Los trabajadores del diario La Unión nos dirigimos a la opinión pública y a quienes tienen poder de decisión en nuestra comunidad, para expresar lo que estamos viviendo desde que la Justicia concretó el desalojo de las instalaciones, donde el diario vino funcionando desde hace 88 años.Fuente: El Esquiú
Estamos acompañados por nuestras familias, extrabajadores, colaboradores, que forman parte de esta gran familia, y miembros de los gremios, a quienes agradecemos su presencia, que nos da fuerza.
Desde el miércoles 16 de noviembre, el diario más antiguo de Catamarca dejó de salir a la calle. Acontecimiento que significó dolor y desconcierto para quienes ponemos diariamente nuestro esfuerzo para que La Unión continuara saliendo, y un cachetazo para los catamarqueños, destinatarios de nuestro quehacer. A la vez que una afectación del derecho a la información, ya que se calló una voz más en el concierto de los medios de comunicación locales.
Hoy, las casi 60 personas que desempeñamos tareas en diario La Unión, Radio Unión, La Unión Digital, nos encontramos en la incertidumbre total, por la falta de respuestas de la empresa. Estimamos que ya dimos un tiempo prudencial para conocer el rumbo que seguirá este medio. Hasta ahora sólo recibimos versiones extraoficiales que llevan a la confusión y evidencian una falta de seriedad por parte de los administradores de la firma.
Desde hace un tiempo se vinieron sucediendo atropellos a los trabajadores, con despidos y tratos desconsiderados, en un marco de irregularidades de todo tipo, que eclosionó con una decisión de la Justicia. Justicia a la que apelamos para que defienda nuestros derechos.
A los empresarios, les reclamamos que salden la deuda pendiente: casi cuatro meses, más aguinaldo, y aclaren la situación del personal, sea cual sea la decisión que tomen. No hay nada más estresante, desgastante e indigno para un trabajador que la incertidumbre sobre su fuente laboral. Esta situación de indefinición nos ha infringido (sic) no sólo daño económico, al no poder acceder a nuestra remuneración sino también moral y emocional.
Es por Ello que pedimos seriedad y veracidad frente a esta difícil realidad.
También queremos dejar sentado el tibio accionar de la Dirección de Inspección Laboral. Un organismo que debe defender a los trabajadores y lejos estuvo de hacerlo en nuestro caso en particular. Fuimos los afectados quienes nos movimos para buscar información para los inspectores, incluso de oficio, debían hacerlo.
La Unión no es un negocio más, es un pedazo del corazón de Catamarca, que aprendimos a querer como parte de nosotros mismos, dando lo mejor de cada uno para que siguiera en pie, a pesar de las condiciones de labor que nunca fueron optimas para los trabajadores, pero sí para quienes estuvieron a la cabeza.
Es por ello que, a quienes tienen poder de decisión, las pedimos el resguardo de todo el material, particularmente archivístico, que guardan las añejas paredes del edificio de San Martín 671, porque es un valioso patrimonio de los catamarqueños. Por La Unión pasó gran parte de la historia de Catamarca, que las últimas conducciones del decano de la prensa local no valoraron o, lo más doloroso, no les importó.
Queremos sentenciar que a La Unión, el diario más antiguo de Catamarca, nacido aquél 30 de agosto de 1928, por donde pasaron varias generaciones de profesionales que prestigiaron sus páginas, hechas con la pasión, el cariño y la rigurosidad periodística de quienes formaron parte de su historia, con destacados colaboradores de nuestra cultura que aportaron su granito de arena, fue destruido por las desacertadas gestiones que lo dejaron herido de muerte.
La Unión es parte de la vida de los catamarqueños, de nuestra cultura, de nuestro ser, y hoy necesita de todos: de los capitalinos, de los hombres y mujeres de tierra adentro, que por más de 80 años se informaron a través de sus páginas.
Que esta Navidad disipe las nubes de la tristeza y la incertidumbre sobre nuestra fuente laboral que nos envuelve, y brille la luz de la esperanza en el Año Nuevo que se aproxima.
Ver antertior: La Justicia desaloja un diario en Catamarca por una denuncia de la Iglesia