La semana pasada, Craig Hammer inauguró la conferencia mundial de la Public Media Alliance (PMA) en Montreal con un discurso sobre la importancia de los medios públicos en el mundo.
El líder del programa de Desarrollo Global de Medios del Instituto del Banco Mundial señaló que estamos moviéndonos hacia estados de fragilidad a nivel nacional, subnacional y local. El hemisferio norte se enfrenta a un preocupante surgimiento de nacionalismos, a una crisis de confianza y a la colisión entre propietarios y regímenes de comunicación públicos y privados.
Las preocupaciones de los asistentes a la conferencia estaban bien fundamentadas. Pocos días después, Gallup publicó su última encuesta, que mostraba que la confianza de los estadounidenses hacia los medios había caído como nunca. Menos del tercio afirmó poner mucha o moderada confianza en los medios, lo que supone una caída de más de la mitad de la gente que dijo creer en ellos en 1997.
Un panel sobre veracidad y confianza puso de relieve la importancia del periodismo de investigación, así como la necesidad de que los medios de comunicación establezcan y financien equipos de investigación apropiados.
Mark Bassant, periodista de investigación de la Caribbean Communications Network (CCN) en Trinidad and Tobago, dijo que el Caribe necesita con urgencia periodismo de investigación, especialmente ante “la emergente ola de corrupción”.
La colaboración entre periodistas de diferentes medios para desenterrar historias de corrupción internacional -como los Panama Papers- también está demostrando ser eficaz, dijo Will Fitzgibbon, reportero del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés). Aun así, previno a los periodistas de confiar en los datos obtenidos con demasiada facilidad. Durante la investigación de los Panama Papers, él y su equipo tuvieron que ser escépticos acerca de la procedencia y fiabilidad de los datos.
"En la era digital, los periodistas y el público deben preguntarse por la procedencia de los datos, acerca de cómo se evaluaron, quiénes son los periodistas y quién financia la investigación”, dijo Fitzgibbon.
Y el periodismo de investigación tiene su precio.
Ahmer Shaheen, director de la unidad especial de investigación del canal pakistaní GEO, contó a los asistentes sobre su lucha para convencer a sus superiores de la necesidad de una estructura de investigación organizada en la redacción. No tenía sentido financiero para el canal invertir en historias que requerían una mayor inversión de tiempo y que estarían al aire solo unos cuantos minutos -dijo Shaheen-, por no mencionar los costos legales.
Sin embargo, el costo más preocupante era el "invisible", explicó. Investigar la corrupción policial o política en Pakistán puede ser complicado y peligroso. Aunque Shaheen dijo sentirse cómodo con su arriesgado trabajo, suele preguntarse si realmente es útil para la vida de la gente.
A pesar de las dificultades económicas y personales de periodismo de investigación, ICIJ logró descubrir una historia global de evasión de impuestos con la ayuda de 400 periodistas de todo el mundo. Fue entonces cuando Fitzgibbon se dio cuenta de que la confianza entre denunciantes y periodistas -así como entre los propios periodistas- era clave para producir un trabajo de la envergadura de los Panama Papers.
“El éxito de esa investigación y del periodismo colaborativo es que aumentar la confianza entre los periodistas puede mejorar la confianza en ellos”, dijo.
Lograr que las audiencias confíen en los medios públicos puede ser una todo un desafío cuando se cree que los gobiernos están influyendo en sus contenidos. Waithaka Waihenya, director general de la Kenya Broadcasting Corporation (KBC), dijo que la emisora se esforzó por recuperar la confianza de su público después de años de ser utilizada como una herramienta de propaganda, especialmente en la década de 1990.
Las tensiones entre los gobiernos y los medios de comunicación públicos siguen siendo preocupantes en un gran número de países. Fran Unsworth, director del Servicio Mundial de la BBC, recordó que muchos periodistas siguen siendo amordazados por sus gobiernos y castigados cuando informan sobre temas controvertidos.
"Los gobiernos están tratando de controlar la línea oficial o buscan restringir el flujo de información", dijo. "Tenemos la responsabilidad de tratar a la democracia en serio. Los periodistas deben ejercer su responsabilidad. Si no la ejercen, dejamos libre el camino para que los gobiernos nos controlen”.
En Brasil, por ejemplo, el actual presidente Michel Temer echó al presidente de la Compañía de Comunicaciones de Brasil (EBC) en mayo, nombrando a un nuevo presidente él mismo. Las acusaciones de censura contra el gobierno comenzaron poco después.
“EBC era un servicio de comunicación pública y se ha convertido en una empresa gubernamental. Esa es la situación”, dijo Rita Freire, presidenta de la Junta Directiva de EBC.
En el cierre de la conferencia, Sally-Ann Wilson, CEO de la PMA, dio a conocer los resultados de un proyecto de investigación denominado "Los medios públicos: la piedra angular de la democracia”. A pesar de "los míseros presupuestos de Occidente”, los organismos públicos de radiodifusión en el mundo parecen estar comprometidos con su misión de servir a sus audiencias nacionales aplicando los principios de imparcialidad y confianza, dijo.
Foto: Kristian Porter, Public Media Alliance
Fuente: Red de Periodistas Internacionales