miércoles, 13 de enero de 2021

Anticipa elDiarioAR: Alberto Fernández impugna la fusión FOX-ESPN

La AFA acaba de prorrogar hasta 2030 el contrato con las dos empresas que pertenecen al gigante Disney. Pero el Presidente no avala la operación global y no se conforma con cesión de derechos para la TV Pública: quiere mayor competencia. Diferencias en el Gobierno por un mercado oligopólico
Por: Diego Genoud, @otro_periodista

Alberto Fernández ya se lo dijo a sus ministros más de una vez: "No me alcanza con que cedan contenidos. Yo lo que necesito es que desinviertan". El Presidente cuestiona la megafusión global que impactó en el negocio del fútbol en Argentina con la sinergia de las cadenas deportivas Fox Sports y ESPN porque acentuó todavía más el carácter hiperconcentrado de un mercado que mueve millones de dólares. Un funcionario de su máxima confianza le aseguró a elDiarioAR que Fernández está muy atento al tema. Sostiene que la adquisición de Fox por parte de Disney -dueña también de ESPN- es "un exceso enorme y no es posible aceptarlo" y afirma que el Estado nacional debe promover la competencia.

El Presidente espera un pronunciamiento en ese sentido de la Secretaría de Comercio que dirige Paula Español y desoye a los funcionarios de su propio gobierno que le piden que avale la fusión a cambio de que las empresas cedan algunos partidos del fin de semana para la televisión pública. "Tienen la exclusividad de la Copa Libertadores, la Sudamericana, la mitad del fútbol local y otros deportes como el básquet y el tenis. Van a tener que desprenderse de algo", le dijo el Presidente a uno de sus ministros, según pudo reconstruir este diario de altas fuentes del Gobierno.

Si Fernández cumple con lo que afirma en privado, la definición debería llegar en poco tiempo porque las compañías cuestionadas acaban de cumplir con una de sus grandes metas para 2021. Lo dieron a conocer el 1 de enero, en el primer día hábil del año electoral. Con la lógica de un negocio privado que consumen millones de personas dentro y fuera del país, la AFA y la Liga de Fútbol cambiaron de planes de la noche a la mañana, guardaron las cartas documento, dieron marcha atrás con la rescisión del contrato que habían anunciado en octubre y decidieron renovar el acuerdo para la televisación del fútbol con Fox Sports hasta 2030. Así saldaron una disputa feroz entre gigantes del mercado para quedarse con los derechos para transmitir el deporte más popular de la Argentina y apropiarse del botín más codiciado. Hace dos semanas, Carlos “Chiqui” Tapia y Marcelo Tinelli cerraron un acuerdo por 45 millones de dólares con el presidente The Walt Disney Company Latin America, Diego Lerner, para que la empresa que era dueña de ESPN y en 2019 adquirió Twenty-First Century Fox a nivel global conserve el 50% de los derechos de televisación.

Derrotada quedó TNT Sports, propiedad de Turner Internacional, que tiene la otra mitad del negocio del fútbol premium en Argentina, había hecho una oferta para quedarse con todo y hasta había puesto plata por adelantado. La batalla se libró a nivel judicial en el terreno local y llegó a Estados Unidos, donde los intereses de los dos monstruos globales entraron en contradicción. La primera definición llegó en octubre pasado, cuando el fallo de un juez civil y comercial de primera instancia local, Horacio Robledo, le dio la razón a Fox Sports Latin America Holdings LLC -ahora Disney- en la cautelar que había presentado. “Fue una jugada fuerte de Turner local, que se dio cuando la fusión complicaba a Fox y quiso quedarse con todo. Pero cuando Disney se avivó y lo elevó a Estados Unidos, se la voltearon”, le dijo a elDiarioAR un actor que participó de las negociaciones. Para obtener el fallo favorable, la controlante de Fox Sports pagó una fianza estimada en 5 mil millones de pesos, pero la AFA apeló y el proceso siguió adelante: pendiente quedó un fallo de la Cámara de Apelaciones que algunos en el gobierno todavía suponen puede hacer caer la medida cautelar.

