Por: Francisco Carrión
De Madrid a Kiev. En ambas ciudades, El Independiente. Y el periodismo como hilo, más allá de la cabecera y las circunstancias opuestas que habitan las dos latitudes. Antes incluso de que comenzara la invasión rusa de Ucrania, el equipo fundador de El Independiente de Kiev se había acostumbrado a la economía de guerra. Irrumpió en internet hace apenas unos meses, con la voluntad de crear un espacio donde reivindicar la independencia periodística, aquella que causa siempre la primera baja en tiempos de conflicto y en sus más inmediatos prolegómenos.
"Éramos el antiguo equipo del Kyiv Post, que fue despedido en noviembre por defender la independencia editorial frente a la injerencia de su propietario, que más tarde acabó cerrando el medio", explica Anna Myroniuk, una de las almas del proyecto. Myroniuk habla con El Independiente tras semanas de intenso trabajo, en medio de territorio hostil.
En el lapso del último mes y medio siete profesionales han dejado de contar la guerra. El último en sumarse al desolador listado de pérdidas es Maks Levin, un fotoperiodista ucraniano que llevaba desaparecido desde el pasado 13 de marzo. Su cuerpo sin vida fue hallado este viernes en la región de Kiev, cerca del municipio de Huta-Mezhyhirska.
En terreno hostil
"Mantenerse a salvo es uno de los principales retos. Nuestro equipo ha tenido que cambiar de ubicación y nos hemos desperdigado por todo Ucrania y, en ciertos casos, fuera del país", explica Myroniuk. Desde el comienzo de las refriegas, su labor como el diario ucraniano de referencia en inglés ha recibido adhesiones y muestras de solidaridad allende el país.
"Éramos el antiguo equipo del Kyiv Post, que fue despedido en noviembre por defender la independencia editorial frente a la injerencia de su propietario, que más tarde acabó cerrando el medio", explica Anna Myroniuk, una de las almas del proyecto. Myroniuk habla con El Independiente tras semanas de intenso trabajo, en medio de territorio hostil.
En el lapso del último mes y medio siete profesionales han dejado de contar la guerra. El último en sumarse al desolador listado de pérdidas es Maks Levin, un fotoperiodista ucraniano que llevaba desaparecido desde el pasado 13 de marzo. Su cuerpo sin vida fue hallado este viernes en la región de Kiev, cerca del municipio de Huta-Mezhyhirska.
En terreno hostil
"Mantenerse a salvo es uno de los principales retos. Nuestro equipo ha tenido que cambiar de ubicación y nos hemos desperdigado por todo Ucrania y, en ciertos casos, fuera del país", explica Myroniuk. Desde el comienzo de las refriegas, su labor como el diario ucraniano de referencia en inglés ha recibido adhesiones y muestras de solidaridad allende el país.
Decidimos no tolerar que asesinaran el espíritu de un medio respetado y de calidad como fue el Kyiv Post. Anna Myroniuk, periodista
En tiempo récord, han multiplicado su audiencia. Siguen su cuenta de Twitter más de dos millones de usuarios. Y no deja de crecer. "Decidimos que no permitiríamos que asesinaran el espíritu de un medio respetado y de calidad como fue el Kyiv Post. Por eso lanzamos The Kyiv Independent [El Independiente de Kiev, en inglés]", arguye la reportera.
El rotativo está organizado como una cooperativa de periodistas que sufraga su misión diaria gracias a la generosidad de sus lectores y de organizaciones internacionales que patrocinan el periodismo independiente. "No contamos con apoyos acaudalados. En cambio, tenemos a un público que respalda tremendamente nuestro trabajo mediante sus donaciones. Y, por supuesto, disponemos de un equipo de periodistas motivados y volcados en construir un nuevo medio digital", agrega.
Su apuesta se ha demostrado acertada en las primeras semanas de andadura. El Independiente de Kiev es hoy una referencia para quienes desde el extranjero buscan la última hora de una guerra que ha provocado el éxodo de 4 millones de ciudadanos y una destrucción que necesitará años en ser reparada.
