Eugenio Scalfari, escritor, fundador del diario "Repubblica" y uno de los grandes periodistas italianos del siglo XX, ha muerto a los 98 años, anunció este jueves el periódico al que estuvo vinculado toda su vida y que le ha despedido en su edición online con el titular "Adiós director".
"Nací en Civitavecchia el 6 de abril de 1924 a las 10.30 horas, en la última planta de un edificio construido a principios del siglo XIX en la plaza central de la ciudad". Así comienza su relato autobiográfico, con la austera minuciosidad de quien sabe que su vida -o más bien las muchas vidas vividas en una sola vida- fue una importante aventura. Un largo viaje en el que cruzó muchas otras existencias, influyendo en innumerables destinos y también en la historia de todo un país. Economista, inventor de periódicos, empresario, político, filósofo, novelista, poeta. Finalmente amigo también del Papa jesuita, creció entre las páginas de Diderot y Voltaire. Nunca trazó una línea, movido por una energía que no toleraba las fronteras. Eugenio Scalfari era oficial de la Legión de Honor.
Scalfari fue un intelectual fundamental de la historia italiana del siglo pasado, que combinó el periodismo con su compromiso civil y político, y su fallecimiento ha sido acogido con gran pesar en un país, del que fue una de sus mayores voces y a cuya modernización contribuyó como destacado antifascista.
Su muerte "deja un vacío insalvable en la vida pública de nuestro país. Fundador de L'Espresso y La Repubblica, que dirigió durante veinte años, Scalfari fue un protagonista absoluto de la historia del periodismo en la Italia de posguerra", dijo el primer ministro italiano, Mario Draghi, que aseguró emocionado que echará de menos su "amistad".
"La claridad de su prosa, la profundidad de sus análisis y la valentía de sus ideas acompañaron a los italianos durante más de setenta años e hicieron de sus editoriales una lectura esencial para cualquiera que quisiera entender la política y la economía", resumió Draghi.
El ministro de Cultura, Darío Franceschini, destacó su "ejemplo de periodismo civil" que "marcó con su obra la historia de la Italia republicana. Su fallecimiento deja hoy un vacío insuperable: es una voz y un pensamiento que todos echaremos de menos", dijo el ministro de Cultura, Darío Franceschini, nada más conocerse su fallecimiento.
Nacido el 6 de abril de 1924 y licenciado en Derecho, comenzó su carrera periodística en 1950 como colaborador en "Il Mondo" y "L'Europeo", semanarios que fueron punto de referencia de políticos e intelectuales de Italia.
Compaginó su labor de periodista con la política y colaboró en la fundación del Partido Radical italiano, del que fue secretario general adjunto.
En 1963 fue designado director de "L'Espresso", puesto que desempeñó hasta 1968, cuando regresó a la política y fue elegido diputado socialista en las elecciones de 1968, cargo que ocupó hasta 1972.
Cuatro años después fundó el diario "La Repubblica" al que imprimió un carácter crítico y progresista y que dirigió hasta mayo de 1996. Fue sustituido por Ezio Mauro, director de la Stampa, y se despidió del diario con el artículo "La República, una e indivisible".
Como director de "Repubblica", Scalfari se opuso rotundamente en 1990 a que el magnate de los medios de comunicación y ex primer ministro Silvio Berlusconi se hiciera con el control del grupo editorial "Espresso-Mondadori", en una dura batalla que terminó, tras la mediación del Gobierno, con el reparto del consorcio.
En 1996, cuando Scalfari dejó la dirección del periódico romano éste ocupaba el segundo lugar en tirada, por detrás del milanés "Corriere della Sera". Un año antes, "La Repubblica fue el primer periódico italiano de tirada nacional que salió a la calle con su portada en color.
Los siguientes años realizó publicaciones como "La ruga sulla fronte" (2001), "Articoli, 5" (2004). "Dibattito sul laicismo" (2005) "L'uomo che non credeva in Dio" (2008), mientras que sus últimos libros fueron "Per l'alto mare aperto" (2010). "Scuote l'anima mia Eros" (2011). "La passione dell'etica. Scritti 1963-2012" (2012) y "L'amore, la sfida, il destino" (2013).
"Adiós Eugenio, un siglo de periodismo y pasión civil", escribió hoy en un tuit su sucesor como director de Repubblica, Ezio Mauro.
