lunes, 9 de mayo de 2016

Un fallo contra la libertad de expresión y a favor de una defensora de represores

La jueza Susana Nóvile decidió que la publicación de un fotomontaje en una contratapa de la revista Barcelona, con la que se burlaba del encadenamiento de Cecilia Pando frente al Ministerio de Defensa, en agosto de 2010, era ofensiva y que "exagero" en una sátira. Por esto debe pagarle 40 mil pesos a la defensora de represores por “daño moral” por haber sido "afectada en su honor"
La próxima portada de Barcelona podría ser así
La Justicia porteña condenó a la revista "Barcelona" a indemnizar con $ 40.000 a Cecilia Pando por el "daño moral" que le causó una sátira en la que se burlaban de la defensora de militares acusados por crímenes de lesa humanidad.

La demanda por "daños morales” se inició por un fotomontaje en el que se mostraba a Pando como parte de un acto de sadomasoquismo (acompañada de leyendas como "¡Para matarla! Soltá el genocida que llevas dentro"; "Apropiate de esta bebota"; "Las chicas quieren guerra antisubversiva"; "Las defensoras de presos políticos más hot de plaza San Martín te piden por favor que los sueltes"; "Cadenas, humillación y golpes (de estado)"; "Cecilia Pando se encadena para vos"). Se trató de una sátira a la protesta de 2010 en la que la presidenta de la denominada "Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina" se encadenó frente al Ministerio de Defensa para reclamar contra los juicios por delitos de lesa humanidad.

Ingrid Beck, directora de la revista, escribió en su cuenta de Twitter: "En ningún caso Nóvile considera que se trata de un caso de libertad de expresión. Lo más preocupante de este fallo no es la plata (que no tenemos) sino el precedente. Con esta jurisprudencia, los que hacemos sátira vamos a terminar editando en la clandestinidad".

En su fallo, la jueza afirma que "el ejercicio del derecho de expresión de ideas u opiniones no puede extenderse en detrimento de la necesaria armonía con los restantes derechos constitucionales, entre los que se encuentran el de la integridad moral, el honor y la intimidad de las personas". También considera que "la exigencia de una práctica periodística veraz, prudente y compatible con el resguardo de dignidad individual de los ciudadanos no puede calificarse como una obstrucción o entorpecimiento de la prensa libre".

Nóvile dijo, en su fallo, que Pando "es una persona privada que -en el caso- tomó participación de modo voluntario en cuestiones de interés público", pero al no ser un funcionario o un "famoso" no debe probar que Barcelona actuó con "real malicia" sino que alcanzó con acreditar "que el medio de prensa había actuado con simple culpa".

Nóvile define a Pando como una mujer "casada con Pedro Rafael Mercado, tiene siete hijos, católica, docente, en oportunidades da clases particulares y es integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos Argentinos", "datos y valores estos, que hacen al honor de una persona que se maneja en un grupo social determinado en un tiempo y ámbito también determinado".

A pesar de reconocer que Barcelona es "una revista de carácter satírico", para la jueza la foto trucada de Pando y las frases que la acompañaban "exceden un tono sarcástico y burlón y hacen una exposición exagerada de la accionante".

En 2013, al conocerse la demanda, diferentes asociaciones de la sociedad civil, como FoPeA y la Fundación LED, advirtieron que la demanda "afecta la libertad de expresión" argumentando que "el humor o la satirización son una forma de expresión que no debe ser limitada, menos cuando se refiere a hechos públicos de los cuales la sociedad tiene el derecho a recibir todas las opiniones y puntos de vista". FoPeA también argumentó: "es un grave riesgo para el derecho constitucional de la libertad de expresión que prosperen estas clases de demandas. El ejercicio pleno de este derecho humano comprende, entre otros, el derecho a la sátira, que es lo que habitualmente hace la revista Barcelona".
Tras el fallo contra Revista Barcelona, ahora la Justicia dice que se podría hacer sátira “sólo cuando no se satiriza a nada ni a nadie”
María Cecilia Pando, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina y esposa del militar pasado a retiro Rafael Mercado, le ganó un juicio a la revista satírica Barcelona por una contratapa del año 2010 que la mostraba a esa dirigente “maniatada con una red”.

Ahora, la publicación deberá pagar 40.000 pesos a la damnificada, aunque buscará apelar el fallo. La jueza Susana Nóvile falló hoy en favor de Pando, tras la denuncia que esta realizó por “daño moral” al asegurar que su imagen se vio afectada por esa contratapa, que satirizaba la acción de una protesta en la que Pando se había encadenado al edificio Libertador. Según el fallo, la imagen y los títulos de la revista “exceden un tono sarcástico y burlón y hacen una exposición exagerada de la accionante”.

Sin embargo, para que no sea interpretada como censura, voceros del juzgado explicaron que la idea no es “prohibir la sátira y el sacarsmo” sino “ponerle un límite: se puede satirizar y hacer sarcasmo siempre y cuando no haya nadie ni nada satirizado o sarcastizado o como se diga”. Para el juzgado, lo importe es “defender la libertad de expresión toda vez que no se exprese nada”.
Fuentes: Agencia Noticias Argentinas, Revista Barcelona

Repudio al fallo judicial contra la revista Barcelona
Desde la Naranja de Prensa repudiamos el fallo judicial contra la Revista Barcelona, cuya publicación fue condenada a indemnizar a Cecilia Pando con 40.000 pesos.

El fallo argumenta que hubo “daño moral” contra la defensora de genocidas, por la imagen satírica en la que la publicación, con un claro fotomontaje, la retrataba desnuda y atada al estilo bondage.

Fue en la edición del 13 de agosto de 2010 de Barcelona, a propósito de la acción de protesta en la que, en esos días, Pando se había encadenado al edificio Libertador reclamando por la detención de militares procesados o juzgados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

La decisión de la jueza Susana Nóvile corresponde un atentado contra la libertad de expresión y un cercenamiento de la libertad de prensa y es un grave antecedente para todo el periodismo.

Acompañamos a Barcelona en el rechazo de la condena y en la defensa de su libre derecho a la expresión y opinión.