En el día de la fecha, FoPeA tomó conocimiento del despido de 136 trabajadores de la señal de noticias CN23 que se suma a la gravísima situación que atraviesan otros medios del hoy desmembrado Grupo Veintitrés, cuyos dueños eran los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel (este último, a través de cartas documentos, dice desconocer la venta). En ese cuadro, los trabajadores de Radio América y el diario Tiempo Argentino se encuentran movilizados en sus puestos de trabajo desde hace dos meses, sin haber percibido el aguinaldo y los salarios de diciembre y enero. La supuesta venta de esos dos medios al desconocido empresario Mariano Martínez Rojas no hizo más que agravar el conflicto ya que su abogada, María Luis Paonessa, firmó varias actas ante el Ministerio de Trabajo donde se comprometía a abonar las deudas acumulados, algo que nunca ocurrió, pese al compromiso rubricado ante las autoridades.
Reclamamos a los empresarios de medios que actúen responsablemente, respetando los derechos laborales de sus trabajadores y garantizando la continuidad de las fuentes de trabajo. Y también instamos a las autoridades correspondientes a tomar acciones que impidan el vaciamiento de los medios por parte de sus dueños y les exijan que cumplan con todas sus obligaciones como empleadores.
Otros medios del Grupo Veintitrés (el diario El Argentino, el 50% de FM Vorterix y CN23) fueron parte de un intercambio de acciones con Grupo Indalo, donde Szpolski y sus socios quedaron con una participación minoritaria en el conglomerado que es propiedad de Cristóbal López. Otros medios prácticamente desaparecieron (Revista 7 Días, ediciones locales de El Argentino -Zona Norte del GBA, Córdoba, Mar del Plata, entre varios más).
El Grupo Veintitrés es el que más dinero recibió en los últimos años en materia de Publicidad Oficial durante el gobierno anterior: 815 millones de pesos entre 2009 y 2015. Pero hoy se desconoce el destino de ese dinero, mientras sus trabajadores –casi 800- quedan en la calle o ven peligrar sus fuentes de trabajo.
A la situación del Grupo 23, se suma lo que ha ocurrido en los últimos días en el Grupo Olmos, donde hubo decenas de despidos en sus diario Crónica y BAE y en la señal de noticias Crónica TV. Este Grupo recibió en el mismo período 140 millones de pesos.
A esta panorama hay que agregarle los permanentes problemas para cobrar salarios que, desde hace tiempo, padecen los trabajadores de radio Rivadavia, y ahora, los de señala de noticias 360TV.
FoPeA también ha recibido denuncias del presunto vaciamiento del diario La Mañana de Córdoba, que dejaría a muchos trabajadores en la calle.
Durante los últimos años, estos medios fueron privilegiados en el reparto de la publicidad oficial y otros subsidios estatales, e integraron un sistema político-empresario perverso que contribuyó al deterioro del periodismo profesional.
Muchas de esas empresas, además, incurrieron en una verdadera estafa previsional porque, a pesar de que la Anses fue uno de sus auspiciantes más destacados y de descontarles las cargas previsionales a los trabajadores, no les hicieron los aportes correspondientes, algo que constituye un delito.
Por eso exigimos al actual gobierno nacional, así como a los provinciales y municipales, un sistema legal transparente y ecuánime de distribución de la publicidad oficial para evitar que situaciones como éstas se repitan en el futuro. Asimismo, que funcionen los sistemas de control para que dichas prácticas ilegítimas se erradiquen en forma definitiva.
Desde FoPeA alertamos lo peligroso que resulta para la sociedad en general y para el periodismo y la Libertad de Expresión en particular, semejante situación de inestabilidad y precarización laboral de los periodistas.
Reclamamos a los empresarios de medios que actúen responsablemente, respetando los derechos laborales de sus trabajadores y garantizando la continuidad de las fuentes de trabajo. Y también instamos a las autoridades correspondientes a tomar acciones que impidan el vaciamiento de los medios por parte de sus dueños y les exijan que cumplan con todas sus obligaciones como empleadores.
Desde FoPeA nos solidarizarnos con todos los trabajadores de prensa que atraviesan esta situación. Porque no hay democracia sin periodismo. Y no hay periodismo sin periodistas.