sábado, 3 de marzo de 2018

Mujeres periodistas promueven un manifiesto de apoyo a la huelga feminista del 8M

En España, mujeres periodistas de decenas de medios y agencias de comunicación, gabinetes de prensa, y, en general, trabajadoras de medios y empresas periodísticas han promovido un manifiesto de apoyo a las convocatorias de huelga general feminista del próximo jueves 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Mujeres periodistas de decenas de medios y agencias de comunicación, gabinetes de prensa, y, en general, trabajadoras de medios y empresas periodísticas han promovido un manifiesto de apoyo a las convocatorias de huelga general feminista del próximo jueves 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

El documento, que en sus primeras horas en abierto ha recabado más de 780 adhesiones, insta a todas las mujeres del sector de la comunicación y el periodismo a que se sumen a la movilización "en la medida de sus posibilidades y circunstancias".

"Todas sufrimos el mismo machismo que las mujeres del resto de sectores --precariedad, inseguridad laboral, brecha salarial, techo de cristal, acoso sexual o ninguneos-- pero con las particularidades asociadas a nuestra profesión", indican.

Según explican en el texto, conscientes de la "relevancia social" del trabajo que desempeñan, muestran su preocupación por "la visión parcial de la realidad que tantas veces ofrecen los medios y en la que falta la presencia y aportaciones de las mujeres". "El feminismo también es necesario para mejorar el periodismo", destacan.

Por esta razón, las profesionales que han impulsado el manifiesto reivindican a los medios de comunicación y empresas periodísticas que tomen medidas en campos como la brecha salarial, frente a la que exigen "transparencia salarial y una revisión de categorías, complementos y criterios profesionales".

Asimismo, reivindican frente al "techo de cristal", el "derecho" de las mujeres periodistas a ocupar puestos de poder y responsabilidad, así como a ser tenidas en cuenta en las promociones profesionales para puestos intermedios. En esta línea, afirman que los espacios de opinión y las tertulias están "masculinizados" y aseguran que "hay más que suficientes mujeres periodistas y expertas que pueden equilibrar esos espacios".

A su juicio, estas brechas tienen consecuencias también "en los contenidos y en los enfoques de los medios de comunicación". "La visión de la realidad que transmiten es muchas veces parcial y está sesgada porque no tiene en cuenta en la misma medida las experiencias, los relatos y las vivencias de las mujeres que, a menudo, son tratadas como personajes secundarios o con estereotipos", añaden.

En cuanto a las condiciones laborales, afirman que las mujeres periodistas sufren "niveles de temporalidad superiores" a los de los hombres. "De la misma manera denunciamos la inestabilidad laboral de las compañeras freelance y de las falsas autónomas, una situación de precariedad que se ha hecho habitual en los últimos años", denuncian.

A juicio de las firmantes del manifiesto, que acuden a título personal, las dinámicas de trabajo "priorizan el presentismo y la libre disposición y son ajenas a las necesidades de cuidado que tienen todas las personas".

"Como en otros sectores, una ausencia de conciliación real perjudica más a las mujeres, que acaban modificando o recortando sus horarios para poder cuidar e incluso abandonando su empleo o cambiando de profesión", argumentan en el texto.

Reclaman frente a ello corresponsabilidad y flexibilidad, que "no debe ser un asunto de buena voluntad sino una prioridad que las empresas deben asumir para que estas tareas se repartan por igual entre mujeres y hombres".

Por otro lado, denuncian que "son muchas las periodistas" que han sufrido situaciones de acoso por parte de compañeros y superiores, pero también de las fuentes. "El ninguneo, la condescendencia, el paternalismo y los mansplaining están a la orden del día en las redacciones y fuera de ellas, en nuestra actividad diaria. Como profesionales de la comunicación sufrimos acoso online, además de comentarios violentos y machistas en nuestras piezas", advierten.

Este movimiento de mujeres periodistas, en el que se han involucrado más de 1.500 profesionales de toda España aportando ideas en foros de discusión, prevé participar con identidad propia en la manifestación que tendrá lugar el 8 de marzo en Madrid, jornada durante la que expresarán su apoyo a las movilizaciones en redes con la etiqueta #LasPeriodistasParamos.

