Belén Pucheta, periodista de Diario Chaco, fue llevada por la fuerza pública por medio de una cédula que ordenaba conducirla a la Cámara en lo Criminal del juez Mauricio Fabián Rouvier, a 160 kilómetros de su casa. Fue citada en calidad de testigo. El Sindicato de Prensa repudió la acción
El Sindicato de Prensa del Chaco repudia la brusca, desprolija y desproporcionada manera en que la periodista Belén Pucheta fue notificada y posteriormente trasladada por la policía desde su casa en Resistencia hasta Sáenz Peña para testificar en una causa por homicidio.
Según relató Pucheta, todo se originó el martes a las 5 de la mañana cuando un grupo de policías de la Comisaría Duodécima llegaron hasta su casa con una cédula firmada por el juez, Mauricio Fabián Ruvier, de la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña.
En la misma se ordenaba “conducirla” por la fuerza pública hasta el Juzgado, a 160 kilómetros de su casa, para que brinde declaración testimonial en una causa donde se investiga el asesinato de Héctor Cejas, víctima de un ataque incendiario que tuvo lugar en febrero de 2014, en Castelli. La declaración de la periodista era importante debido a que, previo a morir, Cejas le había asegurado en una entrevista que un joven lo roció con alcohol y le prendió fuego, en lo que sospechaba fue un crimen por encargo.
Pucheta no opuso resistencia y viajó hasta Sáenz Peña, escoltada por la policía. Sin embargo, en un primer momento, desconocía el hecho por el cual estaba siendo trasladada. Incluso pidió más detalles a los uniformados en relación a esto, ya que en ese momento ni siquiera pudo reconocer la caratula que aparecía en la cédula. Sin embargo, ninguno de los policías supo explicarle nada. Simplemente reiteraron que era una orden del juez debido a que, supuestamente, ya había sido notificada dos veces y al no asistir estaba desconociendo una carga pública. Estas notificaciones, según confirmó Pucheta, nunca le llegaron. Además, queda constancia de la voluntad de la periodista en colaborar con la justicia ya que en 2014, y por esta misma causa, concurrió a declarar a Castelli, una localidad que incluso está más alejada que Sáenz Peña.
“Cuando me llevaron estuve una hora y media sin saber de qué se trataba, hasta que hablé con otras fuentes y recién ahí me di cuenta de qué era la causa”, contó. Además, remarcó que “nunca me notificaron fehacientemente que tenía que declarar; además si me tomé el trabajo de ir hasta Castelli, ¿por qué no iría ahora a Sáenz Peña?”, explicó. Por otra parte, reveló que al llegar al juzgado pidió que le exhibieran los facsímiles de las citaciones que supuestamente había recibido: “No me mostraron nada; no tienen nada pero me llevaron como si fuera una delincuente”. De todos modos, la periodista dejó en claro que el trato de los policías para con ella en todo momento fue respetuoso.
Desde el Sindicato de Prensa del Chaco consideramos que este tipo de actitudes de la Justicia provincial no hacen más que reforzar la desconfianza que pesa contra este poder del Estado. Sin dudas, el hecho de enviar a un grupo de policías a la madrugada a trasladar a una periodista a 160 kilómetros de su hogar, sin explicarle absolutamente nada, con el fin de brindar testimonio en una causa en la cual siempre mostró colaboración, es una actitud innecesaria y desproporcionada y muestra a las claras que evidentemente algo está fallando en la Justicia chaqueña.