Hasta la fecha, el conflicto ha segado la vida de siete periodistas. La última víctima es Maks Levin. "Las autoridades ucranianas y rusas deben hacer todo lo posible para investigar su muerte, asegurar que los responsables rinden cuentas y garantizar la seguridad de los periodistas que cubren la guerra desde el terreno", suplicó este sábado el director del Comité de Protección de Periodistas, Carlos Martínez de la Serna, desde Nueva York.
Periodistas asesinados en la invasión de Ucrania
Maks Levin
Fotoperiodista y documentalista ucraniano, 41 años. Fue hallado muerto este viernes en la región de Kiev. En paradero desconocido desde el 13 de marzo mientras cubría las hostilidades cerca del pueblo de Huta-Mezhyhirska. Deja a su pareja y 4 hijos. Su familia había declarado que el ejército ucraniano le había concedido permiso para informar desde esa zona. «La guerra influyó en mi forma de entender la profesión fotográfica», admitió Levin.
Oksana Baulina
Periodista rusa, de 42 años. Murió el 23 de marzo por el impacto de un cohete mientras trabajaba en Kiev, según The Insider, el medio para el que reportaba. Comenzó su carrera en revistas de estilo de vida. Lo abandonó en 2013 para enrolarse en la Fundación Anticorrupción, del opositor Alexei Navalny. «No puedo hacer moda cuando los ladrones y los bandidos se han hecho con el poder en mi país. Quiero luchar», declaró Oksana a Navalny, cuando renunció a un empleo mejor remunerado para unirse a su organización.
Oleksandra Kuvshynova
Periodista, productora y creativa ucraniana, 24 años. Sasha, como le gustaba llamarse, fundó una organización para coordinar a los voluntarios que prestaban ayuda humanitaria tras el inicio del conflicto. Murió el 14 de marzo en un ataque ruso cerca de Kiev mientras trabajaba con un equipo de la televisión estadounidense Fox News que cubría la invasión rusa del país.
Pierre Zakrzewski
Cámara y fotoperiodista irlandés, de 55 años. Trabaja para Fox News. Falleció junto a Sasha cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por disparos. Con ambos se hallaba Benjamin Hall, herido de gravedad. Sus allegados le recuerdan como un periodista polifacético, curtido en Afganistán, Irak y Siria. "Tenía mucha alegría. Fue a lugares terribles pero nunca perdió esa alegría infantil", relató su colega Steve Harrigan.
Brent Renaud
Periodista, documentalista y reportero gráfico estadounidense, de 41 años. Trabajó en la producción de documentales y fue colaborador del New York Times. Fue asesinado por soldados rusos mientras documentaba la invasión de Ucrania en Irpin, en las cercanías de Kiev, el 13 de marzo. Preparaba un documental para Time Studios centrado en los refugiados que huían de Ucrania. Su colega Juan Arredondo resultó herido en el ataque.
Yevhenii Sakun
Cámara, de 49 años. Trabajaba habitualmente con la televisión ucraniana LIVE. Colaboraba, además, con la agencia de noticias española EFE. Falleció 1 de marzo en Kiev en el bombardeo de la torre de transmisión de televisión.
Shakirov Dilerbek Shukurovych
Periodista ucraniano. Trabajaba para el semanario de información Around You. La fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, indico que Shakirov recibió un disparo desde un coche con un arma automática el 26 de febrero cerca de la localidad de Zelenivka, en el sur de Ucrania.
Mientras en el campo de batalla el ejército ucraniano y decenas de miles de voluntarios han tratado desde hace semanas de detener el avance de las tropas rusas, El Independiente ha intentado hacer lo propio en el ciberespacio, plantando cara a la desinformación y la confusión interesada llegada del norte. La cabecera se ha convertido en "la voz de la resistencia", en el grito de quienes han prometido permanecer y defender las fronteras de su país. "No estoy segura de que seamos la voz de la residencia. Más bien, somos la voz de la verdad y del sentido común", replica la periodista.
