domingo, 7 de febrero de 2021

Francia: La nueva sede del Grupo Le Monde

El edificio se encuentra frente al Sena y junto a la estación de Austerlitz, tiene 23.000 m2, siete plantas, auditorio de 200 butacas y parking para 350 bicicletas
Imagen de la nueva sede del grupo francés al lado del Sena - Marwan Harmouche
Por: Juan Antonio Giner
Dicen que para saber quién eres, en Nueva York te preguntan cuánto ganas, y en París en qué distrito vives. La nueva sede del Grupo Le Monde (1.600 empleados), frente al Sena y junto a la estación de Austerlitz, tiene 23.000 m2, siete plantas, auditorio de 200 butacas y parking para 350 bicicletas. Diseñada por los arquitectos noruegos de la Ópera de Oslo, costó 203 millones de euros. Hubert Beuve-Méry estaría estupefacto. Al verlo, recordé al Grupo Reforma en México DF. Su editor, Alejandro Junco, director de El Norte , decidió dar el salto a la capital y fundar Reforma. Y encargó una sede descomunal. Hoy es el diario mas importante del país, pero cuando llegó “de provincias” muchos pensaron que no cuajaría. Aquella enormidad que era como decir: “aquí estamos para quedarnos”. Le Monde ha hecho lo mismo. La nueva sede es una declaración de intenciones y una apuesta de futuro.
Interior del edificio Snøhetta

Louis Dreyfus, CEO del Grupo, me dice que fue el fallecido Pierre Bergé, pareja de Yves Saint Laurent y accionista de Le Monde , quien mas presionó para tener una sede a la altura de su prestigio. Con más de 400.000 suscriptores de pago (casi 100.000 del diario impreso), crecen a un ritmo anual del 36%. Sylvie Kauffman, su antigua directora, lo califica de “espectacular”. Sus 450 periodistas hacen un diario de paginación corta e historias largas. Cuatro nuevos accionistas garantizan el futuro de un diario que, con poca publicidad, pero cada vez mas lectores, es una referencia del mejor periodismo mundial.
La nueva sede está junto al Sena - Snøhetta

El “patrón” nació en una familia muy modesta; huérfano de padre, trabaja para poder estudiar y termina su bachillerato a los 20 años, doctor en Derecho, acaba en el Instituto Francés en Praga; corresponsal de prensa, regresa a Francia y se alista en los maquis, milita en la resistencia y terminada la Guerra Mundial, ya con 42 años funda un diario que promete dar “información clara, verdadera y, en lo posible, concisa y completa”.
Exterior el edificio - Snøhetta

Le Monde nace con 200.000 francos de capital y un préstamo de tres millones de francos que el gobierno destinaba a los nuevos diarios de postguerra. Beuve-Méry ordena que no se gaste ese dinero, y poco después lo devuelve. El ministro de finanzas le pasa entonces un sobre lleno de dinero y el fundador de Le Monde se lo rechaza por venir de un fondo de reptiles. “No podemos aceptarlo. Somos pobres y queremos seguir siéndolo. Ese dinero no me interesa y me repugna”. Sobrio y austero, en 1967 viaja en tren al Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra para dar una famosa conferencia y solo pasa una cuenta de gastos de 100 euros de hoy.
La nueva sede se encuentra junto a la estación de Austerlitz - Snøhetta

En su primera edición, Le Monde imprime 145.000 copias. Dos meses después, el gobierno informa a todos los directores de diarios que el suministro de papel-prensa se reduce a la mitad. Todos, salvo Beuve-Méry, deciden bajar la paginación. En dos años dobla el numero de periodistas, sube el precio de dos a tres francos y repite que “solo haciendo un diario imprescindible los lectores se verán obligados a comprarnos”. Con el seudónimo de “Sirius” vive una larga historia de amor y odio con un “gaullismo” que temía fuera otro “franquismo”. Supera crisis internas y para mantener la independencia del diario promueve una “Sociedad de Redactores”.
Vista aérea de la nueva sede Snøhetta

Se jubila en 1969 con un Le Monde que vende 500.000 ejemplares, la cifra mas alta de su historia. Se retira a las golfas del diario y allí trabaja en un modesto bureau que hoy está en la nueva sede del Grupo. Ya con 87 años deja instrucciones sobre su funeral; pide intimidad y austeridad absolutas, y ser enterrado en Montparnasse. Cuando muere, tras dos días en el monasterio de Taizé, el titular en la primera página del diario será tan escueto como el hubiera querido: “Fundador de Le Monde en 1944, Hubert Beuve-Méry ha muerto”. Hoy su espíritu vive en la nueva sede.
Fuente: La Vanguardia