntas. Y después, intentar obtener, por medios lícitos y fuentes solventes, la información buscada. En muchas ocasiones, las noticias surgen de los corrillos o conversaciones privadas posteriores a las conferencias de prensa. Algunos colegas son partidarios de no acudir a convocatorias sin posibilidad de preguntas. No lo tengo claro. El periodista debe estar donde se producen las cosas, y una vez allí buscarse la vida, como popularmente se dice".
Las ruedas de prensa sin preguntas son, como las cervezas sin alcohol, una necesidad del mercado. Esto es un anuncio pero que parezca que es una noticia. Jiménez redacta un diagnóstico. "Los departamentos de comunicación están para diseñar estrategias comunicativas, que no necesariamente coinciden con el interés y objetivos de los periodistas, y para ejercer de cortafuegos entre los dueños y protagonistas de las noticias y los informadores. Por tanto, son, admitiendo todas las excepciones del mundo, un obstáculo. En la actualidad hay más periodistas al servicio de quienes generan la información que en el otro lado de línea, es decir, buscando información. La mayor parte de las noticias que circulan parten de gabinetes de información, que procuran adecuar la agenda a sus intereses. Malo. Para el periodismo y para los ciudadanos". ¿La solución? Hacer periodismo.

Defensor del Lector, diario El País,
defensor@elpais.es.

jueves, 28 de septiembre de 2006

Salvavidas de plomo

Por Eduardo Galeano
Según la voz de mando, nuestros países deben creer en la libertad de comercio (aunque no exista), honrar la deuda (aunque sea deshonrosa), atraer inversiones (aunque sean indignas) y entrar al mundo (aunque sea por la puerta de servicio).
Entrar al mundo: el mundo es el mercado. El mercado mundial, donde se compran países. Nada de nuevo. América latina nació para obedecerlo, cuando el mercado mundial todavía no se llamaba así, y mal que bien seguimos atados al deber de obediencia.
Esta triste rutina de los siglos empezó con el oro y la plata y siguió con el azúcar, el tabaco, el guano, el salitre, el cobre, el estaño, el caucho, el cacao, la banana, el café, el petróleo... ¿Qué nos dejaron esos esplendores? Nos dejaron sin herencia ni querencia. Jardines convertidos en desiertos, campos abandonados, montañas agujereadas, aguas podridas, largas caravanas de infelices condenados a la muerte temprana, vacíos palacios donde deambulan los fantasmas...
Ahora es el turno de la soja transgénica y de la celulosa. Y otra vez se repite la historia de las glorias fugaces, que al son de sus trompetas nos anuncian desdichas largas.
Nos negamos a escuchar las voces que nos advierten: los sueños del mercado mundial son las pesadillas de los países que a sus caprichos se someten. Seguimos aplaudiendo el secuestro de los bienes naturales que Dios, o el Diablo, nos ha dado, y así trabajamos por nuestra propia perdición y contribuimos al exterminio de la poca naturaleza que queda en este mundo.
La Argentina, Brasil y otros países latinoamericanos están viviendo la fiebre de la soja transgénica. Precios tentadores, rendimientos multiplicados. La Argentina es, desde hace tiempo, el segundo productor mundial de transgénicos, después de Estados Unidos. En Brasil, el gobierno de Lula ejecutó una de esas piruetas que flaco favor hacen a la democracia y dijo sí a la soja transgénica, aunque su partido había dicho no durante toda la campaña electoral.
Esto es pan para hoy y hambre para mañana, como denuncian algunos sindicatos rurales y organizaciones ecologistas. Pero ya se sabe que los paisanos ignorantes se niegan a entender las ventajas del pasto de plástico y de la vaca a motor, y que los ecologistas son unos aguafiestas que siempre escupen el asado.
Los abogados de los transgénicos afirman que no está probado que perjudiquen la salud humana. En todo caso, tampoco está probado que no la perjudiquen. Y si tan inofensivos son, ¿por qué los fabricantes de soja transgénica se niegan a aclarar, en los envases, que venden lo que venden? ¿O acaso la etiqueta de soja transgénica no sería la mejor publicidad?
Y sí que hay evidencias de que estas invenciones del doctor Frankenstein dañan la salud del suelo y reducen la soberanía nacional. ¿Exportamos soja o exportamos suelo? ¿Y acaso no quedamos atrapados en las jaulas de Monsanto y otras grandes empresas de cuyas semillas, herbicidas y pesticidas pasamos a depender?
Tierras que producían de todo para el mercado local, ahora se consagran a un solo producto para la demanda extranjera. Me desarrollo hacia fuera, y del adentro me olvido. El monocultivo es una prisión, siempre lo fue, y ahora, con los transgénicos, mucho más. La diversidad, en cambio, libera. La independencia se reduce al himno y a la bandera si no se asienta en la soberanía alimentaria. La autodeterminación empieza por la boca. Sólo la diversidad productiva puede defendernos de los súbitos derrumbamientos de precios que son costumbre, mortífera costumbre, del mercado mundial.
¿Será mudo el pasado?
Nos negamos a escuchar las voces que nos advierten: los sueños del mercado mundial son las pesadillas de los países que a sus caprichos se someten. Seguimos aplaudiendo el secuestro de los bienes naturales que Dios, o el Diablo, nos ha dado, y así trabajamos por nuestra propia perdición y contribuimos al exterminio de la poca naturaleza que queda en este mundo.
La Argentina, Brasil y otros países latinoamericanos están viviendo la fiebre de la soja transgénica. Precios tentadores, rendimientos multiplicados. La Argentina es, desde hace tiempo, el segundo productor mundial de transgénicos, después de Estados Unidos. En Brasil, el gobierno de Lula ejecutó una de esas piruetas que flaco favor hacen a la democracia y dijo sí a la soja transgénica, aunque su partido había dicho no durante toda la campaña electoral.
Esto es pan para hoy y hambre para mañana, como denuncian algunos sindicatos rurales y organizaciones ecologistas. Pero ya se sabe que los paisanos ignorantes se niegan a entender las ventajas del pasto de plástico y de la vaca a motor, y que los ecologistas son unos aguafiestas que siempre escupen el asado.
Las inmensas extensiones destinadas a la soja transgénica están arrasando los bosques nativos y expulsando a los campesinos pobres. Pocos brazos ocupan estas explotaciones altamente mecanizadas, que en cambio exterminan los plantíos pequeños y las huertas familiares con los venenos que fumigan. Se multiplica el éxodo rural a las grandes ciudades, donde se supone que los expulsados van a consumir, si los acompaña la suerte, lo que antes producían. Es la agraria reforma: la reforma agraria al revés.
La celulosa también se ha puesto de moda, en varios países.
El Uruguay, sin ir más lejos, está queriendo convertirse en un centro mundial de producción de celulosa para abastecer de materia prima barata a lejanas fábricas de papel.
Se trata de monocultivos de exportación, en la más pura tradición colonial: inmensas plantaciones artificiales que dicen ser bosques y se convierten en celulosa en un proceso industrial que arroja desechos químicos a los ríos y hace irrespirable el aire.
Aquí empezaron siendo dos plantas enormes, una de las cuales ya está a medio construir. Luego se incorporó otro proyecto, y se habla de otro y de otro más, mientras más y más hectáreas se están destinando a la fabricación de eucaliptos en serie. Las grandes empresas internacionales nos han descubierto en el mapa y se han brotado de súbito amor por este Uruguay donde no hay tecnología capaz de controlarlas, el Estado les otorga subsidios y les evita impuestos, los salarios son raquíticos y los árboles brotan en un santiamén.
Todo indica que nuestro país chiquito no podrá soportar el asfixiante abrazo de estos grandotes. Como suele ocurrir, las bendiciones de la naturaleza se convierten en maldiciones de la historia. Nuestros eucaliptos crecen diez veces más rápido que los de Finlandia, y esto se traduce así: las plantaciones industriales serán diez veces más devastadoras. Al ritmo de explotación previsto, buena parte del territorio nacional será exprimido hasta la última gota de agua. Los gigantes sedientos nos van a secar el suelo y el subsuelo.
Los abogados de los transgénicos afirman que no está probado que perjudiquen la salud humana. En todo caso, tampoco está probado que no la perjudiquen. Y si tan inofensivos son, ¿por qué los fabricantes de soja transgénica se niegan a aclarar, en los envases, que venden lo que venden? ¿O acaso la etiqueta de soja transgénica no sería la mejor publicidad?
Y sí que hay evidencias de que estas invenciones del doctor Frankenstein dañan la salud del suelo y reducen la soberanía nacional. ¿Exportamos soja o exportamos suelo? ¿Y acaso no quedamos atrapados en las jaulas de Monsanto y otras grandes empresas de cuyas semillas, herbicidas y pesticidas pasamos a depender?
Tierras que producían de todo para el mercado local, ahora se consagran a un solo producto para la demanda extranjera. Me desarrollo hacia fuera, y del adentro me olvido. El monocultivo es una prisión, siempre lo fue, y ahora, con los transgénicos, mucho más. La diversidad, en cambio, libera. La independencia se reduce al himno y a la bandera si no se asienta en la soberanía alimentaria. La autodeterminación empieza por la boca. Sólo la diversidad productiva puede defendernos de los súbitos derrumbamientos de precios que son costumbre, mortífera costumbre, del mercado mundial.
Las inmensas extensiones destinadas a la soja transgénica están arrasando los bosques nativos y expulsando a los campesinos pobres. Pocos brazos ocupan estas explotaciones altamente mecanizadas, que en cambio exterminan los plantíos pequeños y las huertas familiares con los venenos que fumigan. Se multiplica el éxodo rural a las grandes ciudades, donde se supone que los expulsados van a consumir, si los acompaña la suerte, lo que antes producían. Es la agraria reforma: la reforma agraria al revés.
La celulosa también se ha puesto de moda, en varios países.
El Uruguay, sin ir más lejos, está queriendo convertirse en un centro mundial de producción de celulosa para abastecer de materia prima barata a lejanas fábricas de papel.
Se trata de monocultivos de exportación, en la más pura tradición colonial: inmensas plantaciones artificiales que dicen ser bosques y se convierten en celulosa en un proceso industrial que arroja desechos químicos a los ríos y hace irrespirable el aire.
Trágica paradoja: éste ha sido el único lugar del mundo donde se sometió a plebiscito la propiedad del agua. Por abrumadora mayoría, los uruguayos decidimos, en el año 2004, que el agua sería de propiedad pública. ¿No habrá manera de evitar este secuestro de la voluntad popular?
La celulosa, hay que reconocerlo, se ha convertido en algo así como una causa patriótica, y la defensa de la naturaleza no despierta entusiasmo. Y peor: en nuestro país, enfermo de celulitis, algunas palabras que no eran malas palabras, como ecologista y ambientalista, se están convirtiendo en insultos que crucifican a los enemigos del progreso y a los saboteadores del trabajo.
Se celebra la desgracia como si fuera una buena noticia. Más vale morir de contaminación que morir de hambre: muchos desocupados creen que no hay más remedio que elegir entre dos calamidades, y los vendedores de ilusiones desembarcan ofreciendo miles y miles de empleos. Pero una cosa es la publicidad, y otra la realidad. El MST, el movimiento de campesinos sin tierra, ha difundido datos elocuentes, que no sólo valen para Brasil: la celulosa genera un empleo cada 185 hectáreas y la agricultura familiar crea cinco empleos por cada diez hectáreas. Las empresas prometen lo mejor. Trabajo a raudales, millonarias inversiones, estrictos controles, aire puro, agua limpia, tierra intacta. Y uno se pregunta: ¿por qué no instalan estas maravillas en Punta del Este, para mejorar la calidad de vida y estimular el turismo en nuestro principal balneario?
Aquí empezaron siendo dos plantas enormes, una de las cuales ya está a medio construir. Luego se incorporó otro proyecto, y se habla de otro y de otro más, mientras más y más hectáreas se están destinando a la fabricación de eucaliptos en serie. Las grandes empresas internacionales nos han descubierto en el mapa y se han brotado de súbito amor por este Uruguay donde no hay tecnología capaz de controlarlas, el Estado les otorga subsidios y les evita impuestos, los salarios son raquíticos y los árboles brotan en un santiamén.
Todo indica que nuestro país chiquito no podrá soportar el asfixiante abrazo de estos grandotes. Como suele ocurrir, las bendiciones de la naturaleza se convierten en maldiciones de la historia. Nuestros eucaliptos crecen diez veces más rápido que los de Finlandia, y esto se traduce así: las plantaciones industriales serán diez veces más devastadoras. Al ritmo de explotación previsto, buena parte del territorio nacional será exprimido hasta la última gota de agua. Los gigantes sedientos nos van a secar el suelo y el subsuelo.
Trágica paradoja: éste ha sido el único lugar del mundo donde se sometió a plebiscito la propiedad del agua. Por abrumadora mayoría, los uruguayos decidimos, en el año 2004, que el agua sería de propiedad pública. ¿No habrá manera de evitar este secuestro de la voluntad popular?
La celulosa, hay que reconocerlo, se ha convertido en algo así como una causa patriótica, y la defensa de la naturaleza no despierta entusiasmo. Y peor: en nuestro país, enfermo de celulitis, algunas palabras que no eran malas palabras, como ecologista y ambientalista, se están convirtiendo en insultos que crucifican a los enemigos del progreso y a los saboteadores del trabajo.
Se celebra la desgracia como si fuera una buena noticia. Más vale morir de contaminación que morir de hambre: muchos desocupados creen que no hay más remedio que elegir entre dos calamidades, y los vendedores de ilusiones desembarcan ofreciendo miles y miles de empleos. Pero una cosa es la publicidad, y otra la realidad. El MST, el movimiento de campesinos sin tierra, ha difundido datos elocuentes, que no sólo valen para Brasil: la celulosa genera un empleo cada 185 hectáreas y la agricultura familiar crea cinco empleos por cada diez hectáreas. Las empresas prometen lo mejor. Trabajo a raudales, millonarias inversiones, estrictos controles, aire puro, agua limpia, tierra intacta. Y uno se pregunta: ¿por qué no instalan estas maravillas en Punta del Este, para mejorar la calidad de vida y estimular el turismo en nuestro principal balneario?
Fuente: Página/12

