En el contexto de una ofensiva contra los trabajadores tanto en medios públicos como privados, notablemente en el Grupo 23 pero también en otras empresas del gremio y con la "bendición" de un gobierno que, una vez más en Argentina, quiere hacer caer sobre el pueblo y los trabajadores los efectos recesivos y de redistribución regresiva del ingreso nacional de su política económica, además de silenciar voces opositoras, una situación particularmente especial se vive también en Radio Nacional.
De los 50 contratos artísticos que se habían firmado para la programación de enero con compañeros que trabajaron en la Radio en los últimos años, sólo se autorizaron 2. En la volteada cayó la programación completa de Nacional Rock, una de las emisoras de la Radio Pública, y numerosos programas de la AM. Y de la programación anual que debería arrancar el 1 de febrero próximo, donde se contemplan más de 200 contratos, nada indica que -mientras se espera la designación oficial de nuevas autoridades- haya una continuidad, ni de los trabajadores afectados ni de los programas.
Sólo se renovaron a fin de año y en buena hora, unos 30 contratos eventuales de compañeros que vienen reclamando hace años su efectividad, por un año más hasta fines de 2016.
En este estado de situación La Gremial de Prensa llama a las demás agrupaciones de prensa, al SiPreBa y a todas las organizaciones vinculadas a la comunicación, como así también a las comisiones internas de la Radio Pública, a pronunciarse sobre esta grave situación que afecta a numerosos trabajadores y a movilizarse contra el atropello de la rescisión de contratos que dejará un nuevo tendal de desocupados.
Por otro lado, repudiamos las declaraciones del ministro Hernán Lombardi y de otros funcionarios del gobierno nacional que insisten con la "sobredimensión" del Estado, con la existencia de "ñoquis" y con la estigmatización de los "militantes". Específicamente Lombardi abrió la puerta a despidos y rescisión de contratos en Radio Nacional porque, en su opinión, la planta está excedida de empleados por tener 1.500 trabajadores. Se olvidó, aparentemente, de que la Radio Pública tiene varias emisoras en capital (la AM 870 más las FM Folklórica, Clásica y Rock) y 50 radios en todas las provincias de Argentina. De ningún modo parece un número excesivo, por el contrario en varias radios del interior el número en verdad es escaso y falta cubrir puestos. Por otro lado Lombardi también criticó los sueldos de los contratos haciendo eje solo en los más altos, cuando la mayoría son salarios promedios del gremio. También repudiamos la estigmatización de compañeros periodistas cuyos “abultados” contratos estaban muy por debajo de los salarios de otros prestigiosos colegas de empresas periodísticas privadas.
Por todo eso La Gremial de Prensa repudia la ofensiva del gobierno contra la Radio Pública, que estos años había mejorado notablemente en su llegada a un público masivo, y llama a la defensa de todos y cada uno de los puestos de trabajo. No a los despidos en los medios públicos ni privados. Por una organización gremial unificada y en lucha contra la ofensiva liberal y patronal.
La Gremial de Prensa