El conflicto en PáginaI12 preocupa a varios dirigentes del campo popular, intelectuales, espíritus libres y almas bellas de este bendito país. Lo que noto, en muchos de ellos -gente a la que respeto, a la que leo, a la que escucho- es que esa inquietud se limita a defender su “derecho a la información”, a preservar “el espacio de análisis crítico de la realidad que representa PáginaI12”.
Hay allí, creo, una acusación velada a los trabajadores que les estaríamos poniendo “palos en la rueda” a las nuevas autoridades.
Nosotros –reducidos en su cosmovisión al papel de esclavos de una marca periodística prestigiosa-- estaríamos estorbando su noble pelea contra la hegemonía mediática. Una pelea que compartimos, por supuesto. Pero yo les preguntaría cómo reaccionarían ellos si tuvieran sueldos de 15 mil pesos (lo que ganan muchos de los redactores del diario) o si dependieran de colaboraciones de 900 pesos (como cobran colaboradores a los que no les pagan vacaciones y ni siquiera tienen derecho a enfermarse) y les otorgaran un aumento del 24% para hacer frente a una inflación del 43%.
Quizás todo se deba a una cuestión de perspectiva: lo que para ellos es el árbol para nosotros es el bosque.
La medida se desarrolló con éxito en la redacción de Solís 1525, donde sólo trabajaron jefes de sección y algunos editores, y --por primera vez-- en la nueva redacción de Venezuela 370, donde funciona parte de la redacción que actualiza la página web, con compañeras/os para quienes exigimos su inmediato encuadramiento como trabajadores de prensa.
El titular del Grupo Octubre, Víctor Santa María, recibirá a la Comisión Interna el lunes próximo. Del resultado de esa reunión dependerá cómo continúa nuestra lucha por salarios dignos.