Iniciativa Ciudadana por una Ley de Radiodifusión para la Democracia

Es indispensable una Ley de Radiodifusión de la democracia que reemplace a la Ley de la dictadura todavía vigente.
Si unos pocos controlan la información no es posible la democracia.
La Ley de radiodifusión debe garantizar el pluralismo informativo y cultural.

Fundamentos
Ratificando que los derechos humanos son la piedra fundamental de la vida en democracia
Convencidos de que los procesos de consolidación de democracia y justicia en nuestro continente son plenamente dependientes del ejercicio del derecho a la información de modo universal
Convencidos de que la libertad de expresarse, opinar e informarse es fundamental para el desarrollo de los pueblos, y para mantener vivas sus culturas y diversidades, a las que se debe respetar para alcanzar una plena convivencia entre las naciones americanas
Convencidos de que cuando no hay democracia, junto con el derecho a la vida y a la libertad física se atenta siempre contra la posibilidad de expresión e información de las mayorías;
Convencidos de que sólo el pluralismo garantiza el ejercicio de los derechos fundamentales en el estado de derecho.
Considerando que en diversas declaraciones los sectores representativos de la vida democrática de nuestro continente han afirmado el valor de la pluralidad.
Considerando que en la Declaración y Plan de Acción de Santiago de UNESCO (1992) se han reivindicado el rol y la importancia de los medios comunitarios en la construcción de la ciudadanía
Inspirados en la importancia para nuestro continente de la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de libertad de expresión e información.
Reconociendo el alcance universal en materia de sujetos, medios y mensajes con que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha interpretado el artículo 13 de la Convención.
Reconociendo la importancia que alcanza la Declaración de Principios de Libertad de Expresión de la CIDH, al fijar estándares de interpretación del artículo 13 de la CADH.
Reconociendo los valores asentados por la Relatoría de Libertad de Expresión de la OEA desde su instalación, en la búsqueda de ampliar los sectores amparados por su intervención.
Reconociendo la importancia del capítulo referido a las radios comunitarias del Informe 2002 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Recordando que la libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Resolución 59(I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Resolución 104 adoptada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, , artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y que todos estos acuerdos representan el marco legal y político al que se encuentran sujetos los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos;
Recordando los dichos de la Declaración de los tres relatores de Libertad de Expresión (de la OEA, de la ONU y el Representante de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa para la Libertad de los Medios de Comunicación (OSCE)) realizada en Noviembre de 2001, titulada “Desafíos a la Libertad de Expresión en el Nuevo Siglo” se expide sobre el punto diciendo: Radiodifusión: La promoción de la diversidad debe ser el objetivo primordial de la reglamentación de la radiodifusión; la diversidad implica igualdad de género en la radiodifusión e igualdad de oportunidades para el acceso de todos los segmentos de la sociedad a las ondas de radiodifusión;
Enfatizando que el Relator de Libertad de Expresión de la OEA señala que “la utilización de los medios tradicionales de comunicación masiva no siempre se presentan como medio accesible para la difusión de las necesidades y reivindicaciones de los sectores mas empobrecidos o vulnerables de la sociedad. (y que) En este sentido, los medios comunitarios de comunicación y difusión vienen insistiendo desde hace tiempo para incluir en las agendas nacionales, estrategias y contenidos que atiendan a las necesidades de éstas comunidades.
Recordando que también dice el Informe 2002 que “ Dada la importancia que pueden tener estos canales de ejercicio de la libertad de expresión comunitarias, resulta inadmisible el establecimiento de marcos legales discriminatorios que obstaculizan la adjudicación de frecuencias a radios comunitarias. Igualmente preocupante resultan las prácticas que, aún en los casos de funcionamiento en el marco de la legalidad, importan amenazas de cierre injustificadas, o incautación arbitraria de equipos.”
Enfatizando que las normas técnicas aplicables a la radiodifusión deben facilitar y no obstaculizar la libre circulación de informaciones, de obras radiofónicas y audiovisuales y opiniones de conformidad al art. 13. 3 de la Convención Americana.
Considerando que la Relatoría entiende que los Estados en su función de administradores de las ondas del espectro radioeléctrico deben asignarlas de acuerdo a criterios democráticos que garanticen una igualdad de oportunidades a todos los individuos en el acceso a los mismos, en virtud del Principio 12 de la Declaración de Principios de Libertad de Expresión.
Los firmantes auspiciamos la siguiente declaración de principios para la adopción de legislación sobre radiodifusión en la Argentina:

1.- Toda persona tiene derecho a investigar, buscar, recibir y difundir informaciones, opiniones e ideas, sin censura previa, a través de la radio y la televisión, en el marco del respeto al Estado de derecho democrático y los derechos humanos.

2.- La radiodifusión es una forma de ejercicio del derecho a la información y la cultura y no un simple negocio comercial. La radiodifusión es un servicio de carácter esencial para el desarrollo social, cultural y educativo de la población, por el que se ejerce el derecho a la información.

3.- Se garantizará la independencia de los medios de comunicación. La ley deberá impedir cualquier forma de presión, ventajas o castigos a los comunicadores o empresas o instituciones prestadoras en función de sus opiniones, línea informativa o editorial, en el marco del respeto al estado de derecho democrático y los derechos humanos. También estará prohibida por ley la asignación arbitraria o discriminatoria de publicidad oficial, créditos oficiales o prebendas.

4.- Las frecuencias radioeléctricas no deben transferirse, venderse ni subastarse. Nadie deben apropiarse de las frecuencias. Las frecuencias radioeléctricas pertenecen a la comunidad, son patrimonio común de la humanidad, y están sujetas por su naturaleza y principios a legislaciones nacionales así como a tratados internacionales. Deben ser administradas por el Estado con criterios democráticos y adjudicadas por períodos de tiempo determinado a quienes ofrezcan prestar un mejor servicio. La renovación de las licencias estará sujeta a audiencia pública vinculante.

5.- La promoción de la diversidad y el pluralismo debe ser el objetivo primordial de la reglamentación de la radiodifusión. El Estado tiene el derecho y el deber de ejercer su rol soberano que garanticen la diversisdad cultural y pluralismo comunicacional. Eso implica igualdad de género e igualdad de oportunidades para el acceso y participación de todos los sectores de la sociedad a la titularidad y gestión de los servicios de radiodifusión.

6.- Si unos pocos controlan la información no es posible la democracia. Deben adoptarse políticas efectivas para evitar la concentración de la propiedad de los medios de comunicación. La propiedad y control de los servicios de radiodifusión deben estar sujetos a normas antimonopólicas por cuanto los monopolios y oligopolios conspiran contra la democracia, al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la cultura y a la información de los ciudadanos.