La lectura del manifiesto, que está ya recabando adhesiones en www.lasperiodistasparamos.es, tendrá lugar el 8 de marzo a las 12.30 horas en la madrileña Plaza del Callao, acto que podrá reproducirse no obstante en otras ciudades españolas donde las mujeres periodistas se han organizado en torno a la convocatoria de huelga feminista.

Piden a los partidos políticos que se abstengan de capitalizar la iniciativa y llaman a la audiencia y a lectores y lectoras a ser "cómplices" de sus demandas y reivindicaciones.

El manifiesto
Mujeres periodistas de decenas de medios y agencias de comunicación, gabinetes de prensa, y, en general, trabajadoras de medios y empresas periodísticas apoyamos la huelga general feminista convocada para este 8 de marzo. De la misma manera, instamos a todas las compañeras a que se sumen a la movilización en la medida de sus posibilidades y circunstancias.

Todas sufrimos el mismo machismo que las mujeres del resto de sectores –precariedad, inseguridad laboral, brecha salarial, techo de cristal, acoso sexual o ninguneos– pero con las particularidades asociadas a nuestra profesión. Somos conscientes de la relevancia social de nuestro trabajo y, por eso, mostramos también nuestra preocupación por la visión parcial de la realidad que tantas veces ofrecen los medios y en la que falta la presencia y aportaciones de las mujeres. El feminismo también es necesario para mejorar el periodismo.

Por eso, en este 8 de marzo exigimos a los medios de comunicación y empresas periodísticas que tengan en cuenta nuestras reivindicaciones:
  1. La brecha salarial es una realidad en nuestro sector. Exigimos a las empresas transparencia salarial y una revisión de categorías, complementos y criterios profesionales que permitan acabar con ella.
  2. Techo de cristal. Las direcciones de los medios y empresas periodísticas están copadas por hombres. Reivindicamos nuestro derecho a ocupar puestos de poder y responsabilidad y a que se nos tenga en cuenta en las promociones profesionales para puestos intermedios.
  3. Precariedad. Sufrimos niveles de temporalidad superiores a los de nuestros compañeros. De la misma manera denunciamos la inestabilidad laboral de las compañeras freelance y de las falsas autónomas, una situación de precariedad que se ha hecho habitual en los últimos años.
  4. Corresponsabilidad y cuidados. Denunciamos que las dinámicas de trabajo priorizan el presentismo y la libre disposición y son ajenas a las necesidades de cuidado que tienen todas las personas. Creemos que la corresponsabilidad y la flexibilidad no debe ser un asunto de buena voluntad sino una prioridad que las empresas deben asumir para que estas tareas se repartan por igual entre mujeres y hombres. Como en otros sectores, una ausencia de conciliación real perjudica más a las mujeres, que acaban modificando o recortando sus horarios para poder cuidar e incluso abandonando su empleo o cambiando de profesión.
  5. Acoso sexual y laboral. Son muchas las periodistas que han sufrido por parte de compañeros y superiores, pero también de fuentes, situaciones de acoso sexual. Por otro lado, el ninguneo, la condescendencia, el paternalismo y los mansplaining están a la orden del día en las redacciones y fuera de ellas, en nuestra actividad diaria. Como profesionales de la comunicación sufrimos acoso online, además de comentarios violentos y machistas en nuestras piezas
  6. Los espacios de opinión y las tertulias están masculinizados. Hay más que suficientes mujeres periodistas y expertas que pueden equilibrar esos espacios.
  7. Mirada parcial y preocupación por los enfoques. Todas estas brechas que sufrimos las periodistas tienen consecuencias, también en los contenidos y en los enfoques de los medios de comunicación. La visión de la realidad que transmiten es muchas veces parcial y está sesgada porque no tiene en cuenta en la misma medida las experiencias, los relatos y las vivencias de las mujeres que, a menudo, son tratadas como personajes secundarios o con estereotipos. Un ejemplo es el tratamiento de la violencia machista, que en muchas ocasiones sigue culpabilizando a la víctima. Las primeras páginas, las aperturas de medios e informativos son decididas por hombres.
Instamos a la audiencia y a lectores y lectoras a ser cómplices de nuestras demandas. Las mujeres firmantes de este manifiesto lo hacen a título individual y no queremos que ningún partido político, sindicato o medio de comunicación se apropie de nuestras reivindicaciones.
Fuente: Europa Press