sábado, 6 de junio de 2020

Bárbara García: una periodista en peligro

La madrugada del 13 de junio de 1976, Barbara tenía sólo ocho años. Un grupo comando integrado por efectivos del Regimiento de Infantería N° 6 de Mercedes irrumpió en su casa y se llevó a su madre, Rocío Ángela Martínez Borbolla, quien continúa desaparecida. A partir de ese momento su vida cambió. El responsable es el represor, Martín Sánchez Zinny, acusado de formar parte de un grupo de tareas en una megacausa por 37 desapariciones, hoy goza del beneficio de la prisión domiciliaria. El represor pide prisión por falso testimonio para Bárbara, la hija de Rocío, su victima, que lo reconoció. En Señales Barbara García contó su historia:

Hola a todos. Mi nombre es Bárbara García. Soy periodista, soy mamá. Soy abuela y soy hija de desaparecida. Hoy me levanté con una noticia que fue para mí un sacudón. El ser hija de desaparecidos te hace pasar por diferentes instancias en la vida de uno. Uno aprende a convivir con un dolor que duele mucho, que muchos no entienden, que muchos pueden decir: “Demos vuelta la página” y no lo digo por el presidente (Alberto Fernández), sino porque se dice mucho eso.

Y cómo explicarle a quien no lo vivió, o a quien pudo así enterrará a su ser amado, que no podés dar vuelta la página porque tienes un montón de hojas en blanco que no pudiste completar.

Hoy a la mañana me avisan que, en el noticiero de la Televisión Pública, Néstor Espósito, un excelente periodista en derechos humanos y judiciales, estaba hablando del caso de mi madre. Siempre toca el caso de mi madre, que está enmarcado en una mega casa donde también se encuentra la hermana de Víctor Heredia.

Esta megacausa la pudo armar, el rompecabezas lo pudo armar Pablo Llonto, mi querido abogado y Coco Lombardi, grandes, grandes personas, grandes seres humanos y grandes por sobre todas las cosas, profesionales también.

Cuando sucedió lo de mi madre, yo fui creciendo y gritando en silencio o gritando en voz baja, si me ponen enfrente mío, a la persona que estuvo esa noche en mi casa, en mi cuarto, yo le reconozco y eso lo dije siempre. Y eso creció conmigo.

Era la noche del 13 de junio de 1976. Estábamos con mi hermano Camilo en el cuarto, durmiendo. Yo ya sabía que algo iba a suceder porque era muy despierta para la edad que tenía y participaba mucho de cosas que veía en la casa porque era la que estaba a cargo de la casa y a cargo de mi hermano Camilo. En un momento gritaban: “abran la puerta, somos el ejército militar”, automáticamente plum y subo a la cama de Camilo que quedaba debajo de la ventana. Le tiró de los pelos para que se despertara y Camilo no se despertaba o se hacía el dormido, lógicamente, yo quería abrir la ventana. Vivíamos en un barrio de gente trabajadora. Mi mamá, española, docente, pionera, delegada de Cetera, una de las fundadoras del gremio docente del oeste de la provincia de Buenos Aires.

Por suerte esa ventana se trabó y no se abrió porque ahora, pasados los años, yo decía sí, esa ventana se abría, la casa iba a estar rodeada. ¿Y quién iba a diferenciar que eran dos niños que se tiraban por ahí? Nos iban a matar. Cuando se introducen en el cuarto un hombre con una escopeta, una ametralladora, no sé, un arma enorme. Primero se ríe, porque yo era una niña, hace chistes y luego me pega. Yo estaba trepada a la cama, al pie de la cama de mi hermano a la cabecera y me da un. Pega con el arma en el pie. Y me caigo y me lastima porque me duele. Bueno, con esa prepotencia vestido de civil, esa persona hacía uso y abuso de ver qué hacía con nosotros. Que mi hermano era chico. Que si se lo llevaban a Camilo, que si me llevaban a mí. Que si me mataban a mí. Que si esto, que lo otro. Todos esos juegos perversos en donde, como yo me voy a olvidar la cara de ese señor, imposible, porque esa cara la tengo siempre.

En el año 2007 se hizo una película. Al ser mi madre española hicimos un reclamo al Estado español porque desamparo a todos los españoles desaparecidos en la Argentina. En ese reclamo el director de cine español me pidió hacer una película con la historia de mi madre contada por mí. Por eso la película se llama La carta de Bárbara que pueden ver acá. En esa carta, en la lectura de esa carta, que es ese documental, yo siempre digo si a mí me ponen adelante mío la cara de la persona que estuvo, yo voy a saber reconocerla. Bueno, así pasó el tiempo, hasta que un día el juez Rafecas dijo: “Bueno, pues démosle la posibilidad Bárbara, a ver si hace o no el reconocimiento”. Fue un reconocimiento fotográfico. En ese momento habían sido detenidos, los militares estaban en Campo de Mayo, otros habían fallecidos, otro se había suicidado. Pero esta persona en cuestión, que participó como jefe del Grupo de Tareas perteneciente al Regimiento de Infantería 6 de Mercedes, Martín Sánchez Zinny, estaba en Campo de Mayo, en ese momento.