7.- El público tendrá derecho a acceder a una información plural, así como a la diversidad cultural. Para ello se deberá garantizar la indemnidad intelectual y estética de los trabajadores de la comunicación y de todos aquellos que participan en la producción de bienes culturales.

8.- En los casos de una integración vertical u horizontal de actividades ligadas, o no, a la comunicación social, se deberán establecer regulaciones que promuevan el pluralismo, respeten las incumbencias profesionales y derechos intelectuales de los artistas y demás trabajadores de la comunicación y el espectáculo.

9.- Deberá mantenerse un registro público y abierto de licencias. El registro deberá contener los datos que identifiquen fehacientemente a los titulares de cada licencia, y los integrantes de sus órganos de administración además de las condiciones bajo las cuales fue asignada la frecuencia. Las localizaciones radioeléctricas no previstas en los planes técnicos deberán ser puestas en disponibilidad a pedido de parte con la sola demostración de su viabilidad técnica.

10.- No podrán ser titulares de licencias de servicios de radiodifusión ni integrantes de sus órganos directivos, quienes ocupen cargos electivos oficiales nacionales, provinciales o municipales, funcionarios públicos de los distintos poderes, miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, como así tampoco aquellos que hayan tenido participación comprometida con violaciones a los derechos humanos.

11.- Existen tres tipos de prestadores de servicios de radiodifusión: públicos, comerciales y comunitarios de organizaciones de la Sociedad Civil sin fines de lucro. Quedará prohibido todo tipo de discriminación o cercenamiento a causa de la naturaleza jurídica de la organización propietaria, en cuanto a potencia, cantidad de frecuencias disponibles o limitaciones a los contenidos. Todos los servicios de radiodifusión podrán contratar publicidad en igualdad de condiciones, ya que así se respetan los derechos humanos económicos, sociales y culturales.

12.- Los medios estatales deberán ser públicos y no gubernamentales. Deberán proveer una amplia variedad de programación informativa, educativa, cultural, de ficción y de entretenimiento garantizando la participación ciudadana y la atención a las necesidades de la población. En todas las regiones del país se destinará una frecuencia a la recepción gratuita del canal de TV pública nacional y de Radio Nacional; y de igual forma se reservará al menos una frecuencia para una radio y una emisora de TV provincial y una emisora de FM municipal . Los servicios de la radiodifusión universitaria constituyen un sistema público de gestión autónoma y se reservará no menos de una frecuencia de radiodifusión a cada una de las Universidades públicas nacionales.

13.- Los planes técnicos deberán reservar al menos el 33% de frecuencias, en todas las bandas, para entidades sin fines de lucro. En estos casos tendrá que prevalecer como criterio de asignación de frecuencias el plan de servicios y la inserción de las entidades en su comunidad.

14.- La ley establecerá cuotas que garanticen la difusión sonora y audiovisual de contenidos de producción local, nacional y propia. Esto implica producción realizada por actores, músicos, directores, periodistas, artistas, investigadores y técnicos argentinos, y reglamentará la obligación de inversión en producción propia y en la compra de derecho de antena de películas nacionales.

15.- La explotación de los servicios de radiodifusión es indelegable y debe ser prestada por el propio titular de la licencia.

16.- Las repetidoras y cadenas deben ser una excepción a la regla de modo tal de priorizar el pluralismo y la producción propia y local, salvo para las emisoras estatales de servicio público o la emisión de acontecimientos de carácter excepcional.

17. La publicidad sonora y audiovisual será de total producción nacional y deberá siempre diferenciarse de los contenidos de la programación, no estará incluida en esta, se difundirá en tandas claramente identificadas al inicio y al final por la señal distintiva del medio y no inducirá a estafas y engaños a la comunidad.

18. Los sistemas de distribución de señales deberán incluir en su grilla de canales las emisoras de TV de aire de la localidad, el canal público nacional y un canal con producción informativa local y propia.

19. La autoridad de aplicación deberá respetar en su constitución el sistema federal y estará integrada además por organizaciones de la sociedad civil no licenciatarias y por representantes de las entidades representativas de los trabajadores de los medios y de las artes audiovisuales.

20.- Se creará la figura de la “Defensoría del público”, con delegaciones en las provincias, que recibirá y canalizará las inquietudes de los habitantes de la Nación. Deberá incluirse un capítulo que garantice los derechos del público. Estos podrán ser ejercidos directamente por los habitantes de la Nación o a través de la defensoría del público.

21. En la nueva ley se deberá contemplar la normalización de los servicios de radiodifusión atendiendo a las necesidades de aquellos impedidos de acceder a una licencia por las exclusiones históricas de la ley 22.285 y la administración arbitraria de las frecuencias por parte del Estado nacional.

martes, 22 de agosto de 2006

Condenan a TelAm y al Estado a indemnizar a un ex coordinador

La noticia rebelde:La Cámara Nacional del Trabajo modificó parcialmente la sentencia de primera instancia condenando a TelAm Sociedad del Estado y Sistema Nacional de Medios Públicos Sociedad del Estado al pago de $229.476,04, por el despido del coordinador ejecutivo periodístico, el que trabajó entre enero de 2000 y marzo o abril de 2002.

Los jueces Elsa Porta y Roberto Eiras, integrantes de la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, en los autos caratulados “Pousa Rodolfo Ernesto c/Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. y otro s/Ley 12.908”, entendieron que el artículo 43 inciso “d” de la Ley 12.908 es alcanzada por los agravamientos indemnizatorios, y que además el actor se desempeñó para ambas demandadas, por lo que incrementaron la suma de la condena contra ambas accionadas solidariamente.

Un ex coordinador ejecutivo de TelAm y Sistema Nacional de Medios Públicos Sociedad del Estado, inició acciones judiciales a fin de obtener la indemnización laboral correspondiente por el despido sin causa.

A raíz de una serie de contradicciones del magistrado de primera instancia entre lo sentenciado y lo resuelto, ambas partes interpusieron recurso de apelación. Las demandadas se agraviaron que debieran abonar indemnización alguna, que tampoco corresponde diferencia salarial alguna en razón de los decretos 896/2001, 1060/2001 y 957/2001.

Agregaron que si bien el juez de grado reconoció que el S.A.C. no puede ser utilizado para el cálculo de la antigüedad, en su parte resolutiva aplica el criterio inverso. Criticaron también, que el a quo entendiera que ambas debían responder, ya que cada una de las accionadas imputaron a la otra de la responsabilidad de cumplir la condena dispuesta.

Respecto del último agravio, TelAm había afirmado que el contrato laboral del actor se celebró y terminó dentro de la órbita del Canal 7 del Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. Esta última, por el contrario, consideraba que le correspondía a TelAm hacerse cargo del litigio en razón del Decreto 2507/2002.

Este decreto transfería a TelAm todos los juicios en trámite en los que haya participado el Sistema Nacional de Medios Públicos.

Por su parte, el actor criticó que no haya considerado el magistrado de primera instancia al preaviso –artículo 43 inciso “d” de la Ley 12.908- como parte del agravamiento indemnizatorio previsto en el artículo 16 de la Ley 25.561.

La Cámara desestimó la mayoría de los agravios de las demandadas. Hizo lugar a la no correspondencia de la diferencias salariales por los decretos 896/2001, 1060/2001 y 957/2001 –dejando a salvo la opinión personal-, en virtud de lo resuelto la Corte Suprema de Justicia de la Nación en este punto.

Le recordó la alzada a los demandantes, que es criterio del Alto Tribunal de la Nación, que si se produce una contradicción entre los fundamentos y el resolutorio, debe primar lo establecido en el resolutorio, por lo que confirmó la aplicación del S.A.C. en el cálculo de la antigüedad.

Respecto de la solidaridad de la condena, la Cámara entendió que ”no asiste razón a las quejosas pues el accionante actuó como coordinador ejecutivo periodístico de Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. no sólo en una unidad Télam, sino también en Radio Nacional y Canal 7, entre noviembre de 2001 y marzo o abril de 2002... y la notificación del despido fue emitida por Sistema Nacional de Medios Públicos S.E.”, debiendo responder ambas más allá de las acciones entre estas.

Los magistrados hicieron lugar a la queja del agravamiento del preaviso, por lo que elevaron la condena a $229.476,04.

Por ello, la Cámara Nacional del Trabajo, modificó parcialmente la sentencia de primera instancia, ordenando a TelAm y al Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. la suma de $229.476,04 más los intereses moratorios fijados en el fallo de grado.
Fuente: Diario Judicial

domingo, 20 de agosto de 2006

Mirá vos...

Versión libre de una reunión en Aire Libre.

Formas del pan, secreto de las cosas
Raúl González Tuñón

Martes, 18:10. La reunión de comisión comienza con diez minutos de retraso. Es increíble. Nunca, claro, es menos de media hora. Cediendo un resquicio a mi vanidad, me pregunto: ¿Será un avance de la puntualidad de antaño en desmedro de la impuntualidad de hoy? Embalado, avanzo: Los sesentistas-setentistas, ¿estaremos cambiando hábitos ochenta-noventistas?. No logro enfervorizarme, me lo impide un modesto ataque autocrítico, en dos movimientos:

1.- Si sólo fuera respeto al horario...

2.- Nosotros: ¿No tendríamos que cambiar algunos hábitos?.

Además, sigo firme en la nueva costumbre que inauguré hace dos días: no confundir más golondrina con verano; por lo tanto decido esperar antes de sacar conclusiones; por otra parte, no se trata de una competencia, sino de intentar una nueva síntesis; me digo y sé que es un lugar común tan repetido como desvirtuado, pero suelo enunciarlo para que no crean que soy de esos sesentistas que se pasan jurando que esa generación de militantes no tiene igual; faltaba más, no soy de ésos. Bueno, a veces...

Hoy la reunión promete ser tranquila, aprovecharé para observar gestos, actitudes, palabras que me ayuden a conocer mejor a mis sorprendentes compañeros, algunos conocidos de varios años, otros casi flamantes, todos activistas de esta especie de isla solidaria, que no solitaria, que es Aire Libre, Radio Comunitaria, Centro de Comunicación y Educación Popular, y varias cosas más. Entonces, ya está decidido: hablar poco, escuchar mucho y mirar atentamente hasta la mínima expresión para traducirla en ideología, sabiendo los riesgos de toda traducción, incluyendo las que se ocultan bajo el rótulo de interpretaciones.

