lunes, 24 de junio de 2019

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sigue siendo un ejemplo a seguir

De la columna editorial del Diario de La Pampa:
La Cámara de Diputados de la provincia inició formalmente el tratamiento del proyecto de creación de la Empresa Pampeana de Telecomunicaciones (EmPaTel), en un contexto en que la puja por ese derecho humano, a la vez convertido en un negocio por el sistema capitalista, aparece necesariamente en el centro de la escena.

La pelea que viene no es fácil y tan poderosos son los actores corporativos de ese escenario -multinacionales de brazos muy fuertes o capitales argentinos con inusitado poder- que hasta la presencia de un Estado provincial puede aparecer como insignificante en comparación con esos espacios del establishment.

De ahí que la ofensiva para la creación de esa empresa, cuyos efectos e impactos positivos pueden resultar para la provincia un antes y un después, requerirá de prudencia y seriedad en el tratamiento del tema, y de la confluencia de la mayor cantidad posible de actores.

En síntesis: deben buscarse en la Cámara de Diputados acuerdos con referentes de los distintos espacios políticos, siempre y cuando esos sectores estén dispuestos a defender el interés provincial y no a convertirse en espadachines del neoliberalismo y representantes de ese dañino fanatismo por defender lo que mal llaman “la mano libre del mercado”.

Se trata primero que nada de un posicionamiento ideológico respecto del papel del Estado: la sanción de una ley para la creación de EmPaTel presupone que se considera vital el rol gubernamental y de las instituciones que representan a la población pampeana.

Esa concepción hace imprescindible que se considere que la comunicación es, antes que un negocio y que otro montón de cosas, un derecho humano, tal como lo son la salud y la educación.

En las últimas semanas, incluso el candidato presidencial del “proyecto nacional y popular” Alberto Fernández se inclinó a pensar que la cuestión mediática debe ser más bien abordada como un negocio y se permitió severos cuestionamientos a algunos de los aspectos fundantes de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Esa legislación, que sigue siendo un ejemplo a seguir, fue incluso señalada como paradigma a nivel internacional y resultó el fruto no solo de amplias mayorías políticas en el Congreso -cosechó el voto de numerosas fuerzas políticas- sino de la opinión popular volcada en decenas de foros que se hicieron en todo el país para recoger aportes, sugerencias y críticas al documento base, elaborado por una organización de enorme pluralismo como la Coalición por una Comunicación Democrática.

Para completar el virtuoso círculo, la Corte Suprema de Justicia dictaminó sin lugar a dudas la constitucionalidad de esa normativa que tendía a la descentralización y que aunque tuvo enormes problemas en su aplicación representaba un enriquecimiento de los valores democráticos.

El Gobierno macrista, sin embargo, congeló parte de la columna vertebral de esa ley de avanzada y con ese posicionamiento que quitó de la cancha el aporte de universidades, gremios y provincias, centralizó las decisiones, pisoteó el federalismo y en el mismo camino en el que favoreció a las corporaciones mediáticas perjudicó a las pequeñas y medianas empresas -sobre todo del llamado interior provincial-, a los medios cooperativos e incluso a los medios públicos.

Por esa razón la comunicación está en emergencia, según el planteo que hacen diversas organizaciones de todo el país, que organizaron un foro nacional -con sus réplicas provinciales- para intentar desandar algunos de los retrocesos en una próxima gestión de gobierno: en La Pampa esa cita es el sábado 6 de julio, desde las 17 horas, en la Universidad Nacional de La Pampa.