jueves, 21 de junio de 2018

Elsa "Chiche" Pozzi de Massa 1924 - 2018

Elsa "Chiche" Massa, Madre de la Plaza 25 de Mayo de Rosario,  falleció sin llegar a declarar en el juicio por el secuestro y desaparición de su hijo Ricardo Massa, incluido en el tramo de la causa conocida Guerrieri IV, que aún no llegó a llevarse adelante. La última vez que estuvo en la Plaza pidió que se continúe la lucha, no la abandonen.

Lea Medina publicó en Facebook: "Triste noticia ha elevado su vuelo a las rondas de las Madres nuestra querida Chiche Massa, Madre de la Plaza 25 de Mayo!!!. La Agrupación ROP de Derecho la recuerda "como una mujer imparable y luchadora, atenta. Con una fuerza de voluntad que la hacía ir a acompañar la lucha que fuera necesaria. La vamos a recordar en cada ronda, en cada 24 de marzo, en cada lucha. Hoy más que nunca decimos: Memoria, verdad y justicia".

"Chiche" solía estar no sólo en la ronda de las Madres de cada jueves en la Plaza 25 de Mayo, sino también en charlas y actividades que organizaban escuelas para promover la memoria histórica.

“La familia de Chiche pide, al igual que lo hizo la familia de Norma (fallecida el 5 de mayo pasado), que quienes se acerquen a despedirla, en lugar de coronas hagan donaciones, del modo que cada uno pueda, a la Biblioteca Popular Juana Azurduy”, comunicaron las compañeras y los compañeros de la ronda de los jueves.
Un cielo en la mirada
Jorge Cadus, publicó en Alapalabra: Cuando el miércoles 20 de junio comenzaba a apagarse, la noticia -breve- recorrió un mapa de afectos cotidianos y luchas históricas: Elsa Chiche Massa, Madre de Plaza 25 de Mayo de Rosario, decidió la partida. A poco más de un mes de la dolorosa despedida a Norma Birri de Vermeullen, el movimiento de derechos humanos pierde otra referente indispensable. Este jueves, como cada jueves, la Plaza 25 de Mayo de Rosario volverá a inundarse de un cielo claro y firme. Sucederá, sin dudas, cuando la tarde comience a tejer su propia despedida. Entonces, los pasos se harán marcha, una vez más, alrededor de la pirámide, y la memoria se codeará con esa hermanita muchas veces perdida y tantas veces reencontrada, la esperanza. Allí, en la Plaza, Elsa Chiche Massa anudará –ahora y siempre- su pañuelo blanco bajo el mentón, y su dulcísima mirada azulceleste acariciará, nos seguirá acariciando, protectora y maternal. Pero a no equivocarse: esa mirada también ha sabido denunciar con dureza, acusar sin reparos y resistir sin miedos a los jinetes del espanto. Aunque nos hayamos quedado definitivamente solos, su pañuelo y su mirada serán bandera.

"Nosotras, cuando hablamos, siempre tratamos de transmitir cómo eran los ideales de nuestros hijos", repite Chiche.

Su hijo, Ricardo Alberto Massa, fue secuestrado y desaparecido el 26 de agosto de 1977. Tenía entonces 30 años.

Había hecho la primaria en la Escuela Mariano Moreno, de Paraguay al 1200, la secundaria en el Superior de Comercio, y egresado con el título de médico de la Universidad Nacional de Rosario.
Chiche apunta que "lo que más recuerdo de su militancia -él pertenecía a la Juventud Universitaria Peronista- era que le preocupaba mucho la educación de las nuevas generaciones".

Desde aquel agosto, Elsa no volvió a tener noticias de Ricardo.

Casi de inmediato comenzó a participar de las reuniones, entonces motorizadas por Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas.

En el local de cortada Ricardone se reunían -junto a los referentes de aquella organización- nombres hoy casi olvidados de la resistencia a la dictadura militar y resguardados en la memoria de las Madres: Ángel, María Dolores y Carmen Albá; María de Prat; Nelly Huarque; Catalina Fleming de Araya; Ana Ponce de León; Julio Parente; junto a muchos jóvenes que siguen hoy acompañando a las Madres en su marcha: Ana Moro, Alicia Lesgart, Graciela Diez, Lilian Echegoy. Y las presencias, ya míticas, de Fidel Toniolli y de la abogada Delia Rodríguez Araya.