Hemos juntado tres mesas tipo de café para lograr una rectangular; me acomodo en la del medio para ver mejor a todos. A mi izquierda, se sienta Estela, a mi derecha, Jaquelin; en las puntas y del otro lado de las mesas se han sentado, en el sentido de las agujas del reloj, los históricos: Luisa, Beto, Claudia, Poyo, Claudio. Qué gente macanuda, me digo para mí y dejo para alguna oportunidad decírselos a ellos, que no se la crean demasiado... Pero sí, son buenos; años y años de esfuerzo e imaginación, lograron que, paso a paso, se pasara de transmitir desde diversas cocinas caseras a hacerlo desde este local, propio y comunitario, que nos cobija. Han trabajado mucho y bien. Los escucho.

Luisa, tesorera, después de retar al Poyo, pide la palabra para informar acerca del estado de las cuentas; detalla rigurosamente los gastos, plantea las necesidades para la próxima actividad y reta al Poyo, ya que no recordaba si lo había hecho. Anuncia que el balance está algo atrasado, pero que tuvo una reunión con el joven que lleva los libros y le exigió que pusiera el trabajo al día. Como el chico se puso triste, en seguida lo invitó a comer, pobre muchacho... Por la voluntad y el cariño que pone en cada tarea, esta mujer podría haber militado en los sesenta, en los setenta, le susurro a Estela; claro, ya lo pensé, responde (casi siempre la misma respuesta, casi siempre me sorprende mi lentitud).

Beto, informa de su viaje a Mar del Plata, donde fue invitado para participar de un Seminario sobre producción radial. Después de dejarnos boquiabiertos con su despliegue de tecnicismos, nos informa de cambios en la programación, y la marcha del informativo mañanero, con dos o tres salidas de 9 a 12, contando con la ayuda desde exteriores del formidable Daniel, el que no se enoja nunca. Beto sabe más de lo que parece, pienso, siempre me sorprende, tanto por sus trabajos como por su cuidada elegancia. Hoy, por ejemplo, su pantalón deportivo 1993 luce un agujero nuevo, redondo, perfecto; así también sorprende la vistosidad del cordel con que sujeta su negra cabellera; aprovechando que gira la cabeza para responder a Claudio, que estaba en desacuerdo por las dudas, veo con sorpresa que el sujetador del pelo no es otra cosa que el cordón de su zapatilla 1991; pienso: mañana viene el evaluador belga que mandó la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, y una duda me atornilla: ¿cambiará el cordel para el pelo, o dejará la zapatilla medio desprendida? No sé por qué, apuesto por esta última posibilidad. Además de la actitud militante, por este desapego por la ropa y actitudes anti frívolas este pibe parece setentista, casi digo. Pero no, a ver si cae mal, o piensan que uno tiene fijaciones con determinada época...

Claudia pide atención, atención, (faltó que dijera niños) para informarnos acerca de un nuevo programa de capacitación, que se sumará a los de operadores radiales, de computación, de diseño gráfico, etc. Creo entender que éste es para buceo marítimo con tendencia comunicacional hacia los delfines, programa que están dibujando, perdón se excusa, armando conjuntamente con el Poyo y Jaquelin, que asiente con la cabeza para que no creamos que es charlatana.

Aunque pensando en otros tiempos me distraigo, podría jurar que la docente irredenta prosigue así: si logramos que aprueben el programa informa con firmeza desconocida en ella, tan tímida nuestra red de pescados inteligentes crecerá y crecerá, se exalta (raro tan modosita). Fíjense, chicos nos dice cediendo al vicio profesional que con este programa redondearíamos una propuesta en educación comunicacional que parte de la tierra y llega al mar expandiéndose por el aire, que es libre, y si es libre es nuestro, concluye apasionadamente, cosa que me asombra en ella, tan medida y retraída. A falta de mar, concluye el informe, los trabajos prácticos se harán en el río, en jurisdicción de la isla El Espinillo; por supuesto, ella supervisará todo personalmente, para lo cual esos ejercicios prácticos se deberán hacer entre las 3 y 5 de la mañana, lapso en que no tiene nada que hacer. Voluntad no le falta, precisamente. Que no me digan que esta mina no es setentista pura, casi digo; pero me callo, no vaya a ser que me acusen de publicitar el voluntarismo...

El Poyo, después de cebar un mate y dárselo, como siempre, al que tiene al lado (¿en qué ranchada lo habrá aprendido?, me pregunto a diario), nos cuenta que ayer estuvo el Secretario de Comunicaciones de Surinam, según creí entender, y este mediodía el presidente de una asociación de radios intergalácticas, según registré. Por supuesto, después de hablar con él y con Claudia, ambos visitantes se sintieron en deuda con la radio, con los pobres, con el planeta, lloraron arrepentidos por ser tan egoístas y se ofrecieron a donar dos horas por día de trabajo voluntario; Jaquelin quedó encargada de elaborar un programa a distancia, apropiado para ellos; Poyo estableció una línea de comunicación directa con los dos, les pasó la carpeta de programación para la mañana y espera que, al menos, saquen un decreto de necesidad y urgencia para que no paguemos impuestos, ni en Surinam, ni en Marte. Ah, sigue, recién se acaba de ir la concejala que busca barrio. Por último comenta también sin reírse que cierto Instituto ha prometido responder a nuestra propuesta, sin falta, la semana próxima, como todas las semanas.

Advierto que he comenzado a conocer las costumbres de Poyo. Sí; antes que lo dijera, yo sabía que en estos días estuvieron personajes importantes. Lo supe por su aspecto y su indumentaria. Aclaro: Poyo se inscribe en la misma línea de elegancia de Beto, pero sólo que más selectivamente. Se afeita y se peina cuando su pareja se lo exige, selectivamente. Como estaba solo, esa pista me hizo fácil imaginar lo probable de las visitas a la radio. La otra pista era el calzado: si lo llaman para algún reportaje televisivo (fue a varios) o viene a la radio algún personaje público de relevancia, él se pone las ojotas playeras que le regalara el Negro Nuñez en el 85, cuando lo llenaba de buena ideología. Poyo es un gran organizador, no descuida ningún flanco, ni desprecia ningún aporte, me dice Estela aprovechando que el ruido del mate que logró expropiar amortigua el sonido de su voz; sí, le escribo por no tener mate; nos hubiera venido bien hace treinta y cinco años; además, no quiero comparar, pero ideológicamente, éste es de los nuestros; por la edad podría ser ochentista, pero no le es. Ojo: seguimos sin decirlo, para que nadie crea (o sospeche) que somos de los que insisten en levantar posturas ideológicas semejantes a las que nos empujaban a cambiar el mundo hace más de treinta años, o que nos preocupamos en descubrir hermandades ideológicas en todos los que nos caen bien; ¿nosotros?, no, para nada, apenas somos cronistas...

Jaquelin en un esfuerzo de oratoria que nos deja perplejos, habla tres minutos y medio casi sin parar; nos cuenta de los progresos de los cursos que se brindan, destacando la muy buena onda de los capacitadores; agrega no puedo jurarlo pero estoy casi seguro que se ha planteado una campaña para aumentar la cantidad de cursos y avisa: todo aquel que se acerque será convocado a enseñar algo, interdisciplinariamente. «A capacitar se ha dicho», es la consigna de la hora; si no entendí mal, propone que Fernando, que es diseñador gráfico, dé cursos de oratoria, y ahí no sé; y que Cris, todóloga inquieta de a mil por hora, enseñe yoga reflexivo. Vaya a saber a quién le propondrá dar baile flamenco radial... Mientras ruego que no sea a mí, escucho el susurro de Estela: esta piba no es noventista para nada; me hace acordar a... Cierto, tal vez un poco más flaca...

Claudio, hasta esta reunión encargado de las actas, es rigurosamente honesto; literalmente: le pone ausente sin aviso al que no venga, así se rumoree que el susodicho esté en terapia intensiva, o dedicando sus esfuerzos a subir la escalera caracol que lleva a la biblioteca cargando 2.324 libros. Eso sí, hay que reconocerlo: en la reunión no estaban y el acta debe decir la verdad; como cronista es veraz y la verdad, se sabe, es inflexible. Luego señaló los 245 errores que cometimos en los últimos 3 años, y concedió 4 aciertos parciales que se dieron en el mismo lapso. ¿Por qué será tan concesivo? juego mentalmente. Este crítico-autocrítico sí que nos hubiera venido bien en los sesenta-setenta. Excelente periodista, tiene uno de los mejores programas de informaciones y comentarios; estoy buscando la forma de decírselo sin darle oportunidad a que me diga que no está de acuerdo. Hoy, dijo dos chistes seguidos: nos paramos y aplaudimos emocionados. Él, apenas se sonrojó. Grande, maestro, te incorporamos a la lista, pero no te lo vamos a decir; para no provocar discusiones epocales...

En el cierre de la reunión, distribuimos algunas tareas que se anotan cuidadosamente: Claudia les pide (es un decir...) a Bernardo y a Nicolás que repartan volantes propagandizadores de nuestras actividades. Los convence para que cubran un pequeño espacio: desde el río hasta Circunvalación hacia el oeste, hasta el arroyo Saladillo en el sur, hasta el control para el norte; claro, empezando a las seis de la mañana (hora que en general los chicos ya están desayunados y peinados, listos para el aporte). Estos pibes también pintan lindo, empiezo pero me freno porque ya, antes que se vaya, debo chantajear hábilmente al Poyo para que, aprovechándome de su compañerismo, nos arrime hasta Córdoba y Solís, con lo cual nos ahorramos media hora. En los pocos minutos que dura el viaje, hablamos de... la radio, claro; mejor, de Aire Libre.

Ya en el 110, comentamos la reunión con Estela y concluimos remedando a Fellini en que la nave va. Nosotros, que hace ya varios años la abordamos en plena navegación, tratamos de acompasar nuestro ritmo al del conjunto y, remada más, remada menos, creemos haberlo logrado. En casa, mientras brindábamos por la isla solidaria y sus constructores, el diálogo fue sencillo y breve:

Estamos bien en la radio.

Y, con esta gente...

La organización no es muy ortodoxa, no está diseñada en ningún manual, pero funciona.

Y..., tal vez que de esta manera se manejan las radios comunitarias...

