Que los medios de comunicación atraviesan una crisis histórica en Argentina no es novedad. Desde que asumió Mauricio Macri como presidente el 10 de diciembre de 2015 más de 3 mil trabajadores del sector fueron despedidos en todo el país.
Así lo vienen denunciando distintos gremios de prensa, entre ellos, el SiPreBa (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) y el CiSPren (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba).
Los despidos masivos en la agencia estatal TelAm y la lucha de sus trabajadores contra la política de ajuste y persecución del Gobierno nacional, son tal vez el ejemplo más claro sobre el origen de la tendencia que se replica desde hace casi tres años tanto en medios oficiales como privados, así como en Capital Federal y el interior.
Vaciamiento, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, despidos sin indemnizaciones y precarización son algunas de las formas solapadas del cercenamiento de las fuentes laborales en Argentina y en consecuencia, de la disminución de voces para dar cuenta de la realidad.
Sin embargo, como contracara y basada en el trabajo colectivo, la autogestión periodística y la posibilidad de ejercer la labor en libertad surgieron como respuestas cada vez más concretas y poderosas a las políticas de achique en los medios impulsadas por el Estado y por las empresas privadas.
Resurgir tras el vaciamiento
Tal fue el caso de este medio, La Nueva Mañana, constituido como cooperativa de trabajo tras el vaciamiento de La Mañana de Córdoba, fundada en 1997 por el empresario Julio Ramos y desmantelada por otros dueños en junio de 2016, dejando a 61 trabajadores en la calle. Otro caso emblemático a nivel nacional fue el de Tiempo Argentino, propiedad de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, que se imprimió hasta febrero de 2016 y cuyos trabajadores también recuperaron.
En ese escenario es que Tiempo Argentino, con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert, organizó un Encuentro Nacional de Medios Autogestionados, que se desarrolla este lunes 26 de noviembre y el martes 27, en Capital Federal, y del que participarán 11 diarios y semanarios de todo el país: La Nueva Mañana, Comercio y Justicia, y El Diario del Centro, los tres de Córdoba; El Ciudadano, de Rosario; El Correo de Firmat, Santa Fe; La Portada, de Esquel, Chubut; El Independiente, de La Rioja; El diario de la Región, de Resistencia, Chaco; Pulso, de La Plata; Cítrica, de Buenos Aires; y Tiempo Argentino.
Antes del inicio del Encuentro, La Nueva Mañana habló con Javier Borelli, integrante del Consejo de Administración de la Cooperativa Por Más Tiempo y editor de la sección de Información General.
¿Cómo surgió la idea de organizar este encuentro entre medios autogestionados?
La existencia de Tiempo como medio autogestionado solo es posible de entender en el marco de una serie de experiencias previas que fueron allanando el camino y que nos apuntalaron en los primeros días.
Luego, a medida que fuimos consolidando nuestro proyecto, tuvimos la oportunidad de acompañar otros procesos de medios recuperados o que apostaban a que sean los trabajadores de prensa quienes participaban de la toma de decisiones de las empresas periodísticas. Y todo esto se daba mientras el sistema de medios tradicionales atravesaba una gran crisis de modelo de negocio que profundizaba la concentración.
Entonces nos pareció necesario promover la reunión de proyectos que apostamos por la recuperación de nuestros medios para poder visibilizar esta “otra manera” de hacer periodismo, plantear una voz más fuerte para promover medidas que protejan a nuestro sector y pensar estrategias de colaboración para que el periodismo centrado en valores pudiera extenderse a nivel federal.
Estos proyectos contaron con la colaboración solidaria e imprescindible de otras organizaciones que habían atravesado situaciones similares y que los apuntalaron para dar los primeros pasos y para introducirlos en los principios del cooperativismo y la autogestión que luego se incorporaron al ejercicio del oficio.
Desde sus inicios en la autogestión, todos los medios que vamos a participar de este Encuentro fuimos construyendo respuestas propias. Por eso desde Tiempo Argentino creemos importante promover un encuentro que nos permita compartir las experiencias desarrolladas y trabajar en pos de fortalecer el periodismo autogestionado en el país mientras desarrollamos una mirada propia como sector.
¿Qué diferencias consideran que existen entre las coberturas que realizamos los medios autogestionados y las de los medios del circuito masivo?
Además de la agenda diaria, nosotros visibilizamos cuestiones relegadas del circuito masivo o enfocadas desde una perspectiva sesgada. La desaparición de Santiago Maldonado, el asesinato de Rafael Nahuel, el de Ismael Ramírez en Chaco o las represiones ocurridas a la protesta social en distintos puntos del país, son ejemplos concretos.
Hay que apostar a las coberturas colaborativas desarrolladas entre los medios autogestionados, compartir datos y fuentes, privilegiando informar a su audiencia con la mayor precisión antes que buscar la exclusividad o responder a un interés patronal. La necesidad de asumir la autogestión en un medio de prensa también amplió la mirada de los trabajadores sobre el funcionamiento de la empresa informativa y generó el desarrollo de nuevos modelos de negocio.
Muchos de estos, sustentados por su audiencia, les permitieron a su vez ejercer el periodismo con libertad. Esa condición fue determinante para avanzar en el desarrollo de investigaciones que lograron introducir en la agenda pública información relevante y también le asignó al medio un rol preponderante dentro de su comunidad.
A la hora de organizar el programa del Encuentro, desde Tiempo Argentino consultaron con los periodistas de los medios que participarán sobre aquellos temas que querían trabajar. A partir de eso, ¿qué necesidades detectaron en el sector?
La mayoría de los medios marcaron tres grandes temas en los que querían trabajar: la producción de contenidos en nuevas plataformas que les permitiera competir en aquellos espacios donde hoy se concentra el consumo informativo; la capacitación en el desarrollo de proyectos que permitan aspirar a financiamiento; y la organización de una estrategia común promover beneficios para el sector (reclamar descuentos en la compra de insumos en especial el papel prensa, exigir beneficios impositivos y recursos para el sector, entre otros).
De acuerdo a eso hemos compactado las actividades durante estos dos días al máximo para fortalecer el espacio y entendemos fundamental construir una red lo más sólida posible. Nuestra idea es reunir a 11 diarios recuperados del país para ampliar el nivel de conocimiento entre nosotros; compartir estrategias de financiamiento y organización; así como también capacitarnos en herramientas clave del periodismo que nos faciliten nuestras producciones y nos permitan adecuar su presentación a los consumos informativos actuales.
¿Sobre qué experiencias previas se basaron a la hora de lanzar la convocatoria y qué expectativas tienen?
La experiencia de los diarios recuperados es muy argentina, hija por supuesto del Movimiento de Empresas Recuperadas. En ese sentido tomamos mucho aprendizaje de allí y de la organización sindical que busca defender derechos.
Así entiendo que lo que hacemos consiste en defender nuestro trabajo y también nuestra convicción en que el periodismo puede ser una herramienta transformadora. Creo que lo que estamos haciendo es un camino nuevo para el periodismo en general, ya que es un mundo muy marcado por la competencia. Acá apostamos a asociarnos entre los que estamos en el mismo camino para colaborar en lugar de competir.
Esperamos que de este primer encuentro salgan muchas ideas para fortalecer una red que nos sirva para crecer a todos y, en especial, permita una mayor producción y circulación de información valiosa para los argentinos y sin intereses ocultos. Estamos convencidos de que la autogestión es el camino para desarrollar un periodismo libre y confiamos en que esta actividad contribuirá a consolidarnos como sector y apuntalar el surgimiento de nuevos proyectos colectivos.
Fuente: La Nueva Mañana