"Así nace en Rosario nuestro movimiento. Después, algunas de nuestras integrantes -Nelma Jalil, Esperanza Labrador, Elvira Finsterwald, Irma Molina- empezaron a viajar a Buenos Aires, a marchar con las Madres en Plaza de Mayo. Ellas proponen que lo podíamos hacer acá también, y así surge el movimiento Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario, en los 80", recuerda.

Y puntualiza que "en un primer momento, aunque yo iba a las marchas, mi esposo se enferma, y necesito estar a su lado. Pero igual venía a las reuniones principales. Cuando mi esposo fallece ya me integro decididamente a la organización de Madres, donde nunca fuimos muchas. Si se tiene en cuenta que en Rosario y su zona hay más de 520 desparecidos o asesinados, nosotras nunca llegamos a ser más de 14 ó 15 Madres".

Firme, alegre y memoriosa, la voz de Elsa Massa se sumerge -como tantas veces- en la historia reciente, en sus dolores, sus furias, sus conquistas.
Pero nada empaña su mirada clara, purísima.

Junto con Norma Vermeüllen recorrían incansablemente escuelas, bibliotecas, salas culturales de Rosario y la región.

Juncal, Victoria, Alcorta, Totoras... Ninguna localidad es demasiado lejos. Ningún viaje se hace demasiado largo.

En esos encuentros, pibes y adolescentes se emocionan, preguntan, opinan.

Abrazan a estas mujeres incansables que cargan en sus cuerpos la crónica de un tiempo, de un país.

"Creo que hay que hablar con los chicos -dice Chiche- pero siempre haciéndolo de una forma que no se haga hincapié en lo macabro. Que esté a su alcance".

Pero sobre todo, transmitirles que se puede enfrentar el odio y la injusticia, dice.

"Esa es la lucha: que nunca más un joven pierda la vida por soñar con la utopía de vivir en un mundo mejor".

La memoria en donde ardía
En el corazón del Parque Scalabrini Ortiz, en el sitio donde se convocan los fantasmas de una ciudad con pasado ferroviario y rebelde, el Bosque de la Memoria busca afirmar en el espacio público el homenaje a los asesinados y desaparecidos durante los años del Terrorismo de Estado. En ese mismo lugar donde los chacales, que siguen allí en las sombras, mostraron su presencia destruyendo una y otra vez, la placa que recuerda a nuestros compañeros.

Elsa Masa, Madre de la plaza rosarina, nos regaló estas palabras que "por algún extraño designio del destino guardé celosamente en un recóndito lugar de mi memoria. Cuando digo: 'Los que mueren con honra' o 'La vida es el honor, es el recuerdo' se lo estoy dedicando a Ricardo, mi hijo, y a todos los jóvenes muertos, desaparecidos, torturados que ofrecieron generosamente su vida luchando por una patria políticamente libre, socialmente justa, sana y solidaria".

“Salir a buscar a nuestros hijos era lo menos que nos tocaba hacer”, dijo Chiche cuando HIJOS Rosario realizó un emotivo homenaje a las Madres de la Plaza 25 de Mayo, inaugurando una escultura cinética llamada “la ronda” que quedó emplazada en la histórica plaza 25 de Mayo de Rosario.

En la ocasión de la presentación del libro “Diario del Juicio Guerrieri – Amelong”, Chiche Massa toma el micrófono y el silencio en la sala del subsuelo del Museo de la Memoria la acaricia. Sus ojos son dos faroles que ofrecen luz aún en tiempos oscuros. Chiche es una de las eternas Madres de la Plaza 25 de Mayo. Habla de Ricardo, su hijo. De aquellos tiempos en que comenzó a transitar la historia que cambiaría su vida para siempre. Chiche se transformó en una Madre que busca. Que no claudica. Que ronda. Que abraza. Que en esa búsqueda que escriben sus pasos y acompaña su pañuelo blanco, no se resigna, escribió María Cruz Ciarniello en Enredando.

