domingo, 9 de agosto de 2020

Las matemáticas de la pandemia: alertan sobre una suba sustancial de casos en Rosario

Ernesto Kofman, es investigador principal Conicet y Profesor asociado Facultad de Ciencias Exactas Ingeniería y Agrimensura (Universidad Nacional de Rosario). Él está realizando un estudio dónde analiza las probables evoluciones de la curva de contagios por COVID19 en la región. Este sábado dialogamos con él en las Señales
Tu trabajo analiza diferentes escenarios en función de los datos de contagio de coronavirus en la ciudad, ¿nos contás algunos detalles técnicos sobre esta investigación?
Este trabajo lo estamos haciendo como parte de un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que tiene por objeto desarrollar modelos matemáticos que sirvan de apoyo para la toma de decisiones en el tema de la pandemia a distintos organismos gubernamentales, a municipios, provincias, etc. En el marco de este proyecto justamente desarrollamos distintos modelos y uno de ellos lo adaptamos a los datos de Rosario. La idea de estos modelos es que buscan replicar la forma en la cual se propaga el virus en la población. ¿Cómo es esto?, por ejemplo, sabemos que una persona a partir del momento que se contagia, y se expone al virus, demora unos días en empezar a contagiar, unos 3, 4 o 5 días y después durante un período en que se denomina periodo infeccioso, que son otros días más, permanece contagiando y finalmente deja de contagiar.

También sabemos que cada caso demora en promedio cierto número de días en diagnosticarse y sabemos también que hay un porcentaje de la población que fallece, en promedio después de un cierto número de días a partir del momento en que la persona se expone el virus. Entonces usando esta información temporal el modelo trata de replicar cómo se va dando la dinámica de los contagios. Usa un parámetro fundamental que es el factor R o R0 que dice cuántas personas contagia cada persona contagiada, entonces la metodología que usamos es no decir cuánto vale ese R sino que hacer que directamente la computadora pruebe la dinámica del modelo con distintos valores de R hasta que encuentre el valor que es el que mejor se ajusta a la curva de datos reales conocidos hasta el día de hoy.

Entonces una vez establecido el valor de R, en realidad le permitimos cambiar de valores en algunos instantes pasados para ajustar mejor, porque puede haber habido cambios el valor que ajustan las últimas semanas el valor de R. Una vez obtenido eso, usando ese mismo valor de R, suponiendo que no va haber cambios en el distanciamiento social que es lo que termina determinando cuántas personas contagia en promedio una persona contagiada, entonces haciendo esa suposición, podemos proyectar hacia delante cuantos contagios va a seguir habiendo y cómo va a ir creciendo o decreciendo la curva de contagios.

Esa es más o menos la metodología. También nos permite esa metodología suponer escenarios en los cuales podemos ver qué pasa si aumenta el distanciamiento social o si disminuye el distanciamiento social y por lo tanto en el primer caso si aumenta el distanciamiento social disminuye el R, si disminuye el distanciamiento social, aumenta el valor de R, y proyectar escenarios a futuro, más optimistas, más pesimistas para brindar cotas o para tener por lo menos una idea de cómo va, o cómo puede cambiar el número de contagios, el número de internaciones y el número de fallecimientos con el tiempo.

Contabas que tuviste algunos encuentros informales con funcionarios del Estado, me queda una duda: ¿No hay interés en lo que planteas?
Cuando empezaron a crecer los casos en Rosario, ahí éste pude adaptar el modelo para para la ciudad y con datos del 18 de julio ya permitía proyectar lo que está pasando hoy. Entonces hice un informe el 21 de Julio y se lo envié a gente de la municipalidad y de la provincia. Tuve una respuesta inmediata del intendente Pablo Javkin, me llamo por teléfono y estuvimos hablando un rato largo. Él está al tanto de lo que pasa, el tema que él considera que en esta situación es muy difícil garantizar una especie de cuarentena o algo por el estilo, porque aún los casos no son tantos como para qué la población lo tome realmente en serio.

De parte de la provincia me llamó un asesor de la ministra con el cual hablamos de cuestiones más técnicas, pero aparentemente hubo algún problema de comunicación y no llegaron las cosas a la ministra, y recién llegaron esta semana. No sé qué decisión política habrá a nivel de la provincia. Si me consta que por lo menos tienen los datos y tienen las proyecciones.

Me parece que falta una presión de la sociedad para hacer frente a la pandemia, hay ciertos actores que se verían perjudicados con un cierre que permita controlar la pandemia, pero hay muchos que van a ser perjudicados si esto escala al nivel de lo que está pasando en Buenos Aires. Me refiero principalmente al personal de salud y ni qué hablar con cualquier persona de riesgo, qué es un porcentaje muy importante de nuestra población.

