La quiebra de radio Rivadavia, la anterior de radio América, el riesgo de colapso de C5N, Radio 10 junto a sus FM, el concurso de radio Vorterix, el conflicto de Tinelli con Ideas del Sur y la previa extinción de los diarios Buenos Aires Herald y Tiempo Argentino, y la revista Veintitrés, tienen dos elementos en común: los nombres de Sergio Szpolski y Cristóbal López y el fin del gobierno de Cristina Kirchner
Por: Jorge Fontevecchia
Szpolski era socio del dueño de radio Rivadavia en el diario La U e hizo Vorterix con la FM de radio Rivadavia, en 2007 le había comprado el diario BAE a Daniel Hadad (Infobae fue el sitio web de BAE) y le compró la revista Veintitrés a Lanata y Eduardo Lerner.
Cristóbal López le compró a Daniel Hadad C5N más las radios mencionadas, le compró a Szpolski CN23 más el diario Buenos Aires Herald, y le compró a Marcelo Tinelli Ideas del Sur.
Pero sería una simplificación asignar toda la responsabilidad por la crisis de estos medios a Szpolski y Cristóbal López y apaciguarnos pensando que el kirchnerismo era la fuente de todos los problemas. Como en tantos temas, para comprender de verdad hay que hacer el esfuerzo intelectual de trascender el impulso fácil de los sentimientos –que rápidamente ordena cualquier conflicto entre buenos y malos– y atender a las múltiples causas que la originaron.
Comenzando por que estos medios ya habían sido vendidos antes de que los compraran los empresarios kirchneristas. Hadad había vendido sus radios al grupo norteamericano Emmys en el año 1998 y las recompró en 2002, como también había vendido el Canal 9 en 2007 al mexicano Ángel González después de haberlo comprado en 2002.
Tinelli ya había vendido parte de Ideas del Sur en 2005 al Grupo Clarín y en 2008 vendió Radio del Plata, la que había comprado en 2003. Paralelamente, Tinelli había sido socio de Hadad en Radio 10 y en Canal 9. Y Hadad había sido socio de Szpolski en BAE en 2001.
Un chiste clásico entre inversores es el de un lote de latas de sardinas que alguien vendió, otro revendió, otro las puso de garantía para un crédito, otro las integró en un fideicomiso hasta que, finalmente, el último que las compró abrió una para comerlas y se murió. No eran para comer, sólo para hacer negocios.
Otro chiste, ya específico de quienes compran y venden medios, parafrasea el teorema de Baglini, que sostiene que la demagogia de un político es inversamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder. En el caso de los medios, el teorema es que –a igual audiencia– el valor económico de un medio es inversamente proporcional a la antigüedad de su personal, debido a las contingencias laborales y el vertiginoso cambio tecnológico que acelera la obsolescencia de capacidades. Crear medios para venderlos sigue la misma lógica del engorde de un animal previo a su faena: su momento de mayor valor es el día antes de su venta.
La polémica desatada el fin de semana pasado en los premios Martín Fierro entre Sietecase, al pedir que el Estado sostenga estos medios en crisis, y Leuco, recordando que se omitía maliciosamente la responsabilidad de Szpolski y Cristóbal López, fue el tema en todas las redacciones. Marcelo Longobardi dijo no compartir que el Estado tenga que hacerse cargo de estos medios porque “los argentinos ya pagamos por esto y hacerlo dos veces me parece mucho”, refiriéndose a que Cristóbal López y Szpolski compraron esos medios con dinero de los impuestos que no pagaron y excesos de publicidad oficial.
Pero como ese dinero lo cobraron Hadad y Tinelli, todo se solucionaría si ellos recompraran los medios que vendieron por lo mismo que recibieron y se usara ese dinero para pagar los impuestos impagos y las deudas con el personal. El problema es que la suma de impuestos impagos y deudas laborales es mayor que lo que recibieron Hadad y Tinelli (entre varios: ellos dos apenas son los más conocidos).
Hadad dijo “Yo les vendí una Ferrari y me quieren devolver un Torino”. ¿Hubiera seguido siendo una Ferrari sin la intervención de Cristóbal López? ¿Ideas del Sur, que continuó con la condución de Tinelli, dejó de ser una Ferrari?
Ningún medio cuyos ingresos provengan solamente de la publicidad sigue siendo hoy una Ferrari, aunque los conduzca el mejor administrador. Porque entre 2012 y 2017 Google y Facebook pasaron a quedarse con el 80% de la publicidad mundial digital, que representa el 30% de la publicidad total incluyendo radio, televisión y gráfica.
Como el 100% de los ingresos de los medios audiovisuales es publicidad, la empresa que ganaba el 10% pasó a perder el 20% o a reducirse. Si se quita la inflación, todos los medios offline son más chicos que hace cinco años. Un ejemplo simple es el cachet que Tinelli cobraba en Ideas del Sur, de un millón de dólares mensuales; si el año próximo, ya sin Cristóbal López, lograra cobrar 300 mil sería un afortunado.
Fopea anunció que hay 2 mil periodistas menos con trabajo que en 2015. Sin los estragos adicionales de Szpolski y Cristóbal López, en Estados Unidos en 2012, había 55 mil periodistas, y el año pasado se llegó a 24 mil.
Recientemente Europa multó a Google en 2.700 millones de dólares por abuso de posición dominante. Y Google dice que ellos no son depredadores como Facebook. Estados Unidos todavía no las multó porque el 80% de la publicidad digital de todos los países del mundo termina yendo a Estados Unidos. La publicidad que Google recauda fuera de su país es equivalente a tres veces las exportaciones de soja argentina.
Los periodistas no debemos ahondar la grieta entre quienes trabajaron en medios de Szpolski y Cristóbal López u otros empresarios de medios kirchneristas y quienes no. Me gustó la metáfora de Longobardi sobre patrullas perdidas que continúan peleando una guerra que ya se terminó, asociada a los que siguen la confrontación de periodismo profesional vs. periodismo militante.
Nuestra primera responsabilidad es tratar de entender el problema para poder explicárselo a la audiencia y actuar mejor.
Fuente: Diario Perfil