Cuando hago el reconocimiento, es un bibliorato con un montón de fotos, fotos, fotocopias de fotos viejas, papeles sucios, fotos con trampa. En un momento yo, sin darme cuenta de que era una foto repetida, la iba a sacar. “No, no saques nada”, me decía la secretaria del juez. Yo estaba con mis abogados, Pablo Llonto y Coco Lombardi, y del otro lado había dos abogadas que representaban al resto de los militares detenidos en Campo de Mayo. Cuestión que, me planto en tres fotos. Eran miles de fotos y un montón de fotografías. Un bibliorato lleno. Y digo bueno, o reconocí a alguien más, pero en estas tres fotos está la persona que estuvo en mi casa esa noche cuando se llevaron a mi madre para no verla nunca más.

Efectivamente, buscar el nombre a quien correspondía y las tres fotos correspondían a Martín Sánchez Zinny. O sea que fue unánime. No hubo duda. O sea, me planté en esas tres fotos. No había forma de discutirme, que yo estaba inventando, porque eran tres fotos diferentes entre sí, pero te dabas cuenta, tenías que conocer bien a la persona para darte cuenta que era él. Bueno, ahí una de las abogadas -creo que era la doctora María Laura Olea-, me trató muy mal. dijo que estaba todo armado, que como yo era periodista y tenía acceso a las redes y no había registro de fotos de Martín Sánchez Zinny, del año 76, ni por casualidad, y si vos lo googleabas veías fotos de él, de grande que, de hecho, un mes antes de ser detenido, el tipo había presentado un en la Feria del Libro, ¡un libro, una historia de amor, novela de amor!, una cosa realmente tremenda.

Pero yendo al caso en sí, cuando se le da el legal doble procesamiento, primero por estar implicado en esta megacausa que fue la masacre, donde no quedó ningún sobreviviente de la imprenta San Andrés, así se llama la causa, a él le otorgan la domiciliaria porque apeló a que tenía un hijo autista que le hacía mal ir a verlo a Campo de Mayo, dado que existe la Ley Internacional de los Derechos del Niño. El juez Rafecas no tuvo otra que tomar la decisión de otorgarle la prisión domiciliaria, cosa que a mí me dolió mucho, me hizo mucho ruido, me dio cierto miedito porque decía si yo sabía que a este tipo le iban a dar la domiciliaria qué sé yo si animara a reconocerlo, o sea, muchas cosas pasan por tu cabeza.

Bueno, estuve mudándome bastante, cambiando de casa por una cuestión de seguridad. Sánchez Zinny es una persona siniestra, tiene más de 37 asesinatos en su mano de compañeros. Imaginate. Un día viene Pablo Llonto y me dice: apelaron, pasados los años, ¿quién apeló? -Sánchez Zinny apeló. ¿Por qué decís que apeló? -Porque dice que hiciste falso testimonio. ¡Qué locura!, dijimos con Pablo, ¡qué locura! Eso fue lo que me salió: ¡Qué locura!