Creo, me parece, que la falta de decisión política de las autoridades también tiene su correlato en la falta de información y la falta de organización de los distintos actores sociales. Me parece que los gremios, ciertos medios de comunicación, personal de salud y demás, deberían tener quizás una política más proactiva para exigir algún tipo de medidas.

A días de ese informe y viendo como sube la famosa curva, el pico se extiende, como analizas la situación en estos momentos, ¿podrá el sistema de salud contener lo que se viene?
Lo que se puede ver es que la curva crece mucho, debido a que este factor R, el número de personas que contagia a contagiados bastante mayor a 1, está en el orden de 1,5 o 1,6 y eso implica que los casos crecen muy rápidamente. Nosotros estamos proyectando en este momento para la segunda semana de septiembre tendríamos al menos unos 400 casos diarios en el departamento Rosario y eso tiene un impacto gigante sobre sistema de salud, esto da una proyección del orden de 150 personas en terapia intensiva para fines de septiembre, lo cual es algo que es muy preocupante.

Si se puede sostener o no el sistema de salud es algo que no lo sé, no sé cuál es la capacidad real, porque el sistema de salud no son solo las camas, también es el personal, los intensivistas y aparte las camas no son exclusivos para COVID, hay otras patologías.

Cuantos más casos hay, peor es la atención. O sea, se estresa el sistema de salud y más se resiente la atención. Entonces, a mí en particular, me preocupa, más allá de que uno pueda calcular que quizás alcance el número de camas. Yo no tengo en claro que alcance siquiera. De todas formas, lo que uno espera, es en primer lugar que haya una reacción de las autoridades provinciales, nacionales o municipales de aumentar de alguna manera el distanciamiento social.

Además, hay otro fenómeno que no estamos teniendo en cuenta que uno espera que ocurra, qué es que cuando empiezan a aumentar mucho los casos, alguna gente -por lo menos-, empieza a cuidarse mucho más. Entonces eso podría ser un factor que ayude a que no sea tan brusco aumento de casos de acá al futuro. De todas maneras, para mí, es muy preocupante la proyección para el sistema de salud y para las vidas, estamos hablando de detener una situación similar a la de Buenos Aires, sostenido en el tiempo una enorme cantidad de casos vamos a hablar de 1000 personas fallecidas, quizá, de acá a fin de año, esa es la realidad. Particularmente me preocupa tanto por el sistema de salud, como por la población.

Qué dicen las autoridades
Este domingo, en el diario RosarioI12, Pablo Feldman habló con la ministra de Salud provincial Sonia Martorano y el secretario de Salud de la Municipalidad, Leonardo Caruana sobre este tema:
Sonia Martorano: Se trata de un escenario matemático/ supuesto, hipotético. Son útiles para nutrirse a la hora de llegar al escenario real, cuando estás en el territorio y conocés a la gente, desarrollás las acciones y sobre todo el sistema de salud que tenés. Los tenemos presentes, de hecho trabajamos sobre el escenario inicial que proyectó en marzo Nación de 253 mil casos en el país y de esos, un 8,5% para Santa Fe, y a partir de eso nos pusimos a preparar el sistema de salud. Si hacés memoria, en el comienzo había falta de insumos, un menor numero de camas, y además había que preparar los equipos para una enfermedad desconocida, para un virus que después vimos que iba mutando y no había información previa. Esos escenarios hipotéticos sirvieron para ganar tiempo y prepararnos para los que yo llamo "el estrés del sistema" y apuntalar a los equipos que trabajan sin descanso.

Leonardo Caruana: Es así, un panorama general sobre las intervenciones y valoraciones predictivas, que si bien tienen una dimensión y valoración que hay que analizar, todas ellas se dan en fenómenos o en contextos sociales, culturales y políticos, donde las respuestas, la capacidad instalada de los servicios, y las intervenciones previas juegan en ese escenario. Porque muchos de esos fenómenos se analizan pensando en la evolución "natural" de la pandemia. Por esa razón, tenemos que decir que hoy no tenemos evidencia certera de picos y de cuando puede llegarse a ese punto. Sí, en cambio, tenemos evidencia certera de un ascenso de número de contagios, pero tampoco sabemos hasta cuándo va a suceder eso, y ese es el desafío más importante.

Estamos viendo rebrotes en otros países, crecimiento en el nuestro, puede haber alargamiento de los tiempos y por esa razón los dos ejes de nuestro trabajo deben continuar siendo el seguimiento de cada uno de los casos en la búsqueda del contagio y de los casos probables para reducir al máximo la diseminación. No es lo mismo tener alrededor de un contagio diez nuevos casos que 50. Por eso el eje fuerte debe seguir siendo la coordinación de esfuerzos de todos los niveles para que la respuesta sea mucho más amplia. Y eso tiene que seguir.

