miércoles, 30 de septiembre de 2015

Al infinito... y es de acá!

El segundo satélite geoestacionario diseñado y construido en el país fue lanzado con éxito desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Mejorará los servicios de televisión, internet, datos y telefonía IP y permitirá exportar contenidos audiovisuales a todo el continente
El segundo satélite argentino de comunicaciones fue lanzado hoy a las 17.30 hora argentina desde la base espacial que tiene la Unión Europea en Kourou, a 50 kilómetros de la capital de la Guayana Francesa.

Las estaciones terrenas de la isla Ascención, Libreville (Gabón) y Malindi (Kenia), ya registraron el paso del cohete Ariane 5 que transporta al satélite geoestacionario argentino Arsat-2.

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido agradeció a todos los técnicos que participaron en el exitoso lanzamiento y afirmó que la acción forma parte de un plan de telecomunicaciones satelitales diseñado hasta el 2023. Aseguró que para el 2019 se prevé la puesta en órbita del Arsat III con una serie de innovaciones tecnológicas.

El funcionario explicó que “la creación de Arsat nació de la necesidad de cubrir las dos órbitas asignadas al país, que estaban al borde de perderse”, y anticipó que hoy se rubricaron acuerdos para que el Arsat-3, que hoy está en desarrollo, sea lanzado en 2019.

La misión VA226 de la empresa europea Ariane transporta además al satélite de bandera australiana Sky Muster, que será el primero en separarse del cohete en pocos minutos.

Arsat-2 será liberado a 250 kilómetros de altura a una velocidad cercana a los 30.000 kilómetros por hora y desde allí sera dirigido hasta su órbita final, a 36.000 kilómetros de la tierra por los técnicos de la estación terrena de Benavídez, en un proceso que durará cerca de tres semanas.

El Arsat-2 fue expulsado del planeta por un cohete Ariane 5, de origen francés, que pesa casi 800 toneladas y tiene una altura de 60 metros. Luego el satélite emprenderá un viaje de casi 36 mil kilómetros durante tres días hasta llegar a la posición orbital 81 grados oeste, desde donde estará en condiciones de brindar servicios en todo el continente.

El nuevo satélite, que requirió una inversión que supera los u$s 200 millones, permitirá mejorar los servicios de televisión, internet, datos y telefonía sobre IP; y, a diferencia del Arsat-1, lanzado hace un año, tendrá alcance en todo el continente. De esta manera se podrán ofrecer los contenidos producidos por la industria cinematográfica y televisiva en los mercados hispanoparlantes de Centro y Norteamérica.

“Vamos a tener una política muy agresiva de venta de servicios satelitales, especialmente en el marco de la transferencia tecnológica, para que sean nuestros propios países hermanos de la región los que desarrollen procesos similares al argentino para cubrir sus órbitas con procesos tecnológicos hermanados y sinérgicos con los nuestros”, señaló De Vido.
El ministro precisó que el Arsat-2 costó más de u$s 200 millones, y en materia satelital desde 2006 Argentina lleva invertidos cerca de u$s 4.900 millones.

“No son muchos los países que pueden construir sus propios satélites o centrales nucleares, que dominan el ciclo completo del enriquecimiento del uranio o que tienen la capacidad de diseñar y fabricar radares o aviones”, remarcó.

Hicimos todo y los hicimos bien
Mariano Goldsmith, gerente de Desarrollo Tecnológico de Arsat, dijo: “Hoy me toca asegurarme de que todos los sistemas del satélite estén en perfecto estado antes del lanzamiento, que se hayan seguido los procedimientos correctos y que al momento del lanzamiento todo lo referido al Arsat-2 esté en orden”.

Mariano explicó que “el proyecto satelital es crítico durante toda su integración, uno tiene que ser muy disciplinado y seguir todos los procedimientos para asegurarse que todo está bien; pero el momento del lanzamiento es la instancia en la que te encontrás con la realidad de lo que viniste haciendo”.

“Todo eso que venías armando y tocando a diario ahora se va y no lo vas a ver más, de alguna manera nos pone en la responsabilidad de que el satélite entre en funcionamiento y lo haga bien porque se acabó cualquier posibilidad de arreglarlo”, continuó.

“Más allá de la experiencia de hace menos de un año con el Arsat-1, uno nunca está tranquilo; esto es cómo un parto, podemos tener más experiencia y más reflejos pero nunca vamos a estar tranquilos, ni cuando todos los indicadores digan que todo va bien”, enfatizó.

El técnico recordó: “Empezamos a pensar Arsat-2 en 2006, comenzamos a construirlo en 2010 y lo estamos lanzando en 2015; llevamos casi una década de emociones contenidas, de pensar en este momento, y todo eso junto va a aflorar en media hora de misión”.

“Estamos tranquilos porque hicimos todo y los hicimos bien, pero vamos a vivir todo con muchísima intensidad y pasión”, añadió.

Vicente Sagarsazu, gerente de Nuevos Productos de Invap, dijo que “en lo técnico, hacer por segunda vez un satélite te refuerza todo lo anterior; desde lo político está es la demostración de un país de su voluntad de ser autónomos en materia de tecnología”.

“Estas cosas se logran con grupos de trabajo, acá desaparece el individualismo; no hay un genio que resuelve todo, esto es fruto del trabajo disciplinado de todos los días de cientos de personas que le entregan la vida a esto”, explicó.

Sagarsazu contó que “en este mismo momento hay montones de técnicos nuestros en el centro de lanzamiento, que trabajan junto los cientos que se les suman desde la planta del Invap en Río Negro y dese la estación terrena de Benavídez; y a ellos hay que sumarle a los que desde estaciones de observación en distintos puntos de la Tierra van a producir datos que son fundamentales para la tarea de poner el Arsat-2 en su órbita”.

“Después del lanzamiento van a venir semanas de trabajo para poner el satélite en servicio, después será responsabilidad de Arsat la operación y nosotros en el Invap tomaremos el siguiente desafío tecnológico que nos presente alguna de las necesidades del país”, concluyó.

Arsat-2
El satélite integra en su plataforma antenas de banda C para aumentar la capacidad de transferencia de contenidos audiovisuales y ofrecer la distribución en los mercados hispanoparlantes de Centro y Norteamérica de los contenidos producidos por la industria cinematográfica y televisiva en castellano.

Mientras que el Arsat-1 -lanzado el 16 de octubre de 2014- cuenta con una antena única en banda Ku que centra su emisión en el territorio nacional, el Arsat-2 tiene tres antenas, dos desplegables y una fija, que emiten en dos bandas, Ku y C.

La transmisión en banda Ku del Arsat-2 refuerza la misión territorial y socialmente integradora de su antecesor a nivel nacional, al tiempo que la banda C ofrece dos ventajas en cobertura panamericana: no sufre atenuación por lluvias e históricamente ha sido la primera opción para la transmisión satelital de televisión, lo que permite ofrecer alquiler de servicio para exportación de contenidos audiovisuales.

El nuevo satélite ocupará la posición 81° Oeste y se integrará al Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones (Ssgat) que ya cuenta con el Arsat-1, que presta servicio en la posición 72° Oeste; y a los que luego se les sumará el Arsat-3, actualmente en fase de desarrollo.

El satélite lanzado el año pasado, que demandó más de 1.300.000 horas hombre de mano de obra argentina, transporta señales de video y brinda servicios de televisión directa al hogar, de acceso a Internet para su recepción en antenas VSAT y de datos y telefonía IP con igual calidad a todo el territorio nacional, incluidas las bases antárticas y las Islas Malvinas.
Fuente: Prensa Argentina, TelAm