Al tiempo, tuve que ir a notificar. El juzgado de Canicoba Corral porque Rafecas estaba de licencia y entonces el caso lo tenía Canicoba Corral porque volvieron a apelar. Fui, firme- Ahí, pensé un poco más, me preocupé y dije esto es una cosa loca, que yo terminé yendo en cana porque este hijo de puta se está basando en que yo estoy mintiendo. Cuando fue unánime, cuando no hubo duda de mi parte. Una cosa rarísima. Hoy a la mañana me encuentro con la noticia mirando la tele como les contaba, en donde pasó a Cámara Federal. Los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia rechazan el pedido de Sánchez Zinny, pasándolo a Causación. Y ahí sí me empezó a hacer ruido y ahí sí, me empezó a agarrar, no miedo, sino indignación, impotencia, desamparo, porque tenemos una justicia que sabemos que no es una justicia justa, entonces uno dice: ¿Tanto están insistiendo?, ¿por qué insisten tanto?, ¿qué les asegura Causación?, o ¿qué les asegura la Corte?, porque si Casación lo rechaza van a ir a la Corte. Entonces, qué es lo que los hace andar con pie tan firme frente a algo que no pueden refutar, porque yo no estoy mintiendo, porque nunca lo hice, porque soy víctima, porque ellos asesinaron y exterminaron a mi madre. ¿Cómo yo voy a mentir? cuando había fotos de militares de otros lugares. O sea, es muy perverso. Es muy, muy feo lo que está sucediendo. Por eso yo hoy salí a pedir el apoyo del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, que me brindó su contención. Me pusieron una psicóloga para que pueda charlar conmigo, porque es una locura lo que está pasando, no existe en el mundo una cosa de estas características, entonces es muy importante que nos unamos y que, desde la justicia, desde el gobierno, desde las entidades y todas las agrupaciones de derechos humanos digan: ¡No, con las víctimas, no! No van a ensuciar la memoria de mi madre, ni me van a tratar a mí como mentirosa. Yo les pido disculpas, es un tema que duele mucho. No hay un solo día de mi vida, en que yo piense en dónde está mi mamá. Y estar viviendo esto es una pesadilla. Yo necesito justicia. Mi única defensa es la verdad. Y no entiendo cómo avanzó tan rápido, porque esto se presentó en febrero, estamos en junio y ya pasó a Casación y en medio de la cuarentena con el Covid 19. Entonces, ¿quién está detrás de esto? ¿Quién está bancando a Sánchez Zinny? Porque yo no tengo duda que alguien lo está bancando. Muchas gracias.
El padre de Bárbara, Martín García, publicó:
Una nena no puede olvidarse del rostro de quien secuestro a su mamá
A Barbara y Camilo García le arrancaron a su madre Rocio Martínez Borbolla, militante docente y política, en julio de 1976. Muchos años después, un colimba se presento a la justicia diciendo que él había estado cuando un grupo de las FFAA se constituyó en Comando exterminador y su primer operativo fue el secuestro y asesinato de Rocío y su nuevo compañero..

Atacan a Ramón Carrillo; tiran una molotov a un local de FORJA, que lidera Gustavo López; dicen que murió Norberto Galasso, el historiador y piden prisión para Barbara García por reconocer al represor que secuestro a Rocío, su mamá, delante suyo con una patota paramilitar y luego la asesinó.

Pueden condenar a Barbara García por reconocer a Matín Sanchez Zinni.

La llevaron al juzgado, le mostraron un montón de fotos, ajadas, fotocopiadas, y ella, con seguridad eligió a cuatro de ellas.

El abogado que la acompañaba Pablo Llonto y Lombardi le hicieron un comentario: "Bueno si elegías una, parece que sería mayor prueba de identificación que si elegís cuatro"

Cuando el personal del juzgado miró el nombre al que pertenecía cada una de las cuatro fotos elegidas, se asombró de que todas pertenecieran a la misma persona.

Claro, en una tenía barba, en la otra bigote, en una nada, y en la otra era diferente.

Los abogados de Sanchez Zinny, son Ricardo Saint Jean y María Laura Olea,

Ricardo Saint Jean es el abogado de Ciccone que intenta la condena del ex presidente de la Nación, Amado Boudou.

Ellos acusan a Barbara de "Falso testimonio" por haber identificado al militar empresario que se llevó para siempre a su madre.


Bárbara que tenía 9 años cuando este Comando conducido por Martín Sanchez Zinni secuestro a Rocío, su mamá.

Rocío era asturiana y había venido al país a los 7 años.

El parlamento asturiano invitó a Barbara a contar su caso en Asturias misma.

Luego encomendó a un cineasta español filmar un documental a partir de una carta que Barbara dirigió las autoridades asturianas en ocasión de su visita.
Desde el secuestro de su mamá entonces Barbara tuvo la convicción de que si veía otra vez a este hombre, que le llevo a su madre, lo reconocería de inmediato.

Una nena no puede olvidarse del rostro de quien secuestro a su mamá

Este monstruo gestionó y obtuvo la detención domiciliaria, aduciendo la condición de "autista" de su hijo.

La domiciliaria de Martín Sanchez Zinny está firme (confirmada) por lo tanto sólo se puede reabrir con "cambio de circunstancias"

Lamentablemente con esta situación no se puede chequear que está pasando con él y su hijo, pero además ahora todo está en manos del Tribunal de Casación, y ya no está en manos de Rafecas.

¿Quienes serán los del juzgado de Casación? (Son los laberintos de la Justicia).

Conceder casación quiere decir "usted está habilitado para ir a plantear el tema en Casación"

Los abogados de Sanchez Zinni van a ir, a presentar escritos, les darán traslado a Pablo Llonto y su equipo.

Ellos contestarán y Casación ahí resuelve si lo admite o no.

Es decir, que faltan unos meses, dos quizás

Tocará por sorteo qué sala sera, (son 4 salas.)