Ese periodista "amigo" del Papa
Pesar de Francisco por la pérdida de Eugenio Sacalfari
"El papa Francisco recibió con dolor la desaparición de su amigo Eugenio Scalfari. Valora el recuerdo de sus encuentros y de sus conversaciones intensas sobre las grandes preguntas del hombre, algo que había compartido a lo largo de los años y encomienda su alma al Señor en oración, y pide que Dios acoja y consuele a los que estaban cerca de él", señalaron desde el Vaticano.
Así lo informó hoy en ANSA por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en referencia a una relación duradera con el legendario periodista, prácticamente desde el comienzo del pontificado.
Fue el fundador de Repubblica quien inició el vínculo.
En el diario, en el verano de 2013, pocos meses después de las elección de Jorge Bergoglio, había hecho al Papa algunas preguntas sobre la fe y sobre el laicismo. Luego vino la respuesta de Francesco: una larga e inusual carta en la que confiadamente le decía al periodista: "Podemos, tal vez, comenzar a hacer un tramo del camino juntos".
"A las pocas semanas, llegó la llamada telefónica desde las centralitas de Santa Marta que no olvidaré mientras tenga vida", había dicho un Scalfari inusualmente muy emocionado.
Pocos palabras solo concertar una cita y conocerse en persona. Y ahí nació esa amistad. "Buenos días, soy el Papa Francisco", dijo el Pontífice. "Puedo abrazarlo por teléfono?", replicó Scalfari.
"Claro, yo también te abrazo", deslizó Bergoglio y luego la broma del experimentado periodista: "Uno de mis compañeros de trabajo que lo conoce me dijo que tratará de convertirme".
Luego el 24 de septiembre del mismo año sobrevino una reunión en Santa Marta. Así nació la larga conversación sobre la fe y los grandes temas sociales que tanto debate causaron. Perplejidad es lo que se desató en ciertas áreas del catolicismo, especialmente en el lado más conservador, sobre todo por las reivindicaciones que surgieron sobre la primacía de la conciencia.
El entonces director de la sala de prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, se había apresurado a especificar que el texto publicado no había sido revisado por el Papa y eso debía considerarse en la reescritura de uno charla informal.
Pero los chats en estos nueve años de amistad han sido muchos.
Entre los que causaron revuelo estuvo el de 2018 en el que el Papa, según la reconstrucción publicada por Scalfari negó la existencia del infierno. En realidad, la relación entre Scalfari y el Papa no era la que se puede gestar entre un periodista y un pontífice. Estaba mucho más allá: un cariño, una gran amistad sobrevolaba entre ellos.
Las últimas veces que Scalfari fue a Santa Marta, ya con alguna dificultad de movimiento, el Pontífice lo había estado esperando en la puerta de su residencia y le abría la puerta para que saliera del coche. Una gentileza que el periodista nunca olvidó.
Cuando Francesco, en junio de 2021, fue hospitalizado para una operación de colon, Scalfari, unos días más tarde, escribió en su periódico: "Una vez vino a verme a una clínica romana porque sabía que yo no estaba bien y querías verme. Subió a mi habitación y se acercó a mi cama para darme una caricia y entregarme los más cariñosos deseos. 'Mejórate rápido', me dijo.
'Comprenderás que estas cosas afectan nuestra forma de pensar y de vivir para toda la vida', me insistió. Ahora esa caricia es devuelta".
Mientras viajaba al exterior con periodistas a cuestas, Bergoglio se acercó con discreción al corresponsal de La Reppublica para pedirle noticias del anciano periodista y enviarle sus saludos. Y lo hizo usando también frases bonitas que enfatizaban aún más la profundidad de una relación, más allá del periodismo y la fe.
El paro y la soledad como males de los jóvenes y de los ancianos, a los que también la Iglesia está llamada a responder, el proselitismo definido como sin sentido. Los males de la curia, el materialismo, la teología de la liberación. Pero también la relación con Benedicto XVI, hasta algunas afirmaciones impresionantes como "no hay un Dios Católico, ahí está Dios" fueron algunos de los temas abordados por el Papa en diálogos con el periodista. Pero no son los conceptos, la palabras, es la amistad entre los dos lo más sólido.
La última entrevista fue en 2018 pero estuvo viva a finales de 2021, cuando en uno de sus editoriales Scalfari citó palabras de Francisco. Sobre sus reuniones privadas y las llamadas telefónicas de los últimos años poco se ha sabido oficialmente, señal de una verdadera intimidad que ha ido creciendo de año en año.
Fuente: Agencias EFE, ANSA y La República