Qué fue lo que determinó el giro de las autoridades del fútbol argentino es materia de interpretación y versiones de todo tipo entre los clubes, las empresas cableoperadoras y el ancho oficialismo del Frente de Todos. No todos están conformes y algunos consideran que existió un aval oficial para que Tapia y Tinelli cambien por completo su criterio y cierren con la Fox/Espn/Disney. El Gobierno intervino formalmente en las negociaciones a través del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, el secretario de Medios, Francisco Meritello, y el gerente de Relaciones Institucionales de YPF, Santiago Carreras, un dirigente de La Cámpora que representa la postura de Máximo Kirchner en el rubro del fútbol. Lo hizo, según repiten en Casa Rosada, sólo para lograr que la televisión pública pueda transmitir de manera gratuita tres o cuatro partidos por fin de semana, algo que ya se acordó en el caso de Disney y sigue en tratativas con TNT Sports. El Presidente quiere que la TV paga ceda un partido por día de viernes a lunes, pero que el partido sea sorteado para que se pueda ver por TV abierta a todos los clubes y no que las compañías liberen solo los encuentros que juegan los equipos más chicos.

Según lo que afirman los funcionarios de Fernández, ante el conflicto judicial entre los gigantes del negocio de la TV paga, el Ejecutivo nacional se abstuvo de intervenir y recién retomó las negociaciones con las empresas en los últimos 10 días, después del acuerdo de la AFA con Fox. Otro actor que también estuvo sentado a la mesa de manera extraoficial y al que algunos en el oficialismo buscan responsabilizar por la definición final es Sergio Massa. El presidente de la Cámara de Diputados se alinea siempre con Tapia y tiene un vinculo estrecho con su mano derecha, Pablo Toviggino, un dirigente ligado a Gerardo Zamora que está enfrentado a Tinelli y genera mucho recelo en algunas dependencias del gobierno. Massa es uno de los dirigentes del oficialismo que tiene trato con Lerner, el presidente de Disney. Lerner no conoce al Presidente y es presentado en el oficialismo como un hombre de abiertas simpatías por el expresidente Mauricio Macri.
La batalla todavía tiene pendiente un capítulo crucial, en el que el Estado nacional debe hacer su pronunciamiento porque la fusión de ESPN y Fox precisa la autorización del gobierno. En octubre pasado, justo antes de que la AFA anunciara la rescisión del contrato con Fox por no haber informado de la compra por parte de Disney, el Gobierno difundió un dictamen de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que rechazaba la operación y le recomendaba a la secretaría de Comercio de Paula Español declararla nula. Basado en el artículo 14 de la ley 27.442 de Defensa de la Competencia, el dictamen señaló la obviedad de un mercado hiperconcentrado, en el que la adquisición de Fox por Disney podía “restringir o distorsionar” la competencia todavía más.

La CNDC analizó la participación en el mercado y consideró que la empresa fusionada pasaría a contar con 7 de las 9 señales deportivas básicas y con casi dos terceras partes del total del rating en señales deportivas, además de la señal Fox Sports Premium que transmite la mitad de los partidos de la Superliga. Solo Tuner, TyC, DeportTV quedan por fuera del pulpo que ya cambió de estética y hasta de instalaciones. “Las señales ESPN y Fox Sports son los competidores más cercanos en el mercado de señales deportivas, la operación de fusión elimina a un competidor relevante. Por consiguiente, la operación tendría como consecuencia el incremento sustancial de la concentración en el mercado de señales deportivas con un aumento significativo en el poder de mercado y de negociación de las empresas notificantes, con el consecuente impacto en los consumidores, que podrían ver incrementado el valor del abono de televisión paga”, decía el informe. Además, mencionaba objeciones similares que la fusión de Disney y Fox recibió en países como Estados Unidos, México y Brasil, donde también se ordenó la desinversión.