¿Vodecí?. Mirávo... (Somos rosarinos)

Estaba pensando... ¿cuando se hable de cuestiones ideológicas, les decimos que podemos jurar que por su comportamiento son, propiamente, sesentistas-setentistas?

Ni en joda, vamos a parecer unos veteranos nostálgicos forzando semejanzas. Mejor y como anunciar estoy seguro es síntoma de polémico certecismo les comentamos: nos parece que ustedes representan la buena onda del nuevo siglo. Total, no mentimos.

Cierto, para qué alardear; de últimas, con otras formas, es el mismo pan...

Mirá vos...

Relato de Manuel Suárez, compañero de trabajo de nuestra casa.
© 2001 - Aire Libre

viernes, 9 de junio de 2006

San Luis: Clausuraron TVC Mercedina

Una orden del juzgado federal de San Luis, que actuó para hacer cumplir una disposición del Comité Federal de Radiodifusión, clausuró el viernes último a TVC Mercedina, uno de los dos canales de cable que tiene la segunda ciudad de la provincia, que no habría tenido la habilitación correspondiente para transmitir
Por: Gustavo Senn, gustavosenn@argentina.com
Ese día, los empleados del canal hicieron un piquete frente al lugar donde trabajaban, reclamando que no se cierre su fuente laboral. Por su parte, los abonados pedían que les devuelvan el dinero que les han cobrado de la cuota, porque esta es ya la seguda oportunidad en que pasan por la misma situación, pero esta vez podría ser definitiva, según trascendió.
El conflicto implica a dos sectores empresariales poderosos de la argentina, por una parte al denominado Grupo Vila - Manzano, oriundo de Mendoza, propietario del Supercanal, que fue quien interpuso la primera demanda en contra de TVC Mercedina. La empresa clausurada se le adjudica al grupo empresario de Victorio Américo Gualtieri, conocido en la argentina más que por su vinculación con los medios, por su presencia permanente en la obra pública. En San Luis es también conocido por las falencias que presentaron los diques que construyó, principalmente uno que es emblemático, el de Nogolí.

Monopolio de los medios
En una conferencia de prensa que brindó Diego Sosa, el gerente de programación de TVC, acusó a su competidor de "querer mantener el monopolio de los medios" y también adelantó que utilizarían todos los medios legales a su alcance para "revertir el cierre".
En un parte de prensa que se distribuyó, señala que "TVC Mercedina S.A. pone en conocimiento de los abonados y de la comunidad de Villa Mercedes que a instancia de la firma Supercanal S.A. el juzgado federal de la ciudad de San Luis ha ordenado el cumplimiento de una medida cautelar dictado en los autos caratulados Supercanal S.A. contra TVC Mercedina S.A. s/ expte. 402/05 en virtud de la cual se ordena la clausura de nuestra empresa".
"La extrema medida supera los límites imaginables y desde el punto de vista estrictamente legal nos vemos impedidos transitoriamente de evitar tamaña sanción, aunque desde ya adelantamos que no bajaremos los brazos y lucharemos en el campo judicial y administrativo para demostrar que la deleznable maniobra realizada por Supercanal... no es mas que la respuesta a la sana competencia."
En otro párrafo del comunicado denuncia cómplice al propio ComFeR (Comité Federal de Radiodifusión) diciendo: "maniobras arteras y oscuras en las que ha participado abiertamente el ComFeR han derivado en una injusta sanción..."

Contrasentido
El contrasentido es que en la ciudad de San Luis, tanto TVC Puntana, como Carolina Cable Color, la dos empresas más fuertes, que se reparten la porción más amplia del mercado, son propiedad del grupo Gualtieri. También aquí está presente el otro grupo empresario, a quien se le adjudica la propiedad del canal de cable que está en el sector sur de la ciudad: CTV.
En Juana Koslay, la empresa oligopólica, eligió a Carolina Cable Color -el mas costoso de los dos servicios- para que lleve la señal a los abonados.
En el caso del barrio Cerros Colorados, esa empresa consiguió torcer el deseo de los vecinos de mantener su espacio aéreo libre de cableado, ya que el Concejo Deliberante, sin atender al pedido del 60% de las familias que allí viven y lo dejó asentado con su firma, derogó una ordenanza que obligaba al tendido subterráneo.
Esa misma norma legal, junto a otra que la complementaba, obligaba a Telefónica de Argentina a realizar el tendido bajo tierra, permiso concedido por la gestión de Nora Videla, un día antes que fuese sancionada la medida consensuada por los vecinos y el Concejo Deliberante.
Fuente: Periodistas en la Red

Los vecinos reclaman la reapertura de TVC Mercedina
Vecinos de La Ribera interpretan que Supercanal le “falta el respeto” a la comunidad. Consideran que la empresa que ejerce el monopolio de la televisión por cable “urdió maniobras” que desencadenaron el cierre de TVC Mercedina
Pese a los reclamos y gestiones los vecinos de La Ribera nunca pudieron conseguir que Supercanal les extendiera el servicio de televisión por cable. Finalmente TVC Mercedina lo hizo, pero se encontraron el viernes pasado con la sorpresiva interrupción de la señal, situación que relacionan con las “maniobras urdidas por la empresa” que hace 13 años ejerce el monopolio en la explotación del servicio en la ciudad.
"Supercanal le falta el respeto a la comunidad” sostuvo Carlos Marinelli, uno de los vecinos de La Ribera, quien recordó que desde hace tres años “los vecinos iniciamos las gestiones e intentamos en varias oportunidades pedir que Supercanal extendiera el servicio, pero la respuesta fue siempre negativa. Nos daban como respuesta que no les convenía”.
Marinelli contó que “cuando TVC Mercedina comenzó a emitir la señal en nuestro barrio, sorpresivamente Supercanal apareció ofreciendo el servicio con dos meses gratis. Y agregó: “Nosotros entendemos que todas las empresas tienen igual derecho de trabajar y nosotros la posibilidad de elegir qué servicio queremos”.
Algunos de los vecinos y abonados a TVC participaron en la manifestación que se realizó en la tarde del lunes y concluyó con el corte de la Autopista Serranías Puntanas para reclamar la “pronta solución al conflicto y la reapertura de la empresa”.
El corte no fue total pero atrajo la atención de los cientos de conductores que circulan por esa ruta internacional. La actividad de los manifestantes se limitó a “frenar” los vehículos, distribuir folletos y explicar la situación que están padeciendo. Participaron de la protesta integrantes del gremio de la UOCRA, concejales, entre ellos Sandra Zabala y Roberto Rovira, como también empleados, abonados y encargados de la empresa sancionada por la Justicia Federal.
La situación generada por un fallo que desencadenó en el cierre de la nueva empresa de cable el viernes, por supuesto incumplimiento de la Ley de Radiodifusión, tuvo una notoria repercusión en la comunidad. Además de abonados y empleados de la empresa, el Municipio y el Concejo Deliberante se manifestaron en apoyo a la libre competencia y en rechazo al monopolio.
Ayer, el concejal del PJ Aldo González Funes brindó también su postura con respecto a la situación que atraviesa la empresa TVC Mercedina. Dijo que “en San Luis lo que prevalece es la inversión y la fuente de trabajo. Es una política de estado que siempre manejó la Provincia y, como consecuencia, también en el Municipio”.
El concejal, quien asumió en el cargo en diciembre pasado, comentó a El Diario que había estudiado detenidamente la situación: “Teniendo en cuenta a las dos empresas que prestaban el servicio de televisión por cable en la ciudad, Supercanal y TVC Mercedina, el Municipio había intentado darles un tratamiento igualitario, porque, en principio, ninguna de las dos reunía los requisitos suficientes para estar habilitadas. Lo que pasa es que, en ciertos casos, el Estado tiene que aplicar criterio y en este sentido la postura del Municipio fue beneficiar a la comunidad para no dejarla sin el servicio de televisión por cable”.
Sostuvo que la Intendencia “a cada una de las empresas les dio la posibilidad de que comenzaran a funcionar mientras completaban los requisitos, fundamentalmente las habilitaciones del Comfer. Existen decretos del Municipio al respecto y compromisos de las empresas que avalan esta afirmación”.
Comentó que en el caso de TVC Mercedina “tenía una licencia que había caducado y el Municipio le pidió una actualización. Pero, para no privar a la comunidad de un nuevo canal y apostar a la sana competencia le fijó un año de plazo para que el Comfer le actualice la licencia” y señaló que la situación de Supercanal “no es del todo clara” ya que la firma “absorbió los bienes de CTC, que sí tenía licencia del Comfer. Esta licencia venció en 2002 y creo que el trámite de actualización como de transferencia de licencia no está cumplido”, agregó.
González Funes dijo que “en las audiencias con los empresarios de TVC se les pidió que así como el Estado Municipal le concedió un año de plazo para que completaran la documentación, se garantizara la estabilidad laboral a toda la gente del canal hasta que se solucione el tema”. “En ese aspecto estamos dispuestos a acompañarlos porque entendemos que hay que defender el trabajo, como también a los consumidores”, concluyó.

Supercanal, en silencio
César Aguilar, gerente de Supercanal (una empresa que pertenece al grupo de multimedios de José Luis Manzano y Daniel Vila), al ser consultado por El Diario y FM Tiempo, se excusó: “No queremos, ni creemos que tenemos la obligación de salir a decir nada. Por el momento no vamos a hacer ninguna declaración”.
Desde el principio la postura de la gerencia de la única empresa de televisión por cable que está funcionando en la ciudad de Villa Mercedes fue de neto ataque hacia su competidora, ya que el año pasado “acusó” al Comfer porque TVC no estaba “cumpliendo” con la Ley de Radiodifusión, lo que motivó una resolución del comité en contra de la nueva firma.
Fuente: El Diario de la República

viernes, 2 de junio de 2006

Comisión en defensa de la libertad de expresión: La comunicación, un derecho humano

Fue creada hace cinco años por el Sindicato de Prensa. Concentró desde entonces las denuncias por agresiones a periodistas. Pero además, instaló entre las organizaciones sociales la necesidad de pelear por el derecho a la información como una política cotidiana
Por: Rodrigo Miró
Alicia Simeoni y Alicia Salinas son dos de las integrantes de la "Comisión en defensa de la libertad de expresión y del trabajo periodístico", creada por el Sindicato de Prensa de Rosario hace unos cinco años. Una trabaja como periodista en el diario Rosario/12, otra en el diario El Ciudadano. Como llevan el mismo nombre de pila, y el apellido de ambas empieza con la letra ese, casi dan ganas de arrancar la nota con un chiste, y preguntar si las iniciales que comparten son un requisito para participar del grupo. Pero enseguida, Salinas se encarga de empezar hablando bien en serio: "Intentamos que nuestro trabajo esté vinculado todo el tiempo a la comunidad, porque la libertad de expresión es un problema que excede al hecho de que a un periodista le peguen una piña cuando va a hacer una nota. En realidad, este espacio está abierto a colegas y a organizaciones sociales. Desde aquí, procuramos asistir en los casos puntuales, pero también instalar la problemática como tema de discusión pública. Y esta, creo, es una batalla que nos tenemos que dar como sociedad".