Dejar huella
"Sencillamente estamos haciendo periodismo de calidad como siempre hicimos en el pasado. Y nuestra esperanza es que tenga un impacto, que deje huella, para que quienes son responsables de crímenes de guerra en Ucrania, incluido Vladimir Putin, se enfrenten a la justicia", apunta Myroniuk. En mitad de las denuncias de las agresiones y delitos cometidos en las últimas semanas, el periodismo resulta clave en la tarea de documentar el horror que acompaña al conflicto.
"Estamos aguantando bien", dice Myroniuk cuando, días después de la primera conversación, le interrogo de nuevo por el ánimo del equipo. "Realmente me siento exhausta pero he entendido que tengo que recomponerme, acumular toda mi energía para ayudar a mi país de la mejor manera posible: difundiendo la palabra de la verdad", concluye. El Independiente de Kiev, ejemplo del periodismo bajo el plomo y ráfagas de muerte, se mantiene en pie. Y, con este domingo, van ya 39 días de guerra.
Fuente: El Independiente de Kiev
El rotativo está organizado como una cooperativa de periodistas que sufraga su misión diaria gracias a la generosidad de sus lectores y de organizaciones internacionales que patrocinan el periodismo independiente. "No contamos con apoyos acaudalados. En cambio, tenemos a un público que respalda tremendamente nuestro trabajo mediante sus donaciones. Y, por supuesto, disponemos de un equipo de periodistas motivados y volcados en construir un nuevo medio digital", agrega.
Su apuesta se ha demostrado acertada en las primeras semanas de andadura. El Independiente de Kiev es hoy una referencia para quienes desde el extranjero buscan la última hora de una guerra que ha provocado el éxodo de 4 millones de ciudadanos y una destrucción que necesitará años en ser reparada.
El Kyiv Independent resulta hoy esencial para que el mundo conozca información de primera mano de la guerra de Rusia contra Ucrania, Anna Myroniuk, periodista"Ahora, cuando echamos la vista atrás, nos enorgullece ver que hemos tenido éxito. El Kyiv Independent resulta hoy esencial para que el mundo reciba la información de primera mano de la guerra de Rusia contra Ucrania", relata Myroniuk, preocupada por las consecuencias del conflicto en su propios compañeros de fatigas. "Es el mayor desafío al que nos enfrentamos todavía hoy. Mis colegas están cubriendo la guerra mientras simultáneamente son víctimas de la misma. Muchas historias son muy personales".
Hasta la fecha, el conflicto ha segado la vida de siete periodistas. La última víctima es Maks Levin. "Las autoridades ucranianas y rusas deben hacer todo lo posible para investigar su muerte, asegurar que los responsables rinden cuentas y garantizar la seguridad de los periodistas que cubren la guerra desde el terreno", suplicó este sábado el director del Comité de Protección de Periodistas, Carlos Martínez de la Serna, desde Nueva York.
Periodistas asesinados en la invasión de Ucrania
Maks Levin
Fotoperiodista y documentalista ucraniano, 41 años. Fue hallado muerto este viernes en la región de Kiev. En paradero desconocido desde el 13 de marzo mientras cubría las hostilidades cerca del pueblo de Huta-Mezhyhirska. Deja a su pareja y 4 hijos. Su familia había declarado que el ejército ucraniano le había concedido permiso para informar desde esa zona. «La guerra influyó en mi forma de entender la profesión fotográfica», admitió Levin.
Oksana Baulina
Periodista rusa, de 42 años. Murió el 23 de marzo por el impacto de un cohete mientras trabajaba en Kiev, según The Insider, el medio para el que reportaba. Comenzó su carrera en revistas de estilo de vida. Lo abandonó en 2013 para enrolarse en la Fundación Anticorrupción, del opositor Alexei Navalny. «No puedo hacer moda cuando los ladrones y los bandidos se han hecho con el poder en mi país. Quiero luchar», declaró Oksana a Navalny, cuando renunció a un empleo mejor remunerado para unirse a su organización.