Consultadas por elDiarioAR, dos altas fuentes del Gobierno que conocen el tema dijeron ahora no recordar el dictamen. La decisión final está en manos del Presidente y ahí también, como en tantos otros temas, los pronósticos y las versiones dentro del oficialismo son contradictorias. Mientras algunos confirman que Fernández ya tomó la decisión de impugnar la fusión, otros apuestan a que la terminará aprobando y sólo objetará parcialmente la operación para pedirle a las empresas que desinviertan. De ser así, el Gobierno buscaría que Disney se desprenda de una parte de los derechos de televisación que tiene y los ceda a DeportTV, la señal creada por el cristinismo que hoy sólo emite productos enlatados. En Casa Rosada, afirman que la intención es que la controlante de ESPN y Fox invierta en producción de contenidos e incorpore personal.

Los meses previos a la definición fueron de intenso fuego cruzado. Las cableoperadoras estaban entre las detractores de la operación y buscaron difundir su rechazo por todos los medios. En canales de noticias, sitios webs y ante la propia Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. El Grupo Clarín, dueño de la mitad de Tele Red Imagen (TRISA) -titular de las señales TyC Sports y TyC Max- argumentó que generaría una significativa concentración de contenido, lo cual supondría la obtención de un gran poder de mercado capaz de restringir y distorsionar la competencia entre señales, impactando en la capacidad para vender publicidad y en la posibilidad de presentarse en licitaciones por derechos de radiodifusión de eventos deportivos en vivo. Algo similar plantearon desde DirecTV, el Grupo Telefónica y el Grupo Discovery. El último actor importante en la contienda fue Telecentro, de Alberto Pierri, que inició conversaciones con la AFA para presentar una oferta propia, pero finalmente quedó muy por debajo de la escala del negocio y desistió ante la batalla de gigantes de origen norteamericano.

Los promotores de avalar la fusión dentro del gobierno sostienen que si Disney debe desinvertir el beneficiado será TyC Sports, propiedad de Clarín. Pero según pudo saber elDiarioAR, a Fernández eso no le preocupa si no hay posición monopólica. Sostiene que el gigante de capital estadounidense debe adaptarse, como sucedió en el mercado de las empresas de tecnologías de la información y la comunicación (TICs), declaradas en agosto pasado y por decreto "servicio público esencial en competencia".

Qué dice el dictamen que Alberto Fernández puede usar para impugnar la fusión FOX-ESPN
Las dos cadenas deportivas concentran el 64% del mercado. Disney recibe denuncias y cuestionamientos de Clarín, Telecentro, Telefónica y DirecTV por su posición dominante. Estados Unidos y México obligaron a las empresas a desinvertir
Pese a que la Asociación del Fútbol Argentino decidió hace dos semanas extender hasta 2030 el contrato que le otorga los derechos de transmisión local al gigante The Walt Disney Company -que viene de comprar Fox y fusionarla con ESPN-, la operación enfrenta obstáculos considerables. Revelado ayer por elDiarioAR, el primero y más importante es el criterio que el presidente Alberto Fernández ya le transmitió a sus ministros: las empresas deben desinvertir para cumplir con la ley y evitar la posición dominante que hoy exhiben. Se suma ahora un segundo y es el dictamen de 35 páginas que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia le elevó a la secretaria de Comercio Paula Español el 5 de noviembre pasado.

Pese a que el presidente tiene funcionarios que promueven un acuerdo con Disney a cambio de la cesión de derechos de televisación, el informe -que toma como punto de partida la ley 27.442 de Defensa de la Competencia- aporta una larga lista de evidencias que sugieren una intervención estatal en el sentido contrario.

El texto es una ampliación de un primer documento presentado en marzo del año pasado, que incorporó después información de la "megafusionada", cuestionamientos de la competencia y denuncias de cableoperadores. Los cableoperadores, entre ellos Alberto Pierri, de Telecentro, cuestionan la operación global que cambió por completo el mapa de la televisión paga en Argentina.

