viernes, 20 de noviembre de 2015

Fontevecchia: "Los medios que fueron creados con financiamiento del Estado no tendrán cómo subsistir"

El CEO de Perfil fue entrevistado por el periódico brasileño Folha de São Paulo y realizó declaraciones sobre la situación política argentina, la de los medios y la relación con Brasil. Brasil y Argentina viven ciclos similares, dijo el empresario de medios
Por: Sylvia Colombo
Los dos candidatos que disputan este domingo en segunda vuelta la elección en Argentina, Daniel Scioli (FPV) y Mauricio Macri (PRO), estuvieron recientemente juntos en la inauguración de las nuevas instalaciones del Grupo Perfil, una de las principales empresas multimedia del país.

Para el cofundador del conglomerado, Jorge Fontevecchia (60), se trató de un momento ejemplar de los cambios que deben ocurrir en la Argentina después de la votación. Durante el período del kirchnerismo (2003-2015) fue de gran enfrentamiento del poder con los medios independientes como La Nación, Grupo Clarín y Grupo Perfil.

Fontevecchia, que compró en junio siete revistas de Editorial Abril (ya había comprado otras diez recientemente), dice ser optimista en cuanto a la recuperación económica de Brasil y de Argentina, y en un futuro “de larga vida de los medios impresos, como de las nuevas plataformas”.

¿Qué significó la visita de Daniel Scioli y Mauricio Macri en la fiesta de inauguración de la Redacción de Grupo Perfil? ¿Es un nuevo momento para la prensa en Argentina?
Sí, los años del kirchnerismo fueron muy difíciles para nosotros. El enfrentamiento del gobierno con Clarín y La Nación lleva seis años, pero con Perfil la guerra comenzó mucho antes, desde el primer día del gobierno de Néstor Kirchner, en 2003. Fuimos los primeros en no temer hacer críticas a su gestión.

A diferencia de Clarín, Perfil ganó una causa contra el gobierno en la Justicia.
Sí, entramos en un proceso porque el gobierno se rehusaba a destinar dinero de pauta oficial a Perfil. Éramos el único diario que no recibía nada. Otra dificultad fue que, en 2004, Néstor Kirchner decidió que para cada publicación de Grupo Perfil habría competencia específica, y otorgó subsidios a empresarios para que crearan publicaciones rivales.

¿Qué cree que ocurrirá con el enorme conglomerado de medios afines al gobierno creados en los últimos años?
Depende. Existen dos tipos. Los que fueron creados con financiamiento del Estado, con subsidios directos, como los de Grupo Szpolski (que publica los diarios El Argentino y Tiempo Argentino, posee el canal CN23 y otros 20 medios más), no tendrán cómo subsistir.

Los que son mantenidos por empresarios kirchneristas que tienen muchos recursos, como Cristóbal López (dueño de la red de casinos, hoteles, del canal C5N, radios, entre otros), será otra historia, pues el caso de ellos dependerá de un realineamiento político que todavía no sabemos cómo va a ser.

¿Qué piensa sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (para disminuir la concentración de los grupos de medios), que el gobierno de Cristina Kirchner aprobó en 2009?
El diagnóstico a partir del cual fue elaborada es correcto. Es malo para una democracia que cualquier empresa tenga una posición dominante en el mercado, como ocurría con el Grupo Clarín (con diario, televisión por cable y abierta, proveedor de internet y radios).

Sin embargo, la medicina aplicada fue errada. Lo que debería haber sido hecho era mucho más simple: una ley de defensa de la competencia para que nadie puede tener más del 25% del mercado de comunicación.

Al final, se elaboró una legislación con el objetivo de perjudicar apenas a un grupo específico, Clarín (que fue obligado a desinvertir, desprendiéndose de algunos medios).
¿Cree que Macri va a ganar las elecciones?
Si, creo que lo que va a suceder corresponde a la lógica de las carreras de caballos: aquel que alcanza, gana. Se creía que no era posible antes de la primera elección. Ahora, hay un movimiento de cambio que no debe ser interrumpido.

¿Y ese cambio qué significaría en la relación entre Argentina y Brasil?
Creo que vivimos ciclos parecidos. Ese cambio aquí tal vez hubiese ocurrido también en la última elección brasilera, en caso de haberse realizado unos meses después. Brasil y Argentina viven un mismo ciclo que se está cerrando. Lo que está ocurriendo aquí no es nada más que la expresión tardía de lo que viene sucediendo en Brasil desde la elección de Dilma, cuando hay un malestar creciente visible.