La Comisión funciona desde 2000 bajo la órbita del Sindicato de Prensa de Rosario, pero desde el vamos intentó trascender la frontera de lo gremial. Simeoni recuerda, justamente, las primeras ideas que fueron dando forma a este equipo: "Antes, se habían tenido en cuenta fundamentalmente problemas gremiales, de salud y casos de agresiones a compañeros. Pero no había habido una política de instalar la defensa del derecho a la información como una política más cotidiana. Lo primero que tendríamos que decir es que para nuestro trabajo acá partimos de considerar a la información como un derecho humano. Esto, en tanto facilita el conocimiento de otros derechos, y es un puente hacia la toma de decisiones. Creo que ese es también nuestro trabajo, como periodistas. Poder poner la información en manos de la sociedad, para que esta pueda ser realmente soberana".

De las denuncias a la pelea política
En estos años, la Comisión se fue organizando con reuniones semanales en las sus integrantes se encargan de juntar datos que interesen. Y aunque en los primeros tiempos, se procuraba hacer sobre todo seguir denuncias por presiones o agresiones a periodistas rosarinos, con el tiempo fueron atendiendo casos de colegas de otras ciudades. Y además, fueron aprendiendo que podían tener nuevas líneas de acción. Alicia Simeoni lo explica así: "Cuando decidimos desde el gremio atender este problema, no sabíamos sobre el tema todo lo que conocemos hoy. En cierta medida, fuimos aprendiendo y estudiando mucho para conocer cuáles son las prioridades a la hora de defender el derecho a la información libre. En un principio pensábamos sobre todo en las amenazas contra nuestros colegas, pero después se fue dando otra perspectiva". 

Esta nueva línea de trabajo, les permitió encabezar varias luchas políticas en la provincia, vinculadas a la libertad de expresión. Una de ellas, la pelea por la sanción de una ley que le permita a cualquier ciudadano el acceso sin restricciones a la información pública. Para esto, la comisión organizó varias charlas a las que se invitó a numerosas organizaciones sociales. Incluso, el último 29 de septiembre el Sindicato de Prensa fue el principal impulsor de una manifestación frente a la sede de la Legislatura en la capital provincial, para insistir a diputados y senadores en la necesidad de la norma que termine con los secretos en la vida política santafesina.

Desde la comisión, explican en este sentido que la propia Constitución Nacional habla de legislar sobre libertad de expresión desde su reforma en 1994. Ese año se incorporaron a la Carta Magna varios pactos internacionales, entre ellos el de San José de Costa Rica. Y allí se establece en el artículo 13, que la libertad de expresión y el derecho a la información son la posibilidad para cualquier persona de buscar, recoger y difundir información.

Para Alicia Salinas, cotidianamente se viola este principio constitucional. Y para graficar lo que esto implica, elige una figura doméstica: "Cuando uno toma decisiones en su casa, como comprar útiles para sus hijos, saca un montón de cuentas. Para las decisiones que toma el gobierno en nombre nuestro, políticas de Estado, deberíamos como sociedad saber lo mismo, tener los datos que uno siempre quiere tener a nivel doméstico antes de decidir algo".

El debate en la sociedad
Además de las actividades que realiza periódicamente, para instalar en la agenda del debate público este problema, cada año la comisión presenta un informe. En el primero, que reúne lo hecho en 2000 y 2001, la carpeta da cuenta de la agresión vivida por Guillermo Brasca, periodista de Canal 3, en noviembre de 2000. Para Simeoni, ese caso les sirvió para darse cuenta todo lo que se debía avanzar para generar conciencia: "Nuestro colega estaba cubriendo una noticia en la que un policía entraba violentamente a una villa, a buscar a un grupo de personas que estaba acusada de robo. Y la gente de las casas de material, los que en el barrio estaban un poco mejor económicamente, no quiso que las cámaras del periodismo filmaran la represión policial. Desde ese lugar, impidieron el trabajo de Claudio Brasca. En ese momento recién nacía la comisión, y me acuerdo que nos dimos cuenta que en esos casos lo que indudablemente faltaba era una noción a nivel social sobre la importancia de que exista la información".

Sobre este punto, Alicia Salinas hace mención de un caso que considera emblemático. "El hijo de Villavicencio, el empresario de la salud privada atropelló con su auto hace unos años a un joven de apellido Stradiotto. El muchacho falleció, por lo que sus familiares y amigos se organizaron para hacer reclamos de justicia. Como el tema no salía en los diarios por las influencias que tenía Villavicencio, ellos  empezaron a hacer escraches frente a La Capital. Y de a poco, el tema se pudo ir filtrando en algunos lados, como noticia. Esto quiere decir que los periodistas tenemos una responsabilidad importante en la pelea por la libertad de expresión, pero nunca podemos quedar solos. Porque nosotros manejamos información, que es claramente un bien social, que no es nuestro y mucho menos de las empresas periodísticas. Sobre todo, con el actual marco de la concentración de los medios. Y si la sociedad no es consciente de su derecho a estar informada, es imposible que salga a pelear contra este tipo de cosas".

Las repercusiones en colegas y políticos
En la comisión –que además integra de forma permanente el periodista Claudio Andrés De Luca– se enorgullecen por el crecimiento en estos años. Cuando aquí en Rosario se empezó a trabajar con estos temas desde el Sindicato de Prensa, no había demasiados antecedentes. Hoy, los gremios periodísticos de Córdoba y Buenos Aires ya tienen su propia comisión. "Además, con el tiempo, dejó de ser un sello, una chapa. Suelen llamarnos periodistas agredidos en toda Santa Fe. E incluso, cada vez que hay una marcha a Tribunales en la capital provincial, se cierran las puertas para los manifestantes, pero también para nuestros colegas. Y la respuesta que inmediatamente tienen ellos es llamarnos a nosotros", relata Simeoni. Que enseguida admite que por este tema tuvo varios roces con Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema santafesina.

No ha sido esa la única discusión con el poder político. Después de aquel masivo acto en Santa Fe, la iniciativa por una ley para el acceso a la información pública fue aprobada por la legislatura. Sin embargo, en el camino se había modificado la el proyecto inicial: el senador justicialista Joaquín Gramajo, propuso incorporar cláusula por la cual, aquellos que necesiten acceder a la información que producen los diversos organismos del Estado, "debe acreditar un interés legítimo". De esta forma, aunque aprobada, es como si la ley no existiese. El propio gobernador Obeid vetó la norma por esta cláusula, pero la Legislatura no volvió a tratarla.

Bastante enojada, Salinas habla del senador Gramajo. "El nos dice algo ridículo. Se defiende argumentando que la sanción de ley tal como la pedimos nosotros y una cantidad inmensa de organizaciones sociales de toda la provincia y el país, sería ‘un despelote’. Porque todo el mundo vendría a pedir información, y ellos no tendrían estructura para cumplir con tanto pedido".

La censura existe
Sobre el final, las integrantes de la comisión hablan sobre los medios de comunicación locales, y las posibilidades de que haya libertad de expresión en medio de la impresionante concentración de las empresas periodísticas.

"En realidad –aclara Simeoni– hay un nivel de censura que funciona solapadamente, pero que es muy fuerte. Y de esto hay casos emblemáticos por su virulencia, y la complicidad de casi todos los medios. Uno es el de la proscripción que tuvo un dirigente sindical con trayectoria como Héctor Quagliaro. Y esto pasó durante mucho tiempo en los últimos años, por la cantidad de dinero que pagaba en publicidad un sector mafioso que manejaba ATE PAMI liderado por Raúl Praino. Ahora, Quagliaro fue declarado ciudadano distinguido de Rosario, y todos los medios lo pudieron reflejar, pero hace un tiempo, eso hubiera sido imposible. Otro ejemplo es el de la Asamblea Provincial por el Derecho al Agua. La empresa que manejaba Aguas Provinciales se fue, dejó de aportar grandes pautas publicitarias, y entonces ahora se puede hablar de un dirigente como Alberto Muñoz que siempre denunció las irregularidades en un servicio público tan vital como el agua. Pero hace fines de los ’90, esto hubiera sido imposible. En este sentido, la defensa de la libertad de expresión debe ser algo permanente".

Por eso, en la comisión insisten que se debe discutir en varios niveles. Denunciar cada vez que hay agresión a un periodista, pelear por las normas legales que permitan la circulación de información, pero también luchar contra un sistema de medios que concentra la comunicación y la publicación en pocas manos.

En este punto, Alicia Simeoni menciona el discurso del presidente Néstor Kirchner el último 25 de mayo en Plaza de Mayo. "Ese acto tuvo un dato central, el de la convocatoria a la pluralidad. Nosotros decimos que está bien, pero deberíamos partir, para que eso sea cierto, de que en nuestra sociedad pueda circular una pluralidad de voces que hoy no están. Entre otras cosas, por la brutal concentración de los medios de comunicación, que está favorecida por la actual ley de radiodifusión, que es la misma que tenemos desde la última dictadura. Si una sociedad quiere ser pluralista, no puede tener medios que no lo sean.

Y ojo que esto de los medios plurales no quiere decir que una vez cada tanto aparezcan todos los sectores. Porque los más pobres por ejemplo, los que han sido perjudicados por las políticas económicas de las últimas décadas, aparecen en los medios solamente en las páginas policiales".
Sobre el final, Salinas, agrega: "Esto que dice ella es vital para pensar la sociedad futura. Claro que como los argentinos estamos tan deprimidos económicamente después de años de devastación, que pareciera que algunos asuntos como una ley de acceso a la información pública, no fueran importantes. Por eso nuestro desafío es que la gente logre apropiarse de la pregunta vital, aquello de que el pueblo quiere saber de qué se trata, que es un interrogante que en este país ya va a cumplir doscientos años".