La compra de Twenty-First Century Fox Inc por Disney derivó en un conglomerado que hoy concentra el 64% del mercado de señales deportivas por operador de televisión paga. Fox Sports, Fox Sports 2, Fox Sports 3, ESPN, ESPN 2, ESPN 3, ESPN+ y ESPN Extra pasaron a tener un sólo dueño. Con sus tres señales deportivas básicas, Fox ocupa el 32,7% del mercado de televisión paga y, con las cuatro de ESPN, Disney concentra otro 31,3% del mercado. Por fuera, sólo existe TyC (32,4%) y DeporTV (3,5%).

De acuerdo con el dictamen de Defensa de la Competencia: “La operación trae como consecuencia que la empresa fusionada contaría con 7 de las 9 señales deportivas básicas y con casi dos terceras partes del total del rating de señales deportivas, además de la señal Fox Sports Premium que transmite partidos de la Superliga Argentina de Fútbol. Se deduce también, que, como consecuencia de la operación, el número de competidores pasaría de tres a dos”.

Las consecuencias de esa transformación son múltiples y se verifican en distintos terrenos, donde se acumulan los cuestionamientos y denuncias de empresas como Telered Imagen S-A -propiedad del Grupo Clarín y dueña de TyC-. Telefónica, Telecentro y DirecTV. En una verdadera pelea entre gigantes, Fox y Disney buscaron argumentar en su favor que se enfrentan el poder de negociación de los principales operadores de televisión paga -Cablevisión y DirecTV-, quienes reúnen el 70% de la audiencia.

ESPN y FOX Sports tienen la tajada principal de su negocio en la transmisión de eventos deportivos internacionales de alta relevancia. La Copa Libertadores (FOX), la Copa Sudamericana (ESPN) y la Recopa Sudamericana, la Champions League (FOX e ESPN), la Europa League (FOX e ESPN), la liga inglesa (ESPN), la liga española (ESPN), la liga italiana (ESPN), la liga francesa (ESPN), la liga holandesa (ESPN), la liga belga (ESPN) y la liga alemana (FOX), además del básquet de la NBA (ESPN), los torneos de tenis Grand Slams y del circuito ATP (ESPN), los torneos de automovilismo como Fórmula 1, Fórmula 2 y Fórmula 3 (FOX), y torneos de rugby como el Mundial y el Seis Naciones.

En base a ese poderío incomparable, no sólo pueden ganar la disputa de fondo con otros gigantes como Turner Internacional -que pretendía quedarse con el 100 % de los partidos del futbol local- sino también imponer condiciones en las negociaciones con cableoperadores.

Ante la Comisión de Defensa de la Competencia, las empresas distribuidoras ratificaron que las señales deportivas son muy relevantes debido a la transmisión de eventos deportivos en vivo, que los usuarios consideran fundamental para incluir en la grilla de señales.

Entre sus conclusiones, el informe apunta un dato clave en el marco de la batalla del gobierno contra los precios en el año electoral: “El incremento sustancial de la concentración como resultado de la operación implicaría un aumento significativo en el poder de mercado y de negociación de las empresas, con la posibilidad de potenciales aumentos de los precios de las señales y de los abonos que pagan los consumidores finales”, dice.

Además, remarca que, dado que las empresas comercializan sus señales de manera paquetizada, el aumento de poder de mercado en las señales deportivas podría trasladarse al resto de sus señales de televisión paga en detrimento de los consumidores, que también por esta razón podrían ver incrementado el valor del abono de televisión paga y podrían recibir una oferta más reducida, menos variada y con productos de menor calidad.

Por último, la "paquetización" mencionada podría evitar o retrasar el surgimiento en Argentina de nuevos operadores y/o de nuevas formas de comercialización de señales de televisión paga, como ser el “skinny bundle”, servicios de streaming, OTT, impidiendo o demorando la competencia y la innovación en el mercado de televisión paga.