Es que para Chiche “Ricardo es una presencia viva” en cada uno de los rincones de su hogar. Y también lo es en su intachable memoria, capaz de recordar y poner en palabras momentos de pleno dolor como aquel día en que la bomba destruyó su casa.

Chiche deposita la esperanza en los más jóvenes. Serán ellos, dice, quienes puedan hacer posible el sueño de los 30.000. Escucharla es viajar en el tiempo y volver con la garganta llena de nudos. Es recorrer esa historia que es suya, personal, política. Pero es también la de tantas otras Madres que fueron sus compañeras de lucha. Que lo siguen siendo. Y que las encuentra cada jueves en la Plaza 25 de Mayo. “La Plaza siempre me hizo bien. Y me sigue haciendo bien. Es un remanso para mí porque me siento acompañada de gente que ha pasado lo mismo que yo. Es como encontrarse con una gran familia”, dice. Porque todas vivieron el mismo dolor: las atraviesa la desaparición de sus hijos y la incertidumbre de lo que con ellos hicieron. Las atraviesa la fortaleza y la resistencia. La rebeldía, la valentía. Chiche es la ternura que nos ayuda a vencer. “Todos los días tendrían que ser jueves”, le dice la señora que la acompaña por las noches. Es que los jueves, la plaza reconforta.

“Yo creo que el último pensamiento de Ricardo lo tuvo para nosotros”, señala Chiche. “Nunca he soñado con mi hijo, y creo que es porque mi subconciente no ha aceptado o se niega aceptar la triste realidad de su ausencia”.

Seguiremos con la posta que nos legaste
Expresó Nadia Schujman, Abogada, militante de HIJOS y querellante en causas por delitos de lesa humanidad: "Cuantas veces me dijiste los últimos tiempos que vos no ibas a llegar a declarar por tu hijo y ver el juicio en el que se juzgue su caso. Y yo te respondía que no, que no dijeras eso, deseando realmente que no fuera así. Pero tenias razón, como tantas veces, porque mira que te escuchamos tantas veces decir de la manera mas sencilla cosas tan lucidas , tan claras. Tenias esa combinación de dulzura y firmeza que hacia imposible el no quererte. Para H.I.J.O.S., para mi , fue un orgullo enorme representarte, ser tus abogados y abogadas, que nos eligieras. queda la frustración, la rabia la impotencia que no pudimos llegar juntas al final de ese camino en la construcción de justicia por Ricardo. Pero seguiremos con la posta que nos legaste, por el y los 30.000 como siempre recalcabas vos y Norma".

El fotógrafo Franco Trovato Fuoco publicó: A Chicle le gustaba mucho esa imagen. Pero la verdad es que Chiche tiene luz propia, nos enseño a luchar con amor.
Nuestro adiós a Elsa Chiche Massa
Es muy lamentable se apagó la vida de una mujer valiente, de una tenaz y resistente en tiempos sombríos como los años de plomo del terrorismo de Estado de la dictadura cívico militar eclesial.
Elsa Chiche Massa, Madre de la Plaza 25 de Mayo agotó su ciclo vital. Persistente en su lucha por memoria y justicia. Sin claudicaciones enfrentando las infames leyes de impunidad de gobernantes genuflexos con los genocidas: obediencia de debida y punto final, indulto y otras maniobras.

Elsa Massa con su pañuelo blanco y su dignidad no solo fue activa partícipe de las rondas de los jueves, también difundió sus ideas, mensajes a las nuevas generaciones para no dejar de librar las luchas que nos emanciparán de las cadenas visibles e invisibles.

Nuestro adiós de esta vida a una digna luchadora que sembró semillas de dignidad que germinarán más temprano que tarde.
Carlos A. Solero
Miembro de la APDH












Fotos: Héctor Río y Celina Mutti Lovera

Ver anteriores: Tardamos años en darnos cuenta de que nuestros hijos desaparecidos no iban a volverNorma Nora Birri de Vermeulen, Madre de la Plaza 25 de Mayo 1930 - 2018