El Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) emitió un lapidario informe sobre el estado de situación del organismo que presidió Martín Sabbatella. Denuncian una planta de empleados desmesurada y un edificio que no cumple con las medidas de seguridad e higiene
Las conclusiones del informe, al que accedió el diario La Nación, son las siguientes:
Se encontró un edificio que no cumple con las medidas de seguridad e higiene, abarrotado de expedientes y personal. Entre otros, se visualizó mampostería caída, cableado no sujetado, ascensores sin funcionamiento, carencia de señalización de emergencia. En tal orden, se destaca que la tormenta de la madrugada del 17 de febrero ocasionó el derrumbe del cielorraso del décimo piso, contra frente, rotura de mobiliario e insumos informáticos, inundación de dichas oficinas y, asimismo, de las del noveno piso, impidiendo el cumplimiento de las funciones de las áreas allí alojadas. Es por ello, que se ha incorporado como prioritario en la agenda del organismo ENaCom realizar una reforma edilicia integral de la sede en la que funcionaba el ex AFSCA.
La cantidad de personal que había en 2011 era de 721 empleados, y en 2015 se había incrementado a 1320 empleados (83% más).
Se encontraron innumerables expedientes que no habían sido tramitado (frenados), siendo alrededor de 10.000 trámites sin dar curso. En todas las áreas se gestionaba mediante procesos informales, sin criterios uniformes. Se verificó un desorden administrativo general, visualizándose expedientes y documentación en distintos espacios físicos, sin correlación alguna entre el estado de los mismos y su ubicación física. Resulta llamativo que el subsuelo destinado a cocheras, se encontró abarrotado de cientos de cajas en evidente estado de deterioro, colmadas de documentación.
Se habían abierto nuevas delegaciones en función de la circunscripción electoral, con personal militante político. Había 36 delegaciones con una cantidad de personal de 322 personas (136 designados en la gestión Sabbatella, lo que implica un incremento del 73,11%). Además, 20 delegaciones alquiladas por un total de pesos 227.000 y hay 16 en comodato.
La fiscalización de los medios de comunicación audiovisual (contenidos, publicidad y conductas objetivas) se producía en forma deficiente y discrecional.
No hubo planificación integral para servicios de AM y FM. Había más de 5.000 radios ilegales.
Falta capacitación del personal. El personal con experiencia técnica de años fue desplazado, tanto en sede central como en las delegaciones.
Se mantenía deuda con proveedores (alquileres, órdenes de compra, reposición de fondos rotatorios, convenios con universidades): $ 5.072.500.
Se verificó la escasez de insumos informáticos que llevaban al incumplimiento de las normas de seguridad informática.
El FoMeCA es un fondo integrado por el 10% de los impuestos creados por la Ley Nº 26.522 que se asignan por concurso, con la finalidad de subsidiar, promover e implementar proyectos especiales de comunicación audiovisual. Cuando comenzó la intervención los subsidios pagados total o parcialmente, durante el período 2015 fueron de $ 154.750.592. El saldo a pagar era al tiempo de la intervención de $ 68.840.321. La dirección que gestiona el FoMeCA lo realizaba mediante procesos informales, sin criterios uniformes, observándose que se incurrieron en graves desprolijidades administrativas, la no sujeción a los reglamentos de evaluación ni la aprobación de la rendición de cuentas por acto administrativo.
No podía determinarse con exactitud cuánto era el monto a cobrar por sanciones a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y por gravámenes.