Un grupo de ingenieros y trabajadores de Google anunció este lunes que decidió organizarse en un sindicato. Esta decisión refleja un raro avance del movimiento laboral en un sector de la industria tecnológica altamente reacio y opuesto a la presencia de las organizaciones sindicales.
Unos 225 empleados de Google y su empresa matriz Alphabet son los primeros miembros del Sindicato de Trabajadores de Alphabet. Representan una fracción del total de la fuerza laboral de Alphabet, muy por debajo del mínimo necesario para obtener el reconocimiento formal como grupo de negociación colectiva en Estados Unidos.
Estados Unidos es un país hostil a los sindicatos, según el autor Steven Greenhouse. Varios estados han aprobado leyes sobre el derecho al trabajo con el objetivo de socavar la vida sindical. Donald Trump ha tomado numerosas medidas anti-obreras, como la eliminación de varias normas de seguridad para los trabajadores, la anulación de una norma que extendía el pago de horas extras a millones de trabajadores y la eliminación de una norma que exigía a las empresas de Wall Street actuar en el mejor interés de los trabajadores al supervisar sus planes de jubilación Trump incluso ha nombrado como Secretario de Trabajo a un abogado que ha pasado décadas ayudando a las corporaciones a debilitar las medidas de protección de los trabajadores.
El nuevo sindicato, que estará afiliado al grupo sindical más grande de los Trabajadores del sector de la comunicación de Estados Unidos (Communication Workers of America, CWA), dice que servirá como "estructura que garantice que los trabajadores de Google puedan impulsar activamente cambios reales en la empresa".
Sus miembros dicen que quieren tener más voz no sólo en lo que respecta a los salarios, las prestaciones y las protecciones contra la discriminación y el acoso, sino también en cuestiones éticas más amplias sobre la forma en que Google lleva a cabo sus negocios.
Históricamente, las campañas de sindicalización no han tenido mucho éxito entre los trabajadores del sector de la tecnología, que ganan grandes salarios y tienen una serie de otros beneficios como comida gratis y transporte al trabajo.
Sin embargo, el nivel de activismo entre los empleados de compañías como Google y otras grandes empresas tecnológicas ha aumentado en los últimos años, a medida que los trabajadores han comenzado a exigir una mejor manera de hacer frente al acoso sexual y la discriminación en el lugar de trabajo, la oposición a las políticas del controvertido presidente Trump y evitar los usos perjudiciales de los productos que ellos están ayudando a desarrollar y vender.
En mayo de este año se anunció que Google creará herramientas de seguridad y de gestión de aplicaciones para la Unidad de Innovación de Defensa del Pentágono, profundizando los lazos militares del gigante de Silicon Valley e iluminando los retos a los que se enfrenta el Departamento de Defensa en su camino hacia un entorno multi-nube.
El ingeniero de programación de Google, Chewy Shaw, fue elegido para formar parte del nuevo consejo ejecutivo del sindicato. Él explicó que junto con otros empleados decidieron formar el grupo después de ver a colegas que fueron expulsados de la empresa por su activismo.
"Queremos tener una fuerza suficiente como para proteger a los trabajadores que están tomando la palabra", dijo Shaw.
Según Steven Greenhouse, las investigaciones han descubierto que casi el 20% de los empleados que lideran campañas de sindicalización son despedidos durante esas campañas, un porcentaje elevado debido a que las sanciones son minúsculas. Según la Ley Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos, las empresas ni siquiera pueden ser multadas por violar los derechos de los trabajadores. Estos despidos ilegales a menudo sofocan las campañas de sindicalización. la Junta Nacional de Relaciones Laborales podría ordenar a la empresa infractora que pague 5.000 o 10.000 dólares. Para una gran empresa, estas sumas no son nada.
Los primeros miembros del Sindicato de Trabajadores de Alphabet incluyen ingenieros, asociados de ventas, asistentes administrativos y los trabajadores que prueban los vehículos que se conducen solos en la división automotriz Waymo de Alphabet.
Muchos de los nuevos sindicalizados trabajan en la sede de Google en Silicon Valley, mientras que otros lo hacen en las oficinas de Massachusetts, Nueva York y Colorado.
"Una de las razones por las que ha tomado un tiempo para que los trabajadores lleguen a este punto es porque los líderes de estas compañías hicieron un buen trabajo convenciendo a los empleados de que los dueños y los ejecutivos de la empresa eran personas benevolentes que iban a proveerles lo necesario, una especie de modelo paternalista", Beth Allen, directora de comunicaciones de la CWA.
"Eso duró bastante tiempo", dijo Allen, pero los trabajadores se han dado cuenta cada vez más de que necesitan "unirse y construir poder para sí mismos y tener una voz sobre lo que está pasando".
La Junta Nacional de Relaciones Laborales en Estados Unidos suele reconocer las peticiones para formar nuevos sindicatos cuando los solicitantes obtienen el apoyo de al menos el 30% de los empleados de un determinado lugar o clasificación laboral en Estados Unidos. La mayoría de los trabajadores afectados deben entonces votar para formar uno. La compañía Alphabet emplea a aproximadamente 120.000 personas en el mundo.
Allen dijo que el Sindicato de Trabajadores de Alphabet no tiene previsto actualmente buscar el reconocimiento oficial como grupo de negociación colectiva. En cambio, dijo que funcionará de manera similar a los sindicatos del sector público en los estados que no permiten a los empleados públicos negociar colectivamente.
"Nos encantaría tener representación legal directa, pero el enfoque en este momento es que no vamos a depender de eso", dijo Shaw, miembro del nuevo consejo ejecutivo del sindicato en Google.
Foto: Getty Images
Fuentes: Reuters, CBC, The Guardian, Canadian Press, RCI