El informe concluye sosteniendo que “la operación de concentración económica notificada tiene la potencialidad de restringir o distorsionar la competencia, de modo tal que puede resultar perjuicio para el interés económico general, en relación con el mercado de señales deportivas de televisión paga”.

Con la firma de su presidente Rodrigo Luchinsky -además de los vocales Balbin Griffa Díaz, Pablo Lepere y Guillermo Pérez Vacchini-, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia incluye una mención al índice de Herfindahl-Hirschman (IHH) como otro indicador que mide la concentración del mercado y considera que una operación puede no ser problemática desde el punto de vista de la competencia si el mercado resultante presenta un valor inferior a los 2000 puntos. Para el Departamento de Justicia y la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos, los valores superiores a 2500 puntos son característicos de un mercado altamente concentrado.

La fusión de Disney arroja un valor post operación del IHH que asciende a 5166 puntos lo que muestra un mercado altamente concentrado. Es por eso por lo que recibió cuestionamientos en Estados Unidos, México y Brasil, que ordenaron la desinversión de activos. El dictamen especifica que el 23 de septiembre de 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acordó con las empresas la desinversión de todos los activos asociados a 22 señales deportivas regionales que pertenecían a Fox, 21 de las cuales fueron adquiridas por el grupo multimedios Sinclair Broadcast Group. La red regional correspondiente a Nueva York fue adquirida por un conjunto de inversores, entre los que se encontraba la propia Sinclair, los NY Yankees, Amazon y Redbird Capital.

En el caso de México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó la operación sujeta a desinversiones y condicionamientos. Ordenó la desinversión de todos los activos relacionados con la provisión y el licenciamiento de los canales deportivos de FOX (FOX Sports) y prohibió que Disney provea y licencie los suyos (ESPN) con los de FOX y adquieran o produzcan contenidos deportivos en conjunto.

Decisión política para un mercado oligopólico
Por: Santiago Marino,
@santiagomarino
La regulación de la concentración y la competencia en el sistema de medios y comunicación demanda articular una perspectiva más amplia que la economicista por los derechos puestos en juego. Eso incluye al subsector de la TV paga y al de los derechos de transmisión de competencias deportivas, bastión del mercado de TV sincrónica.

La operación de compra de FOX por Disney tiene un impacto potente a nivel global. Y muy significativo en el mercado local de TV paga, donde ESPN adquiere una posición dominante difícil de defender incluso desde la perspectiva liberal de la economía política de medios. En varios países (Estados Unidos, Brasil, Chile) ha sido vetada parcialmente por la configuración oligopólica en la queda la multinacional del Ratón Mickey. Estas acciones demandan siempre la combinación de informes técnicos y decisión política. Estamos hablando de negocios y también del derecho a la información de la ciudadanía. En este caso el del acceso a acontecimientos de interés cultural relevante.

El Informe Técnico elaborado en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia expone datos muy sólidos que sustentan una decisión política que ponga límites a los efectos de la expansión de Disney en el mercado de señales de TV paga en general y deportivas en particular. Pero lo central pasará por la decisión política que se tome. Los antecedentes más notorios no son felices para la perspectiva de las audiencias: el modo en que Clarín se expandió en el mercado de TV paga en los años noventa a caballo de los derechos del fútbol local, el aval a la fusión Multicanal-Cablevisión de Néstor Kirchner en 2007, la fusión Cablevisión-Telecom aprobada por el gobierno de Mauricio Macri.

Venimos de una gestión para la cual la concentración no era un problema. Ese dogma guió su política de comunicación. Esta por verse si, para el gobierno actual, el Estado tiene algo que decir al respecto. Argumentos y antecedentes internacionales para limitar el efecto de la operación sobran. Habrá que ver si decisión política también.
Fuente: elDiario.Ar