A un mes de cumplir 141 años, y luego de sufrir la conversión a semanario en octubre del año pasado -con 14 compañeros y compañeras también en la calle como consecuencia de esa decisión-, este grupo empresario resolvió sacar de circulación al único diario escrito en inglés de América Latina, pionero en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar, con el remanido argumento de la crisis de la industria gráfica.
Lo cierto es que desde 2007, cuando lo adquirió Sergio Szpolski, hasta 2017, ya en manos del Grupo Indalo (accionista mayoritario desde que en 2015 le comprara a Orlando Vignatti el 60 por ciento junto con Ámbito Financiero y El Ciudadano), el Herald fue sufriendo un progresivo deterioro hasta el abandono: poca publicidad, problemas en la distribución, retraso en el pago de los salarios, recortes en los viáticos y pésimas condiciones laborales.
Sólo el esfuerzo y amor propio de sus compañeros y compañeras hizo posible que el diario siguiera saliendo sin resignar calidad periodística. Hasta ayer, cuando el gremio de prensa perdió una voz más.
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