martes, 19 de enero de 2016

La corpo de Magnetto: otra cara del vaciamiento

El vaciamiento de los medios de prensa tiene hoy su punta de lanza en el Grupo Veintitrés de Szpolski-Garfunkel, quienes adeudan salarios, aguinaldos y cierran publicaciones, mientras el grupo facturó al menos 814 millones de pesos en los últimos seis años.

Pero del lado de enfrente de la “grieta” se encuentra otra cara del vaciamiento: en AGEA-Clarín, sólo en los últimos meses, se cuentan a docenas los retiros voluntarios de los trabajadores. Estamos ante un escenario de flexibilización laboral y periodística, ya que el trabajador no es reemplazado y su tarea cae en la espalda de otro compañero de la sección.

Mientras tanto la empresa insiste con sus medidas arbitrarias: ahora intenta cambiar, en forma unilateral, días de franco y horarios de compañeros, a lo cual se le puso freno con asambleas y medidas de fuerza, una resolución que sigue en curso, en estos días, mientras se llevan adelante las negociaciones entre la Comisión Interna y la empresa.

El cambio de horarios y francos es un elemento más de este panorama: pretenden cubrir puestos de trabajo —perdidos con los retiros voluntarios—a partir de una reestructuración.

De fondo, AGEA-Clarín, con estas medidas arbitrarias, busca disciplinar al conjunto de trabajadores de los distintos diarios del Grupo que supieron, en los últimos años, recuperar históricamente la vida gremial a fuerza de unidad y lucha de sus bases, y al calor del resurgir de todo el gremio de prensa, que tuvo su máxima expresión en el nacimiento del Sipreba.

El argumento de las “dificultades económicas” que enuncia Clarín es una impostura cuando lo desmienten los propios valores de ganancias que el Grupo publica trimestralmente. La política de la llamada “convergencia” es un eufemismo para encarar este proceso de mayor flexibilización, tanto en Clarín como en todo el gremio de prensa.

A pesar de los beneficios que ya empezó a ofrecerle el nuevo oficialismo macrista, la corpo de Magnetto sigue encarando un vaciamiento en sus distintos medios, en una medida que lo hermana con el kirchnerista Szpolski. La “grieta”, como se ve, no existe en estas patronales.

La salida es concreta: reclamar que se contraten más trabajadores para cubrir los puestos que se van con los retiros voluntarios, en un largo éxodo que provoca la desmoralización en los compañeros y un camino a la inviabilidad práctica de ejercer el periodismo.

En la defensa de los puestos de trabajo y la incorporación de más compañeros están las bases para la defensa de la calidad, la pasión y la inspiración del oficio.
La Naranja de Prensa