Ese término supone que hubo "ligereza" para sancionar una norma que no sólo derogó el bando militar de la dictadura cívico militar, la "ley" 22.285 sino que propuso un nuevo paradigma comunicacional y que fue aprobada por mayorías en ambas Cámaras aunque con el rechazo de los partidos políticos que conforman esa alianza.
Dice Macri que la ley 26.522 ha querido "ocultar el único fin que era la pelea con un sistema de medios independientes" en implícita alusión al Grupo Clarín que sistemáticamente se ha negado a aceptar la adecuación que propone el art. 161 a través de chicanas legales que se han prolongado por más de seis años.
Señala que "hay que apuntar a una mayor diversidad de fuentes de información posibles, creo que hay que pensar la ley como una integralidad que no se ha pensado”.
Es falso lo que dice el candidato ya que el proyecto fue elaborado con la participación democrática de organizaciones políticas, gremiales y sociales a lo largo de foros realizados en todo el país que le dieron forma hasta su envío al Congreso.
Precisamente, la ley apunta a multiplicar las voces de la información y a desmantelar corporaciones mediáticas que poseen más licencias de las que determina la misma.
Pero, claro, Macri debe pagar los favores que le dispensó el Grupo Clarín que ha sido uno de sus principales protectores ocultando las tropelías que ha llevado adelante en la ciudad autónoma como jefe de gobierno.
Por ello, APeNoBA -que ha participado de ese debate que permitió introducir más de un centenar de modificaciones a la iniciativa- repudia estos intentos de introducir cambios a una ley que ha sido una de las más discutidas de las muchas que se aprobaron durante esta democracia.