En los últimos doce meses, con una inflación de más del 55%, nuestros sueldos sólo tuvieron una recomposición formal del 15%. Este abril ya debería firmarse la paritaria 2020. Pero por la especulación de la cámara empresarial y la estafa de un sindicato ilegítimo, nuestros salarios reales quedaron congelados en noviembre del año pasado, momento en el que debía definirse el segundo tramo de la paritaria 2019.
Tarea esencial
El duro presente se agrava analizando pasado y futuro. En los últimos 6 años perdimos la mitad de nuestros salarios. Y al trabajar en nuestras casas ahora tendremos gastos extras, por ejemplo, en telefonía e internet, servicios que en muchos casos le pagamos al mismo Grupo Clarín y por los que reclamamos bonificaciones.
Mientras nuestros bolsillos se vacían y nos dejan aún más vulnerables, resulta cínico como en las páginas de Clarín se habla con épica de nuestro trabajo.
"Es histórico (...) Estamos trabajando mucho más que en épocas normales. Hay algo de magia (...) nunca fuimos más periodistas que ahora. (...) El diario late en el impreso y acelera hasta la taquicardia en la Web: más de 79 millones de usuarios únicos en marzo, una audiencia histórica jamás alcanzada. (...)", escribió Héctor Gambini en la nota especial publicada el martes 6/4.
Sin salarios dignos no hay salud ni periodismo de calidad al servicio de la sociedad que sea posible.
Comisión Interna Clarín/AGEA - SiPreBA