Dicen los trabajadores:
El Ente Nacional de Comunicaciones, responsable de mantener la frecuencia transmitiendo, no ha atendido nuestros reclamos.Javier Bravo, operador de América 1190, escribió en su perfil de facebook:
Simplemente porque sus funcionarios a cargo Están de vacaciones.
Alertamos a la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual le pedimos que intervenga para que ENaCom cumpla con sus funciones y restablezca la transmisión de Radio América AM 1190.
www.1190america.com
4:50 A.M. Hace muchos meses que no me levantaba a esta hora para ir a trabajar. Es duro pero me llena de alegría. Me recuerda esos días de Radio América cuando con mis compañeros, mis amigos, hacíamos radio con mucho profesionalismo, con ganas, con amor. No sólo por dinero. Eso quedó demostrado cuando los meses pasaban y sin cobrar seguíamos operando, seguíamos manteniendo al aire la señal de Radio América.En tanto, el periodista Gabriel Michi recordó:
Hoy que nuevamente voy a tener una jornada larga deseo que pronto el Estado termine con el proceso de adjudicación y que rápidamente podamos volver a realizar nuestras tareas con profesionalismo y dignidad. Esa dignidad que es un ejemplo para todas las otras radios.
Tampoco puedo dejar de desear que se haga justicia con los responsables de ese vaciamiento.
Hace un año, los 800 trabajadores que quedábamos en la calle por el vaciamiento del Grupo 23 organizábamos este recital para visibilizar nuestro conflicto. Pasó un año desde que esos empresarios vaciadores encabezados por Sergio Szpolski (si, el mismo que había sido candidato a intendente de Tigre por el FPV) y Matías Garfunkel, entre otros, y que decían abrazar la causa "Nacional y Popular", obviamente a fuerza de los 2.000 millones de pesos que recibieron de publicidad oficial del anterior gobierno, abandonaban a todos los trabajadores y se llevaban toda la plata que el Estado les había regalado. Además de haber estafado al propio Estado y a los trabajadores evadiendo las cargas previsionales e impositivas que sí nos descontaban de nuestros salarios. Y, en el medio, hasta hubo trabajadores que murieron por la falta de una adecuada cobertura médica. Esos tipos aún están libres y siguen haciendo negocios hoy en día.
Mientras los trabajadores aún esperan alguna respuesta. Un país sin justicia, no es un país. Un país con estos seudo empresarios está condenado al fracaso y a vivir en la impunidad. Un país así no es un país.