Las sociedades se cansan, no se trata apenas de una cuestión política, pero sí psicológica. Fue un error del PT aspirar a una continuidad que no es humana. Después de tanto tiempo, las personas desean algo diferente.

El kirchnerismo y el petismo se reflejan mutuamente. Uno de los derrotados en este primera elección argentina fue Lula. El mismo Lula, que, a su vez, influenció a Eduardo Duhalde, en 2002, para que se crease aquí planes de asistencia social como los de Brasil. Esos planes eran necesarios en aquel momento, fueron importantes en una Argentina que venía golpeada por la crisis (de 2001) y vió cómo se incrementaba la pobreza.

¿Cree que los ciclos de los dos países están asociados?
Viví en Brasil hacia finales de los años 80 y en el comienzo de los años 90. Creo que los dos países están en un constante juego de “efecto Orloff” sinérgico. ¿Cómo era aquella propaganda? “Eu sou voce, amanha” (Soy vos, mañana)? Compartimos experiencias y nos alimentamos uno del otro. Fue así en las dictaduras, en las hiperinflaciones, en el retorno a la democracia.

El cambio que ocurre en Argentina no puede ser visto de forma aislada de la cuestión regional. Tiene que ver con el hecho de que los dos países pasaron por un ciclo de crecimiento motivado por la venta de materias primas y ahora pasan por otro momento.

Hay cierto descontento en Brasil, principalmente entre empresarios, con relación al rumbo que Argentina tomó. ¿Qué piensa al respecto?
Soy consciente de las críticas al Mercosur, y de mucha gente que preferiría que Brasil no esté tan ligado a la Argentina, a Venezuela. Pero creo que eso va a cambiar. Argentina no es Venezuela y es un mercado importante para Brasil. Ahora atravesamos un mal momento, los dos países, tendremos un primer semestre de 2016 complicado, un segundo semestre de recuperación y un 2017 de crecimiento.

Aquí en Argentina se observa una polarización excesiva de la sociedad. ¿Cree que el futuro presidente podrá resolver eso?
Terminar con la “grieta” es el gran desafío del próximo gobierno. Soy optimista, creo que sí. Vivimos un proceso parecido al que ocurrió en España después de la Guerra Civil (1936-39). La herida era profunda, pero el tiempo se encargó, porque las personas involucradas fueron envejeciendo y muriendo.

Quien quiera que gane la elección en Argentina ahora, ya será alguien con menos de 60 años, o sea, que no tiene involucramiento con la dictadura (1976-1983) que las generaciones anteriores tuvieron. Esa grieta se va a cerrar, no tengo dudas.

Usted compró recientemente siete publicaciones de Editorial Abril y sigue invirtiendo en el mercado brasilero, que vive un momento de pesimismo a causa de la merma del dinero publicitaria. ¿Por qué?
Creo que el pesimismo es exagerado. Entiendo que se asocie la caída publicitaria con la crisis económica, y ambos son problemas reales. Sin embargo, creo que Brasil saldrá fortalecido de esa crisis, con instituciones más sólidas. Después del periodo y de retomar el crecimiento, no tengo dudas de que habrá mercado para diarios, televisión, revistas y medios digitales.

Los empresarios de medios argentinos no parecen tan preocupados con la caída de circulación de los diarios o con la reducción de la publicidad. ¿Por qué?
Somos dos culturas diferentes. Brasil mira mucho para Estados Unidos, el mercado argentino está más identificado con el europeo, donde esa urgencia de cambio para lo digital no es tan grande. Brasil siempre fue más televisivo; Argentina, más habituada a la prensa escrita.

Veo un retorno al papel ahora, pues la publicidad online tiene una inmensa dificultad para expandirse. Sin embargo, concuerdo con que las empresas periodísticas tenderán de ser cada vez más multiplataforma. Vamos hacia la multisegmentación, es inevitable. Tiene que ver con el rediseño de los hábitos de lectura y los tiempos de la audiencia. Se antes había más lecturas de lunes a viernes, hoy es de viernes a domingo.

Comparo lo que ocurre con las transformaciones actuales por causa de internet con el teatro aquí en Argentina. En los años 1920, había salas para 3000 personas, con dos funciones diarias, orquesta, más de 50 actores en el palco. Hoy hay muchas más salas, pero con apenas 300 butacas, cuatro actores y funciones de jueves a domingo. ¿Hay menos teatro? No, sólo cambió el modo en cómo se presenta y es consumido.

Como con el teatro, el medio gráfico tiene un fetiche, algo que no se va a extinguir, por más que internet sea una maravilla y represente un salto en la historia de la humanidad.
Fotos: Mariana Eliano
Fuente: Folha de São Paulo