Pauta oficial y libre información
"Otro de los factores que atenta contra la libertad de información es la mala distribución de la publicidad oficial, que también es un derecho. Tengamos en cuenta que “la publicación de los actos de gobierno”, que es lo que en realidad debería ser la pauta publicitaria de los distintos niveles del Estado, muchas veces condiciona la información que leemos. Y en otros casos, hay medios de comunicación más chicos, generalmente muy críticos del poder, son silenciados a través de la discriminación económica. Porque al que se porta mejor y calla determinadas cosas, casi siempre le llega su cuota económica publicitaria. Si pensamos que ese dinero público es de todos debiéramos darnos cuenta, que el problema también es de todos", Alicia Simeoni
Fuente: enREDando.org.ar

viernes, 26 de mayo de 2006

Diga “whisky”, Osvaldo

Osvaldo Bayer
Por: José Pablo Feinmann
Un fotógrafo jovencito se entremete en el barrio de Belgrano, llega a una casa sencilla de la calle Arcos y toca el timbre. Abre Osvaldo. El fotógrafo le dice: “De Página/12, don Osvaldo”. Osvaldo arruga un poco el ceño y le dice al pibe no me digás “don”, eso se le dice a los estancieros o a los mafiosos, grandes enemigos míos de toda mi vida y con los cuales jamás pienso arreglar nada. El fotógrafo casi se cae sentado o, si se prefiere, de culo y le dice a Bayer (porque de él estamos hablando): “Vea, señor Bayer”, dice, “yo lo respeto mucho y para mí respetar a alguien es decirle ‘don’”. “Vas mal, pibe”, le dice Bayer. “El respeto no es sumisión. Respetar es una cosa, someterse otra. Someterse, jamás”. Será aconsejable decir que Osvaldo se ha levantado torcido esta mañana porque le ocurrieron dos cosas poco gratas con una amante que tiene. 1) Le sonrió y ella no le devolvió la sonrisa; 2) Le tiró un beso y ella nada, fría y despectiva ni lo miró. “¿Qué pasa, Marlene?”, preguntó Osvaldo. “Ayer no me dijiste ‘buenas noches’, ingrato”, dice la Dietrich, desde el retrato que cuelga exactamente sobre la camita en la que Osvaldo, cuando anda en soledades, suele dormir. “Te pido mil perdones”, arruga Osvaldo. “Venía atormentado. Hay días y hay noches así. En que a uno se le da por creer que el monumento a Roca se queda ahí. Hasta el fin de los tiempos, Marlene. Y eso me pone mal”. Pero Marlene, nada. Ni una sonrisa, nada. Osvaldo lo sabe: Marlene es fiera y dura, una alemana de aquéllas. De modo que mal no le viene esta intempestiva aparición del fotógrafo de Página/12. Acaso le mejore esta mañana con tristezas.

–Bueno, pibe –le dice–. ¿Qué querés?

–Tengo que sacarle una foto, señor Bayer.

–Bueno, vení. Pasá.

Entran y Osvaldo no le sirve un café porque tiene sobre las hornallas de la cocina 200 ejemplares de La Protesta que consiguió hace un par de días en el velorio de un anarquista. “Buen muchacho”, le comenta al fotógrafo, “aunque, a veces, se descarriaba escribiendo contra Di Giovanni. Como verás, Di Giovanni no le puso ni una sola bomba, ni una. Que si no, antes de ayer, no lo velábamos en su casa y en su cama y yo no birlaba esos 200 ejemplares que, honestamente, pibe, son un material invalorable. ¿Sos anarquista vos?” El fotógrafo se pone pálido y tose un par de veces. Al fin, dice: “No, señor Bayer. La verdá: soy peronista”. “Puta madre, pibe. Tan joven y ya extraviado. A ver, tomá”. Le da un ejemplar de La Protesta. –Leete esto. Por ahí levantás la puntería.

–¿Puedo? –farfulla el fotógrafo.

–Eso, ¿a qué viniste? –pregunta Osvaldo.

–A sacarle una foto, señor.

–¿Para?

–Para la tapa de Página/12.

–¿Para la tapa? Qué, ¿ya me dan por finado?

El fotógrafo le dice que no. Que se votó en la redacción y todos, por unanimidad, decidieron que quien debía salir de una vez por todas en la tapa del diario y quedar en ese número homenajeado para la eternidad era el hombre más moral de la vida de los argentinos, que vendría a ser usted, señor, remata el fotógrafo.

–¿Están en pedo? ¿A quién se le ocurrió eso? –se encrespa Osvaldo.

–A todos, señor.

–Bueno, andá y deciles que están equivocados. Que todos sabemos que el hombre más moral de la historia de los argentinos es Sábato. Con acento, eh.

Y Osvaldo larga una carcajada tan sonora que el fotógrafo se sienta en un banquito para no caerse. Osvaldo tose, se ahoga, le salen lágrimas jocundas y por fin se recuesta contra la pared.

–Esta bien –dice–. Lo hago por vos, pibe. Seguro que te pagarán unos pesos por esto.

–No muchos, señor.

–Sacá la foto, dale. Pero con una condición.

–La que quiera.

–Marlene posa conmigo.

–¿Es su esposa?

–Es mi amante –sonríe Osvaldo, con esa picardía tan limpia que le sale cuando sonríe así, como todos sabemos que sabe hacerlo.

Descuelga el retrato de la Dietrich y se sienta junto a la cocina, junto a los ejemplares de La Protesta y pone el cuadro de Marlene sobre sus rodillas y lo mira al fotógrafo.

–Así está perfecto, señor.

–Pibe, si me decís una vez más “señor”, no hay foto.

–¿Y cómo le digo?

–Me decís “Osvaldo”.

Entonces el fotógrafo dice:

–Diga “whisky”, Osvaldo.

Y saca la foto.

Después le pide que le firme el ejemplar de Severino Di Giovanni que escondía en la mochila, lo saluda y se va.

Osvaldo cuelga el retrato de Marlene.

–Mirá vos, Marlene. Quién diría: la tapa de Página/12. Y así, ¿no? En plena juventud.

Esa noche, ella, que lo ama como no amó a ninguno de los numerosos hombres de su agitada vida, se inclina sobre él y lo besa en la frente, en los ojos y, con mucha ternura, apenas como una brisa tibia, en los labios.

Osvaldo se duerme feliz. Y sueña su sueño preferido, el que sólo sueña cuando ella lo besa como lo ha besado. Sueña que es de noche y un rayo poderoso pulveriza para toda la eternidad el monumento a Roca.

viernes, 27 de enero de 2006

Manzano te escucha

Por Luis Balaguer y equipo de política de revista Veintitrés
Tiene causas judiciales abiertas y con condena: todas revelan escabrosas pinchaduras telefónicas, aprietes y extorsiones. Lo que no se dice sobre un ex menemista, reciclado en polémico empresario.

José Luis Manzano quiere quedarse con el estratégico y codiciado negocio del agua, nada menos que en la tercera provincia argentina, Santa Fe, donde ya controla la Terminal 6 del puerto, otra posición de poder e influencia. Esa ambición podría limitarse a las páginas de información empresaria de cualquier medio, si no fuera por que Manzano no es un empresario común.

Porque el origen de sus inversiones aún es uno de los secretos mejor guardados de la Argentina. Y porque detrás de sus emprendimientos se esconde una sórdida trama de escuchas ilegales y prácticas extorsivas que signaron su meteórica carrera ejecutiva, borrando cualquier vestigio de aquel político que asomó con perfil joven, renovador y progresista a la salida de la última dictadura militar.

Hecha La Ley
El ex ministro del interior de Carlos Menem –luego autoexiliado en EE.UU. donde anudó lazos con el anticastrismo de Miami, para volver con traje de hombre de negocios y lobbista audaz– controla un nada desdeñable conglomerado de medios de difusión en todo el país. Tiene emisoras de televisión, de radio, diarios y revistas, con el beneficio de que nunca hubo poder con voluntad de aplicar estrictamente los requisitos que la Ley de Radiodifusión exige a los adjudicatarios de licencias (Julio Bárbaro, titular del ComFeR, acaba de referirse en términos más que indulgentes a la personalidad de Manzano en el semanario Perfil). Por ejemplo, “acreditar capacidad patrimonial acorde con la inversión y demostrar el origen de los fondos”.

El ahora diputado Rafael Bielsa, cuando era síndico general de la Nación, en el año 2001 presentó una denuncia penal en su contra por lavado de dinero que aún duerme en el juzgado de Claudio Bonadío. De igual modo “no pueden ser deudores morosos de obligaciones fiscales”, y sin embargo tiene en sus firmas deudas y embargos de la AFIP.

Se exige además poseer una “idoneidad moral”, difícil de defender si se compila la historia de “travesuras” que derivaron en maniobras extorsivas o, como se denomina en la jerga de los servicios, de “aprietes”.

Tecnología de punta
Su paso por el poder político en los ’90 le dejó a Manzano una nutrida agenda de oscuros personajes de la SIDE, reforzados en tiempos más recientes cuando su íntimo amigo Miguel Angel Toma comandó la central de inteligencia en el gobierno de Duhalde. En cualquier pasillo político es vox populi la influencia que ejerce en segundas y terceras líneas donde abunda mano de obra dispuesta a pinchar teléfonos, filmar de manera clandestina y hasta recurrir a los servicios de un hacker informático.

Bernardo Ruti, ex secretario de Daniel Vila –principal socio de Manzano–, reveló en un viejo programa de Día D que las escuchas telefónicas incluían a la ex esposa de su empleador. Que los equipos básicos utilizados habían sido obtenidos por el ex ministro menemista tras su paso por Interior. Que se había sumado sofisticada tecnología para efectuar las intercepciones desde los móviles de Supercanal –empresa propiedad de Vila-Manzano–, cuando las camionetas simulaban hacer reparaciones en el tendido de cables.

El listado de “travesuras” no puede dejar de contemplar casos como los que siguen.

Combatiendo a la capital
En noviembre de 1997, el grupo empresario que lidera Manzano compró a la familia de Ovidio Lagos el 75% del paquete accionario del multimedios La Capital de Rosario, pero no pagó lo acordado.

Carlos María Lagos los denunció por administración fraudulenta, asociación ilícita y estafas. El juez Carlos Triglia reunió pruebas y pericias para demostrar el vaciamiento de la empresa mediante fraudulentos préstamos de La Capital al Grupo Uno de Manzano-Vila. "Se disponía a decretar procesamientos cuando comenzaron los problemas para el respetado juez. Le inventaron una causa por coimas para apartarlo de esta investigación. Y a pesar de ser sobreseído, su salud resultó minada. Falleció en abril del 2005.