Como esta la Justicia puede pasar cualquier cosa como que quien identificó y acusó al genocida de su madre y otros 36 compañeros, lleve la peor parte.

Y que el genocida, mientras tanto, siga tan tranquilo en su casa tan "pancho" como ahora.

La justicia está actuando "demasiado rápido", comentan en Tribunales refiriéndose a este caso.

¿Alguno del Poder judicial le habrá prometido "algo" al represor?

¿Barbara pasa a ser la acusada y el torturador asesino, su acosador?

Vivimos tiempos muy "sucios" en la Justicia argentina.

Lamentables.

Muestras de solidaridad con una periodista acusada por el represor que secuestró a su madre en 1976
El presidente Alberto Fernández, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, y la CTA expresaron hoy su solidaridad con la periodista Bárbara García, acusada de falso testimonio luego de haber reconocido al secuestrador de su madre desaparecida, el represor Martín Eduardo Sánchez Zinny.

"Me solidarizo con Bárbara García ante la persecución judicial que está realizando el represor Sánchez Zinni, quien hoy goza con el privilegio de la prisión domiciliaria", expresó esta noche a través de la red social Twitter el secretario de Derechos Humanos, en un mensaje que fue replicado por el presidente Alberto Fernández.

En ese marco, Pietragalla Corti agregó: "Unidos vamos a defender a las victimas del terrorismo de Estado para tener una Argentina con más Memoria, Verdad y Justicia".

En tanto, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores de la ciudad de Buenos Aires expresaron también su acompañamiento y solidaridad con Bárbara García, acusada por falso testimonio por Sánchez Zinny, detenido por delitos de lesa humanidad y actualmente bajo el régimen de prisión domiciliaria.

"Los abogados del genocida Sánchez Zinny la imputan por brindar 'falso testimonio', con el objetivo de encubrir la desaparición y asesinato cometido por ese represor. Así intentan lograr su impunidad y que no se lo juzgue por los delitos perpetrados y que tuvieran como resultado la desaparición de 30.000 compañeros y compañeras", señalaron las CTA porteñas a través de un comunicado de prensa.

Sanchez Zinny fue reconocido ante la Justicia por Bárbara García como el responsable del secuestro y la desaparición, en 1976, de su madre, la ciudadana española Rocío Ángela Martínez Borbolla, también madre del periodista Camilo García.

Martinez Borbolla -nacida en Gijón, Asturias, e hija de republicanos españoles exiliados en la Argentina- fue capturada durante la dictadura junto a su compañero Oscar "Tato" Martucci, en el departamento que ambos habitaban en el barrio Envión, de la localidad bonaerense de Haedo.

El matrimonio militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y desarrollaba tareas en la imprenta que esa organización tenía en la localidad de San Andrés, donde se confeccionaba las publicaciones El Combatiente y Estrella Roja, que Rocío Ángela Martínez Borbolla editaba.

A las expresiones de solidaridad con Bárbara García se sumó la de Gustavo López, vicepresidente del ENaCom, quien, también a través de Twitter, indicó: "Toda mi solidaridad con @re_superblonda. Pareciera que vivimos en el mundo del revés, pero la Argentina hace muchos años dijo Nunca Más".

En tanto, a través de esa red social, Bárbara García -quien en el momento del secuestro de su madre tenía 8 años- agradeció las múltiples expresiones de apoyo y solidaridad, y afirmó haber sentido "como un sopapo" a lo que definió como "la justicia de la no justicia".
Fuente: Agencia TelAm

Declaración por Bárbara García
María Elena Walsh cantaba: "Vamos a ver cómo es / el reino del revés". Hoy lo seguimos cantando, asombradxs. El genocida Martín Sánchez Zinny, procesado por comprobados crímenes contra 37 militantes y hoy mateando tranquilo en su prisión domiciliaria, ha denunciado a Bárbara García, quien en julio de 1976 a sus 9 años vio claramente que Sánchez Zinny secuestraba a su mamá, la española Rocío Martínez Borbolla, para luego llevarla al criminal y sistemático protocolo de la dictadura (desaparición forzada, tortura, asesinato, pretensión de impunidad).

Los organismos abajo firmantes pedimos enérgicamente a la Cámara Federal de Casación Penal que rechace el recurso presentado por el genocida Sánchez Zinny por ser estigmatizante, persecutorio y revictimizante. Reclamamos que se ejerza justicia y se pongan las cosas al derecho: el genocida procesado debe ser prontamente juzgado y condenado, la testigo y víctima debe gozar de su derecho a vivir libremente y sin amenazas ni ser revictimizada.

Como sociedad necesitamos cantar todas las canciones de María Elena Walsh, no justamente esa.
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