martes, 19 de junio de 2018

"Por suerte estamos en otra época del país, él no es Yabrán, sino imagínense"

"Nuestra democracia resulta fortalecida cuando existe una voluntad permanente de sostener los valores de la libertad de expresión, de discusión, de participación y de protesta", con estas palabras, Greenpeace reclamó al Presidente de la Nación en una carta presentada en Casa Rosada que garantice los derechos a un ambiente sano y a la libertad de expresión, establecidos en la Constitución Nacional
El pedido se enmarca en las dos amenazas a miembros de la ONG ocurridas en menos de un mes, por parte de personas cercanas al Gobierno. “Cuando la libertad se amenaza, se judicializa, se deslegitima, la calidad de la democracia se degrada en su práctica cotidiana” dice el texto.

Las autoridades de la ONG ya habían comunicado al Gobierno Nacional, a través de una reunión en la Secretaría General de la Presidencia, las situaciones vividas durante el mes de marzo por miembros del equipo.

Durante la campaña para frenar los desmontes ilegales en Salta Greenpeace expuso al dueño de la finca Cuchuy, Alejandro Braun Peña. Uno de los amedrentamientos tuvo lugar en el marco de una audiencia de mediación con Alejandro Braun Peña, primo del Jefe de Gabinete Nacional, por el caso que lo involucra como responsable de la destrucción ilegal de bosques nativos en Salta. "Como ustedes hicieron la campaña enfocada en lo personal y dañaron mi imagen, voy a gastarme 2 o 3 palos verdes para joderlos a ustedes en forma personal", dijo el empresario a los representantes de Greenpeace.

Para completar la escena, su abogado agregó: "Tengan en cuenta que por suerte estamos en otra época del país. Él no es Yabrán, sino imagínense. Es un empresario serio que apuesta por el país".

Días más tarde el Diputado Nacional por Cambiemos, Juan Carlos Villalonga, increpó e insultó telefónicamente una de las directoras de la organización, "ya vas a ver lo que te va a pasar por meterte conmigo", le dijo. Ambas agresiones y amenazas fueron denunciadas ante autoridades judiciales de la Nación y luego ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La carta finaliza con el pedido expreso al presidente para que proteja la libertad de expresión y protesta: “Acudimos a Usted para la defensa del sistema democrático que nos cobija, y le solicitamos tenga a bien enfatizar la importancia de los derechos y libertades a la expresión y a la protesta en seguridad, garantizando el ejercicio del disenso y el reclamo público pacífico”.

En una comunicación a sus socios la organización dijo: "Es la primera vez en la historia de Greenpeace Argentina que recibimos amenazas directas de ser destruidos. Estos dos hechos fueron denunciados por Greenpeace ante la justicia con demandas y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En un país democrático no podemos permitir un trato intimidatorio y no vamos a dejarnos presionar ni silenciar por el poder". Cuando amenazan a Greenpeace también amenazan la libertad de reclamar de personas como vos, comprometidas con la defensa del medio ambiente".