martes, 29 de noviembre de 2022

The New York Times, Le Monde, The Guardian, Der Spiegel y El País piden a EE UU que no persiga a Assange

Una mujer sostiene una fotografía de Assange, durante una manifestación convocada ante la Embajada de Ecuador en Londres, cuando el fundador de WikiLeaks todavía se refugiaba en ella. 
Los editores y directores de los medios que publicaron en su día las informaciones más relevantes de WikiLeaks, la página web impulsada por Julian Assange, han pedido en una carta abierta al Gobierno de Estados Unidos el fin de una persecución que ha mantenido recluido durante una década al hacker más famoso de la historia reciente. Las cabeceras —The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País— alertan de que la inculpación de Assange es “un peligroso precedente” que amenaza con socavar la libertad de prensa.

Los diarios español El País, francés Le Monde, inglés The Guardian, estadounidense New York Times y alemán Der Spiegel pidieron el lunes a Washington que retire los cargos contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, por la filtración masiva de documentos clasificados.

Estados Unidos reclamó al Reino Unido la extradición del australiano, de 51 años. Busca juzgarlo por la difusión a partir de 2010 de más de 700.000 documentos confidenciales sobre sus actividades militares y diplomáticas, especialmente en Irak y Afganistán. Estas dieron lugar a la publicación de una serie de artículos por estos cinco grandes diarios.

Si se le declara culpable de espionaje, Assange podría recibir una condena de 175 años de prisión.

Tras siete años de refugio en la embajada de Ecuador en Londres, Assange fue detenido por la policía británica en 2019. Actualmente está recluido en una prisión de alta seguridad a la espera de su recurso contra la decisión del gobierno británico de extraditarlo.

"Obtener y revelar información delicada es una parte fundamental del trabajo diario de los periodistas", escribieron los responsables de los cinco periódicos. Subrayaron que "si este trabajo se criminaliza, nuestro discurso público y nuestras democracias se debilitan considerablemente".

Los diarios consideran que «transcurridos 12 años desde la publicación» de los primeros documentos "llegó el momento de que el gobierno de Estados Unidos ponga fin a su persecución a Julian Assange" porque "publicar no es un delito".

El grupo de directores y editores, que trabajaron todos con Assange, recuerda asimismo que «sintió la necesidad de criticar públicamente su conducta en 2011. Cuando se divulgaron copias no editadas de los documentos".

"Algunos de nosotros nos preocupan las acusaciones que aparecen en el sumario, según las cuales intentó ayudar en la intrusión informática de una base de datos secreta», afirman.

"Pero ahora nos unimos para expresar nuestra profunda preocupación por la persecución continuada a Julian Assange por obtener y publicar materiales clasificados".

Señalan asimismo que la vieja ley de 1917 contra el espionaje a la que se recurrió en este caso bajo la presidencia estadounidense de Donald Trump "nunca se había utilizado para procesar a un editor o a una cadena".

"Esta inculpación sienta un peligroso precedente y amenaza con socavar (…) la libertad de prensa", añaden en su carta abierta.

El mes pasado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, publicó nuevas directrices que protegen más a los periodistas. Pero no hacen presagiar cambios para el fundador de WikiLeaks.

Estas permiten procesar a los periodistas sospechosos de actuar como agentes de potencias extranjeras según un enfoque caso por caso para aquellas personas que no son consideradas periodistas en el sentido tradicional.
Las revelaciones de los hackeos de Wikileaks cobraron alta temperatura cuando la analista de Inteligencia del ejército estadounidense Chelsea Manning le brindó material sensible a Assange.

Manning le dio un video que se viralizó de inmediato. El mundo conoció esas imágenes que duran varios minutos como Collateral murder (Asesinato colateral) y se veía cómo,en 2007, desde un helicóptero estadounidense disparaban contra un grupo de civiles provocando la muerte de muchos de ellos. Dos periodistas de la agencia Reuters estuvieron entre los atacados.

En julio de 2010, ese video se dio a conocer y con el correr de los meses, Wikileaks, por la información dada por Manning, accedió a miles de documentos secretos. Por entonces, ella era soldado varón. Luego fue detenida, cambió de género, y estuvo en prisión por haber brindado material secreto. Por “reconocer” su accionar, ella consiguió la libertad.

Assange sufrió distintas persecuciones. Logró que la embajada de Ecuador en Londres le permitiera asilarse aunque con el tiempo y el cambio de autoridades en ese país latinoamericano, el fundador de Wikileaks terminó en una prisión inglesa y está a punto de ir a Estados Unidos donde los cargos por los cuales lo acusan le darían prisión de por vida, ya que la sumatoria de las figuras penales suman 175 año.

Según The New York Times, esos documentos contaban "la historia sin tapujos de cómo los gobiernos toman sus decisiones más importantes, las que tienen un costo más alto para el país en vidas y en dinero". Por eso las consecuencias para Assange fueron tan graves, señalaron este lunes 28 de noviembre los cinco medios, que recuerdan que Assange fue detenido en abril de 2019, fecha desde la que está "recluido en una prisión británica de alta seguridad utilizada normalmente para terroristas y miembros del crimen organizado"."Nos unimos para expresar nuestra profunda preocupación por la persecución continuada a Julian Assange por obtener y publicar materiales clasificados", denuncian los cinco medios, que critican también que el Departamento de Justicia de Estados Unidos usó a la Ley de Espionaje de 1917, que “no se había usado antes contra un editor”, para emprender las acciones contra Assange. La ley, recuerdan, “estaba pensada para espías durante la Primera Guerra Mundial”.

"Esta inculpación sienta un peligroso precedente y amenaza con socavar la Primera Enmienda de Estados Unidos y la libertad de prensa. Exigir responsabilidades a los gobiernos forma parte de la misión principal de la prensa libre en una democracia", continúan, añadiendo que "obtener y revelar información delicada es una parte fundamental del trabajo diario de los periodistas".

"Si este trabajo se criminaliza, nuestro discurso público y nuestras democracias se debilitan considerablemente", afirman y piden al Gobierno Joe Biden que terminecon la "persecución" a Assange. "Publicar no es un delito", insisten.
Foto: Getty
Fuentes: El País, Agencia AFP, Observador