martes, 10 de abril de 2018

Argentina 2018: Preocupante retroceso en la democratización de medios

Por: Mariano García Barace, @garciabarace
El 1er Encuentro Iberoamericano de Comunicación: lo digital y la digitalización realizado en Buenos Aires en octubre de 2008 marcó un hito regional en como pensar los medios en la era digital y actuar frente al desafío de la convergencia tecnológica*. En el reemplazo de la tecnología analógica por la digital se vio una oportunidad histórica para construir un modelo de comunicación más democrático basado en el aumento de la oferta mediática que se produce como consecuencia de la optimización y mejor aprovechamiento del espectro radioeléctrico.
Las señales públicas puestas en funcionamiento por la administración Kirchner son fundamentales en esta era digital de fronteras diluidas.
También se vio la posibilidad de aprovechar ese momento de cambio para establecer reglas claras en el uso del espacio público de comunicación. Es decir, propender a la diversidad de radiodifusores y la pluralidad de voces. Intentar corregir los efectos indeseables de la concentración de medios, las prácticas monopólicas y de manipulación de masas a las que nos ha llevado el modelo comercial. La comunicación es un derecho humano. No es una mercancía.

A diez años del primer Encuentro Iberoamericano recordamos aquella ponencia que proponía una alianza estratégica entre el Estado y la sociedad civil para la definición de políticas públicas en materia de comunicaciones. “Por que el problema que tenemos en la actualidad en Argentina es que si quien se arroga la representación de la sociedad civil son los medios privados de comunicación, estamos fritos” (Luciano Sanguinetti, UNLP).

Cristina Fernández de Kirchner protagonizó el gran cambio al igual que Perón en aquel 17 de octubre de 1951 cuando realizó la primera emisión en blanco y negro de Canal 7, dando nacimiento a la televisión argentina.

Siguiendo los pasos de Brasil, la administración de CFK encontró ventajas y mejores oportunidades de negocio adoptando la norma japonesa ISDB-T con los agregados que le incorporó Brasil. Recordemos que Menem en 1998 quería imponer el estándar ATSC estadounidense.

Coincidiendo con los festejos del Bicentenario entró en vigencia la nueva Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (10/10/2009) y se presentó el Plan Nacional de Telecomunicación Argentina Conectada. La entrada en funcionamiento de cinco antenas de TV digital abierta, sobre un total de 47 destinadas a brindar ese servicio al 75 % de la población. Se multiplicaron las señales públicas: TV Pública Canal 7, Canal Encuentro, señal infantil Paka Paka y el canal INCAA, una señal del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), dedicada a la proyección de películas argentinas. En 2012 entró en funcionamiento el canal público DeporTV especializado en programación deportiva, y Tecnópolis TV, un canal con orientación juvenil dedicado a la ciencia, tecnología e industria.

A su vez se pusieron en marcha nuevos organismos y un conjunto de acciones sinérgicas para fomentar la producción de contenidos nacionales necesarios para completar la nueva oferta tecnológica.

Tal cual se dijo en aquel Encuentro de 2008, se sabía que los medios dominantes reaccionarían. La respuesta no se hizo esperar. Inmediatamente el Grupo Clarín vio amenazado su negocio e impugnó ante la Justicia los artículos 41º, 45º, 48º y 161º de la nueva Ley.

Sin embargo la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó el 29/10/2013 que la Ley de Medios es constitucional.

Contradiciendo los principios de la Declaración Conjunta sobre Diversidad en la Radiodifusión del año 2007 (leer declaración), el presidente Mauricio Macri ha profundizado la concentración de medios de acuerdo a las apetencias del Grupo Clarín apoyado por el Grupo La Nación. Macri borró de un plumazo con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) la nueva Ley modificándola en sus artículos más importantes. El ministro Hernán Lombardi intervino la Televisión Digital Abierta (TDA) y cerró el Centro de Investigación Aplicada en Recursos Audiovisuales (CIARA) dedicado a la generación de contenidos.

Como si la gente no tuviera memoria, la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina (AdEPA) le da un premio en 2016 al CEO de Clarín por sus “sobresalientes servicios a la libertad de prensa”. Héctor Horacio Magnetto, el gran alcahuete del Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). Igual que Bartolomé Mitre de La Nación, y Félix Laíño, Subdirector de La Razón. Adalides de la desinformación y cómplices intelectuales o pasivos de la barbarie castrense.

