Los ganadores del Premio Gabo de 2022 reivindicaron este viernes, durante la ceremonia de entrega que abrió el Festival Gabo en Bogotá, el periodismo lento, el periodismo con tiempo, que ha permitido hacer las mejores historias en español y portugués de este año, que han versado sobre la guerra de Ucrania, migración o tragedias silenciadas.
Recontar un hecho rápido, como el naufragio de un barco que llevaba "polizones" migrantes de África a Argentina o el incendio de un hogar en Guatemala. O ahondar en hechos tan traumáticos como la ocupación de un pueblo a las afueras de Kiev. Con detalle, historias hechas a muchas manos, revisitando temas que parecen agotados, es lo que este año ha premiado la Fundación Gabo.
"Quiero resaltar el periodismo lento, que respeta el tiempo que necesita un periodismo artesanal", que permite "bucear en los detalles, en los cómos y los porqués", afirmó el argentino Ricardo Robins (foto), ganador en la categoría Texto por "El polizón y el capitán", que cuenta el naufragio de un barco con migrantes y se publicó en el medio Rosario3.
Para Alejandra Gutiérrez, ganadora de la categoría Cobertura por "No fue el fuego" publicado en la guatemalteca Agencia Ocote, "el periodismo está siempre en una pelea frontal contra el tiempo porque el mandato, lo que se espera de nosotros y nosotras, es que lleguemos los primeros, que saltemos de un tema a otro, de una impunidad a otro".
En este reportaje multimedia, Gutiérrez y el resto del equipo de la Agencia Ocote, hablan sobre el incendio del Hogar Seguro que en 2017 se cobró la vida de 41 niñas y adolescentes. Una historia que, por su condición de suceso, tenía "como mejor aliado al olvido", pero que quisieron rescatar para "abrir ventanas y rutas para que un país y el mundo sepan" lo que sucedió en realidad.
Premiados en cinco categorías
Tres de los cinco premios han ido a parar a medios o periodistas argentinos, ya que además de Robins, fue premiada en la nueva categoría de Audio "La segunda muerte del Dios Punk", publicada en Erre Podcast por Nicolás Maggi (foto) y su equipo, y el fotógrafo Rodrigo Abd se llevó el premio de Fotografía por "El dolor silencioso de Ucrania" que realizó para Associated Press (AP).
Justamente, la otra protagonista de esta décima edición de los premios ha sido la guerra de Ucrania, ya que además del trabajo fotográfico de Abd, la categoría Multimedia se la llevó "Radiografía de un pueblo bajo ocupación rusa durante 30 días", publicado en El Observador de Portugal.
Tanto el equipo de El Observador como Abd quisieron reivindicar a quienes llevan meses bajo atrocidades y el yugo de la guerra y el fotógrafo argentino esperó que tanto sus fotos como los trabajos de los compañeros que están documentando la invasión rusa "sirvan como evidencias de masacres para que en algún momento alguien sea juzgado por lo que está pasando allá".
La ceremonia fue el broche de apertura del Festival Gabo, que se trasladó por primera vez a la capital colombiana, donde se espera que continúe, y que comienza justo el día en que se conmemoran los 40 años en los que Colombia se despertó con una noticia que ha marcado la historia reciente de un país donde lamentablemente se han acumulado las malas noticias.
El 21 de octubre de 1982, Gabriel García Márquez recibía una llamada: había sido el ganador del Premio Nobel de Literatura. Era el primer colombiano en recibirlo y le reconocían sus crónicas, sus historias sobre ese realismo mágico que en Colombia más bien se conoce como simple realismo.
Aracataca, su pueblo natal, se volvió una fiesta. Cocinaron sancocho (una sopa con verduras, tubérculos y carne o pescado) para celebrar un premio de todos aunque se lo hubieran concedido a García Márquez, que a pesar de ser reconocido como uno de los mayores literatos en español, se reivindicaba periodista.
"No quiero que se me recuerde por 'Cien años de soledad' ni por el Premio Nobel, sino por el periódico. Nací periodista y hoy me siento más reportero que nunca", aseguró el autor costeño en una entrevista poco después de haber sido reconocido con el Nobel.
Por eso, este año el Festival Gabo, la mayor fiesta del periodismo iberoamericano, rinde homenaje ese feliz aniversario pero también, una vez más, al mejor periodismo hecho en español y portugués.
Fuente: Agencia EFE