Nada de eso sucedió y cuando se reclamó, la empresa confesó a través de uno de sus voceros que la masa salarial estaba en dólares y no podía venderlos con motivo de la inestabilidad cambiaria post electoral.
La respuesta del colectivo de trabajadores se tradujo en dos jornadas de paro total.
Comenzaron las conversaciones y los “esfuerzos” por parte de la empresa para conseguir moneda nacional y producir depósitos (tras un amague de pagar en dólares), que se están materializando en cuotas.
La medida de fuerza pasó a ser de asambleas de tres horas por turno (en total son seis horas diarias de retención de tareas) ya que al pago en cuotas se suma la no distribución de recibos de sueldos desde marzo y no menos de ocho meses adeudados a obras sociales, prepagas, caja jubilatoria y ART.
Trabajadorxs y Comisión Interna SiPreBA en NA