“Esa injusticia lo marcó profundo. Le pegaron duro. La causa varió de rumbo y resultado. Una vieja y efectiva maniobra que esta gente ha implementado en otra provincia y con éxito”, denunció otro juez, Carlos Carbone, refiriéndose al caso del magistrado mendocino Luis Leiva, hostigado desde que ordenó prisión para Raúl Moneta, amigo y asociado del dúo Vila-Manzano.

En la acción civil, el Tribunal Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario, en un laudo del prestigioso tratadista Jorge Mosset Iturraspe, resolvió que Manzano y Vila debían ser removidos del directorio de La Capital Multimedios por un vaciamiento cercano a los 20 millones de dólares, que fue el motivo para que se presentara en concurso preventivo. Entre otras anomalías expuso que un préstamo de 6 millones de dólares tomado por La Capital a través de un crédito del Banco Nación fue desviado hacia el Grupo Uno de Mendoza. Pero el mismo día que debía cumplirse la medida de remoción, otro juez, Jorge Scavone, ordenó suspenderla mediante una insólita acción cautelar.

Aquel veredicto también señalaba que simularon cancelar una deuda de 6 millones de pesos con La Capital entregando acciones de una compañía (Arlink), cuyo patrimonio era inferior a 100.000 pesos, y además que una firma de ellos (Uno Multimedios) cobraba y retenía indebidamente la facturación de La Capital. Objetó también préstamos usurarios contraídos en su favor cobrándole a La Capital intereses del 3.000%, cuando en esa época la tasa era del 18% anual.

Para despojar a Lagos de su parte urdieron un irregular aumento de capital. Cuando se celebró la asamblea de accionistas, le trabaron la puerta del ascensor a su representante, impidiéndole que hiciera su oferta de capitalización.

Posteriormente una jueza ordenó suspender el aumento de capital suscripto por una sociedad que controlaban, que pretendía cubrirlo aportando inmuebles que fueron sobrevaluados hasta en un 1.000%, según sentenció la magistrada. Al día siguiente de dictar esa resolución, fue objeto de campañas de prensa y de la propia Corte provincial, según denunciara la revista Rosario Express, que dirige Eduardo van der Kooy.

En otra causa penal la jueza Alejandra Rodenas los acusó de vaciamiento al transferir a precio vil las acciones de las empresas del holding La Capital a una sociedad recién constituida con un capital de 12 mil pesos llamada Business & Zares. El diario La Capital lo vendieron en 6,5 millones de pesos, cuando en el contrato suscripto con Lagos fue tasado en 32 millones de dólares. Pero, no obstante que la pericia contable dio por acreditados todos los delitos, extrañamente la magistrada resolvió archivar la causa luego de que el diario La Capital la emprendiera contra su hermano, objetando su desempeño al frente de un hospital público de Rosario.

En aquellas acciones judiciales Lagos fue representado por Ricardo Silberstein, decano de la Facultad de Derecho, contra quien lanzaron una feroz campaña atribuyéndole tráfico de influencias para acomodar a su hija. Por toda prueba dijeron haber recibido en forma anónima unos cassettes con escuchas telefónicas, que en realidad eran intercepciones ilegales. Una investigación realizada por la Universidad de Rosario dictaminó que no hubo irregularidades.

Escalando los Andes
En Mendoza, al poco tiempo de lanzar su diario Uno, en competencia con el centenario Los Andes, publicaron en la tapa “Los Andes, así no”, dando cuenta de que habían sido víctimas de un espionaje empresario. "En los días sucesivos, bajo el lema “Los Andesgate”, todos los medios del grupo difundieron escuchas telefónicas y videos –según ellos, avalados por la Justicia– con los que decían probar que un directivo de Los Andes había pretendido sobornar a la secretaria de Vila para obtener información sobre las pautas de la propaganda oficial del diario Uno.

La Suprema Corte de Justicia de Mendoza (Expediente Nº 79.441) confirmó las sentencias de primera y segunda instancia, condenando a Vila y a sus medios a indemnizarla, y dictaminando que las grabaciones telefónicas, que habían sido maliciosamente editadas, no fueron autorizadas por ningún juez como ellos difundieron, sino que, por el contrario, “fueron ilegales”, cometiendo “un acto civilmente antijurídico y culpable”, violatorio del “derecho a la intimidad y al honor”.

Control remoto
Manzano y Vila siempre quisieron comprar el Canal 9 de televisión de Mendoza, pero invariablemente se toparon con la negativa de su titular, Sigifredo Alonso, quien fue objeto de arteras campañas del desaparecido semanario El Guardián, de Moneta, con acusaciones difamatorias de todo tipo y tenor. Alonso denunció que era objeto de presiones para vender el canal, las que incluyeron un intento de secuestro. En dicha causa penal el juez Daniel Carniello ordenó la detención de Cristian Pérez Barceló, periodista de El Guardián y ahora en el staff de El Federal, a quien la Justicia le interceptó los teléfonos, surgiendo de las escuchas que las operaciones extorsivas eran dirigidas personalmente por Moneta. Y que había llamados cruzados con el diario Uno. Dos prostitutas testimoniaron que Barceló quiso contratarlas para “enganchar a Alonso y escracharlo en una filmación sexual”. La tecnología, a pleno.

La última novedad de la causa por el intento de secuestro de Alonso es que uno de los identikits se corresponde con la fisonomía de Marcelo “El Negro” Salcedo, un ex agente exonerado de la Policía de Mendoza, ahora custodio del grupo Manzano-Vila.

Modus Operando
En marzo del 2005, la Cámara Argentina de Anunciantes advirtió, en referencia clara pero sin señalar con nombre propio, que desde un medio de comunicación había presiones a una empresa. En buen criollo, la traducción era esta: información abundante sobre aumentos desmedidos de precios de la firma Unilever era la fachada para exigir publicidad. Unilever está entre las empresas que más invierten en ese rubro y expresamente había excluido de su pauta a América TV, donde Manzano ya era hombre fuerte.

La metáfora menemista de las “casualidades permanentes” calza como anillo al dedo ante la repetición de casos y mecanismos. Baste citar como último ejemplo de este resumido muestreo el de Magna Inversora. Bajo ese nombre estaban reunidos empresarios mendocinos que se asociaron a Moneta para participar en la privatización del entonces estatal Banco de Mendoza. Un grupo de esos empresarios se rebeló a mitad de camino y querelló a Moneta por administración fraudulenta. Curiosamente, el periódico El Guardián comenzó a “ocuparse” de empresarios ligados a Magna, que
–curiosamente también– fueron vendiendo sus acciones.

El último en resistir fue Jacques Matas. Lo doblegaron publicando supuestos amoríos, suyos y hasta de una nuera. Cuando el control de Magna fue uniforme, tomó el timón Daniel Vila. Su primer acto fue desistir la demanda contra Moneta. Hasta el cierre de esta edición, Manzano no respondió los llamados de Veintitrés

Así se pinchan los teléfonos
Hay, por lo menos, tres maneras de “pinchar” el teléfono en una empresa. La primera, con un empleado infiel y con conocimientos técnicos, a través del cual se intervienen las líneas telefónicas con la instalación de un transmisor en el tubo del teléfono. De acuerdo con la calidad del micrófono, se puede escuchar la conversación a una distancia que va de los 100 a los 500 metros.

El segundo método es intervenir la línea en la central telefónica respectiva. Para ello se necesita la connivencia de algún empleado o ex empleado de una empresa de telefonía que pueda identificar el lugar donde está el “cable par y terminal”, que es donde se colocará el grabador o el micrófono. Si es con grabador, hará falta cambiar el cassette con frecuencia diaria.

El tercer método es la intervención de las líneas telefónicas que se hace a partir de una autorización judicial. En estos casos, el espionaje se realiza desde la oficina de Observaciones Judiciales de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE), conocida como “OJOTA”. Allí, los espías cuentan con un sistema de escuchas legales que monitorea al mismo tiempo entre 5.000 y 7.000 números telefónicos. Según un especialista consultado por Veintitrés, este sofisticado sistema fue provisto al Estado argentino por la empresa Siemens. La computadora de “OJOTA” está conectada con todas las centrales telefónicas del país. Y su funcionamiento es bastante simple: apenas se dicta la orden judicial, los hombres de la SIDE escriben el número de teléfono en el software, presionan “enter” y la línea ya está “pinchada”.

Para las escuchas de conversaciones en teléfonos celulares se utilizan equipos denominados “receptores pasivos”, que monitorean hasta cien líneas en simultáneo. Tienen forma de maletín, y son carísimos. En nuestro país, las empresas que los fabrican los venden principalmente a organismos oficiales. Aunque también los pueden adquirir particulares, previa firma de un contrato avalado por un escribano público.

Qué bueno son los malos negocios
Según el Boletín Oficial de Mendoza, la finca que José Luis Manzano tiene en su Tupungato natal, fue rematada por deudas laborales. El predio está a nombre de Integra Consultores y Servicios, la sociedad que fundó con su ex pareja la modelo Alejandra Masilo cuando regresó al país luego de su exilio dorado en Estados Unidos. Al momento de comprarlo, la valuación fiscal era de 27.372 pesos. El precio de escritura fue 110 mil pesos. Y sin embargo, para la operación, Manzano recibió un generoso crédito de 1,2 millones por parte del Banco Credicoop.

Curiosamente, mientras remataba esa propiedad –remate, imagen de quebranto, de padeceres económicos– en otra subasta huellas manzanistas adquirían por 1,5 millones un importante viñedo de 220 hectáreas en San Rafael, que era de la Bodega Suter. Fuentes judiciales ligadas a ese expediente aseguran haber visto al ex diputado Jorge Matzkin y al propio Manzano en el remate y en la toma de posesión.

El síndico del concurso de Suter desmintió que Manzano fuera el comprador, sin embargo la conformación societaria de Asmac lo contradice. Figura en rol protagónico Patricia Gloria Azura, ex esposa de Miguel Ángel Toma y antes de eso secretaria privada de Manzano en la Cámara de Diputados. Azura aparece también en la creación de Grupo Vitivinícola de Tupungato, la empresa con la cual Manzano elabora su vino Altus.
Fuente: Revista Ventitres