Los cheques rechazados, las atrasos en los pagos y el ajuste sobre la producción de la empresa comienzan a llegar a un límite y se avecina momentos críticos al termino del ciclo.
Las idas y vueltas en relación a la venta del grupo o su posible colapso tienen a los trabajadores y trabajadoras del grupo en la incertidumbre y nadie sabe qué sucederá a partir del 2018, y las perspectivas no son buenas.
La experiencia reciente mostró los límites de la política que insiste llevar adelante la directiva del sindicato manteniendo a los compañeros y compañeras de las empresas del grupo aislados.
El cierre de CN23, los doscientos despidos a principios de año en Ideas, los retiros en La Corte o los atrasos en Diario Registrado o Minuto Uno fueron todos producto de esta política de mantener separados a los trabajadores y trabajadoras de Indalo.
Para enfrentar seriamente el ajuste que se está llevando adelante el grupo impulsemos asambleas en cada una de las empresas, pongamos en pie un comité compuesto por compañeros y compañeras elegidos democráticamente en asambleas y exijamos la apertura de los libros contables.
Por un plan de lucha para defender los puestos y condiciones de trabajo.
Ningún despido
Abajo la reforma laboral
La Naranja Televisión