Y por otro lado, seguir evaluando otras medidas que van más allá de lo sanitario y tienen relación con restricciones posibles. Pero eso es una cuestión también muy delicada por las limitaciones que encuentra el Estado en el sostenimiento, ahora que estamos en el día 150 y no en la primera semana de la cuarentena. Vemos que se complica el cumplimiento de las pautas de distanciamiento y en esta etapa, el cuidado es esencialmente una cuestión de conciencia. Por eso apelamos a todos, porque el cuidado y la responsabilidad social es directamente proporcional al esfuerzo sanitario para controlar los brotes. Las dos cosas tienen que estar presentes hoy y crecer para retrasar una medida restrictiva, porque hoy se hace mas difícil su cumplimiento y tiene otras derivaciones como el impacto económico del no funcionamiento de algunas actividades. Pero está claro que el derecho a la salud está por encima en esa tensión que hoy tenemos.

El citado informe destaca que el distanciamiento social dio buenos resultados pero advierte que puede ser insuficiente y que cuanto más se tarde en reimplementar restricciones más duras deberían ser...
SM: Llevamos 150 días con cuarentena muy dura al principio y mucho más flexible ahora, no teníamos casi accidentes, no había gente circulando y una bajísima ocupación de camas, pero no se podía sostener indefinidamente el trabajo, el comercio, todo cerrado. Además teníamos buenos indicadores epidemiológicos. A la vez, hay que tener en cuenta factores anímicos y también económicos. En la medida en que se pudo ir avanzando se hizo, pero esto no sabemos como sigue. De ninguna manera hay que descartar una vuelta a las restricciones, pero depende fundamentalmente del comportamiento social. Estamos jugando el primer tiempo, si fuera un partido de fútbol, falta mucho. Lo mas crítico es el recurso humano y estamos muy atentos a eso. Es muy difícil, hay un momento en el que seguramente habrá que restringir, creo que lo va a haber.

LC: Mientras no haya vacuna o tratamientos específicos no hay alternativa diferente a intensificar el cuidado y la conciencia social. El "estado tutelar" también encuentra límites en la vulneración de derechos, y desde ya que hay quienes se aprovechan de determinadas circunstancias. El diálogo de los actores sociales está en juego y aparece la tensión entre los que están mirando por encima el rol del Estado, el derecho a la salud, a cuidar a los más vulnerables, y los que piensan solo en las libertades individuales. Y lo que hay que buscar es una síntesis que nos permita armonizar estas situaciones pero sin dejar de tener presente que el bien común y la salud pública no pueden someterse a que por el beneficio de algún sector se ponga en riesgo la vida de los otros.

El mismo informe analiza la posibilidad de un número de muertes alto en relación a lo que estamos viendo a esta altura, "un millar" dice el informe.
SM: Vemos que el número va aumentando, el jueves tuvimos tres muertos, pero eran mayores y con comorbilidades. Vamos cruzando datos además del modelo matemático. Trabajamos mucho en el territorio, en los barrios, tratando de adelantarnos y además aprovechando que en la provincia tenemos "la curva" atrasada un mes en relación a Buenos Aires, porque una eventual saturación del sistema de salud en todo el país sería mas complicado. Nosotros podríamos entrar al momento más complicado cuando en AMBA estén saliendo, es una hipótesis posible, pero vamos viendo día a día.

LC: En marzo teníamos escenarios en el país en donde la dimensión en cuanto al numero de muertos, ocupación de camas, y otras variables contemplaban diferentes situaciones en cuanto a la gravedad, pero eso se fue amesetando, y permitió organizar los servicios de salud, yo no tengo elementos para sostener que pueda llegarse aquí a eso, pero sí decir que en esta semana hemos tenido un número elevado de contagios y lo que tenemos que hacer es fortalecer la red, con alerta y notificación oportuna, con un sistema rápido de testeos, para tener intervenciones rápidas en los barrios como lo hemos hecho en estos días en Ludueña y Santa Lucía donde, por ejemplo, no hemos encontrado un 50% de positividad sino el 10%, porque esa intervención rápida nos permiten enlentecer los contagios y es lo que tenemos que mirar, junto a otros indicadores y entrecruzarlos: camas ocupadas, índice de duplicación, impacto en población de adultos mayores y a partir de eso evaluar si la responsabilidad individual es suficiente o vamos a necesitar otras restricciones impuestas por el Estado.