Durante el Proceso o Dictadura miles de compatriotas fueron exterminados cruelmente. El mundo entero condenó el terrorismo de Estado de los torturadores argentinos.

Nuestro país va hacia atrás en materia de comunicación pública, democratización de medios y normas de defensa de la competencia. El Sr. Magnetto es quien está liderando este preocupante retroceso. Lo hace de común acuerdo con el presidente Mauricio Macri y logistas amigos.

Las fusiones Cablevisión-Multicanal y Cablevisión-Telecom son operaciones que violan los principios elementales de defensa de la competencia. Argentina es uno de los países con mayor penetración en hogares de TV Paga por cable y satélite (81 %, 11,04 millones de suscriptores) según datos de la consultora Business Bureau (BB). La nueva empresa tendrá una cuota de mercado del 40 % de la TV paga, 42 % del mercado de telefonía fija, 35 % de telefonía móvil, 68 % de las conexiones a Internet por banda ancha fija y 39,5 % de la banda ancha móvil, aprox.

En 8/2016 el Grupo Clarín dividió sus operaciones en dos firmas para burlar las leyes antimonopolio: Grupo Clarín y Cablevisión Holding, dedicada a televisión y telecomunicaciones. Cablevisión es prácticamente un monopolio de la TV por cable. Si a esto le sumamos que el Grupo Clarín es el mayor proveedor de contenidos audiovisuales del país, su dimensión, omnipresencia e influencia sobre la población se torna en un problema para todos. Afecta el buen desarrollo de la vida democrática y la libertad de expresión de los argentinos.

¿Por qué no puede verse el Canal Iberoamericano en Cablevisión? Un canal de canales públicos sostenido con la cooperación de todos los Estados que conforman la región. Una señal cultural y educativa que es un ejemplo de diversidad. #SeñalQueNosUne.

En este preocupante retroceso en la democratización de medios incluimos la persecución política del empresario patagónico Cristóbal Manuel López, titular del Grupo Indalo.

Las señales públicas puestas en funcionamiento por la administración Kirchner son fundamentales en esta era digital de fronteras diluidas. Su presencia en el Gran Almacén Universal Virtual (GAUV) que incluye todos los productos culturales y de comunicación, debe ser continua, de calidad y sostenida por el Estado en su visibilidad. Así los ciudadanos que navegan o acuden para aprovisionarse en el GAUV podrán encontrar una proporción significativa de contenidos nacionales que resguarden nuestra identidad.

Diversidad cultural
Reconocemos el avance positivo por parte del gobierno anterior en la democratización de medios e inclusión social. No obstante, volvemos a señalar la contradicción más grave en materia de diversidad cultural que contiene la Ley (Art. 3º y 121º) en la que participaron Néstor Kirchner, Gabriel Mariotto, Daniel Filmus, Tristán Bauer, y otros.

El ex presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA), Tristán Bauer, nos hablaba en 2008 de “Avanzar en un mayor pluralismo y diversidad cultural” (…) “la idea es generar un proyecto integrador a nivel latinoamericano que permita fortalecer las producciones nacionales públicas y plurales, el intercambio de obras televisivas, las coproducciones regionales y la producción regional de equipos. Para ello es muy importante que todos los pueblos de América Latina tengamos una misma norma de televisión digital” (T. Bauer, 2008).

Primero saber que si América es latina no hay diversidad cultural. Hay una cultura preponderando sobre todas las demás. La cultura romana o del lacio (Latium). Propender a la latinización de nuestros países es avasallar al resto de las culturas. El latinoamericanismo es un principio excluyente además de ser un proyecto imperialista de dominación. El movimiento panlatino fue iniciado en Paris por Luis-Napoleón en 1851 (leer más). Napoleón III y Michel Chevalier inventaron América Latina para acrecentar el mercado de Francia a costa de nuestros países.

La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural del 2/11/2001 es suficientemente clara para todos (leer declaración). La defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana.

*Entendemos por convergencia tecnológica a la capacidad de uso de una misma plataforma de red de telecomunicaciones para transportar diferentes servicios (telefonía, video, música, Internet), los cuales son suministrados con base en el contenido y funcionalidad, independiente de la red de acceso existente (Sayonara Leal y Lara Haje).
Fuente: El Chimango del Sur