Oleksandra Kuvshynova
Periodista, productora y creativa ucraniana, 24 años. Sasha, como le gustaba llamarse, fundó una organización para coordinar a los voluntarios que prestaban ayuda humanitaria tras el inicio del conflicto. Murió el 14 de marzo en un ataque ruso cerca de Kiev mientras trabajaba con un equipo de la televisión estadounidense Fox News que cubría la invasión rusa del país.
Pierre Zakrzewski
Cámara y fotoperiodista irlandés, de 55 años. Trabaja para Fox News. Falleció junto a Sasha cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por disparos. Con ambos se hallaba Benjamin Hall, herido de gravedad. Sus allegados le recuerdan como un periodista polifacético, curtido en Afganistán, Irak y Siria. "Tenía mucha alegría. Fue a lugares terribles pero nunca perdió esa alegría infantil", relató su colega Steve Harrigan.
Brent Renaud
Periodista, documentalista y reportero gráfico estadounidense, de 41 años. Trabajó en la producción de documentales y fue colaborador del New York Times. Fue asesinado por soldados rusos mientras documentaba la invasión de Ucrania en Irpin, en las cercanías de Kiev, el 13 de marzo. Preparaba un documental para Time Studios centrado en los refugiados que huían de Ucrania. Su colega Juan Arredondo resultó herido en el ataque.
Yevhenii Sakun
Cámara, de 49 años. Trabajaba habitualmente con la televisión ucraniana LIVE. Colaboraba, además, con la agencia de noticias española EFE. Falleció 1 de marzo en Kiev en el bombardeo de la torre de transmisión de televisión.
Shakirov Dilerbek Shukurovych
Periodista ucraniano. Trabajaba para el semanario de información Around You. La fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, indico que Shakirov recibió un disparo desde un coche con un arma automática el 26 de febrero cerca de la localidad de Zelenivka, en el sur de Ucrania.
Mientras en el campo de batalla el ejército ucraniano y decenas de miles de voluntarios han tratado desde hace semanas de detener el avance de las tropas rusas, El Independiente ha intentado hacer lo propio en el ciberespacio, plantando cara a la desinformación y la confusión interesada llegada del norte. La cabecera se ha convertido en "la voz de la resistencia", en el grito de quienes han prometido permanecer y defender las fronteras de su país. "No estoy segura de que seamos la voz de la residencia. Más bien, somos la voz de la verdad y del sentido común", replica la periodista.
Dejar huella
"Sencillamente estamos haciendo periodismo de calidad como siempre hicimos en el pasado. Y nuestra esperanza es que tenga un impacto, que deje huella, para que quienes son responsables de crímenes de guerra en Ucrania, incluido Vladimir Putin, se enfrenten a la justicia", apunta Myroniuk. En mitad de las denuncias de las agresiones y delitos cometidos en las últimas semanas, el periodismo resulta clave en la tarea de documentar el horror que acompaña al conflicto.
Estamos haciendo periodismo de calidad como siempre hicimos en el pasado. Y nuestra esperanza es que tenga un impacto, Anna Myroniuk, periodistaDel peligro de informar bajo tales circunstancias da cuenta un balance de periodistas fallecidos que no ha parado de crecer. Son ucranianos o extranjeros y tienen nombre y apellidos. Sus biografías, al menos brevemente, se adjuntan a esta información. Eran cámaras, plumillas, fotógrafos o productores que se hallaban en suelo ucraniano, levantando acta de las escaramuzas y los bombardeos. Son los rostros de quienes se la juegan a diario para que la oscuridad no lo domine todo.
"Estamos aguantando bien", dice Myroniuk cuando, días después de la primera conversación, le interrogo de nuevo por el ánimo del equipo. "Realmente me siento exhausta pero he entendido que tengo que recomponerme, acumular toda mi energía para ayudar a mi país de la mejor manera posible: difundiendo la palabra de la verdad", concluye. El Independiente de Kiev, ejemplo del periodismo bajo el plomo y ráfagas de muerte, se mantiene en pie. Y, con este domingo, van ya 39 días de guerra.
Fuente: El Independiente de Kiev