miércoles, 5 de agosto de 2015

El abono de TV Cable de Argentina es el más caro de latinoamérica

En una entrevista con El Financiero, Sonia Agnese, especialista en temas regulatorios del sector de telecomunicaciones de Ovum ubicó a Argentina en el podio y a México con el precio más bajo de toda la región. También sostuvo que los servicios de video bajo demanda como Netflix, Claro Video, Cinépolis Klic, entre otros, han venido ganando terreno frente a la televisión de paga
Por: Ingrid Motta
La adopción que registran los servicios Over the Top (OTT como Netflix y Claro Video, entre otros), frente a la TV de paga, ya deviene en situaciones en las que los usuarios deciden “cortar” esta última, dijo en una entrevista Sonia Agnese, especialista en temas regulatorios del sector de telecomunicaciones de Ovum, consultoría de investigación de mercados TIC, Telecom y Medios.

De acuerdo con Agnese, esta situación resulta en un caso de competencia directa entre estos servicios que plantea la conveniencia de que la regulación adopte un enfoque integral, convergente y competitivo.

De acuerdo con su estudio de precios de TV de paga, ¿cómo está posicionado México con respecto a otros países de Latinoamérica?
Hemos encontrado en Ovum que en el comparativo entre los principales mercados de TV de paga de América Latina (Brasil, México, Argentina, Perú, Chile, Guatemala, Venezuela y Honduras), es precisamente México el que se ubica con el precio más bajo de toda la región, con un precio cercano a los 22 dólares PPP (paridad de poder adquisitivo).

El estudio también muestra a México como uno de los países con mayor penetración de televisión paga, con un nivel cercano al 50 por ciento de los hogares, al igual que Argentina, Chile y Venezuela. Creemos que los precios bajos han sido una de las principales razones para este tipo de adopción del servicio que es muy alto.

¿A qué factores atribuyes ese posicionamiento tarifario de la TV de paga en México?
Principalmente a la situación competitiva, donde existen operadores fuertes que buscan una mayor adopción del servicio, en este caso con la opción de Sky y Dish como principales operadores de televisión satelital, que es la principal tecnología (de acceso a la TV de paga) tanto en México como en el resto de la región.

Luego también debemos considerar a los operadores de televisión de paga por cable que han detonado una dinámica competitiva, a través de la aparición de ofertas que en otros mercados no se ve.

Una de las principales claves en la adopción elevada de estos servicios es exactamente el empaquetamiento de servicios que ofrecen. Se tiene una visión de poder ofrecer servicios de bajo costo como el que vemos con las ofertas de Dish, quien tiene la oferta más baja, pero luego muy cerca está Sky e Izzi, con ofertas muy similares, por lo que es muy competitivo realmente, y esto muestra una dinámica que permite que los consumidores tengan otras opciones.

¿Qué importancia tiene el empaquetamiento de servicios (TV de paga + internet) sobre su adopción?
En los datos que publica el IFT se revela que 75 por ciento de los usuarios de televisión paga contratan el servicio aisladamente, sin paquete de internet fijo, en gran medida porque la tecnología que se adopta mayormente aquí es la televisión satelital.

Realmente hay una cuestión muy importante que tiene que ver con las redes de acceso a internet, donde ahí los operadores de televisión de paga por cable son los principales ‘disruptores’ que permiten que realmente haya ofertas asequibles de servicios de internet.

¿Considerarías que existen obstáculos en la adopción de servicios de TV de paga?
En algunos mercados, en algún un punto, existe una situación en donde se hace el “corte” del servicio de televisión de paga y se quedan sólo con el servicio de internet y contratan servicios únicamente Over the Top, YouTube o servicios pagos de contenidos sobre internet.
Cada vez más vemos mayor factibilidad de adquirir contenidos por diferentes medios, tanto legales como ilegales.

Cada vez más vemos esta tendencia de que el usuario quiere ver contenidos en cualquier momento, en cualquier lugar, y en cualquier dispositivo. La convergencia es algo que ya se está percibiendo cada vez más.

¿Qué enfoque debe asumir la regulación bajo esta nueva configuración del mercado de contenidos audiovisuales?
Yo creo que ha cambiado un poco el paradigma en cuanto a la regulación de la televisión de paga. Antes se veía a la televisión satelital y la televisión por cable, como dos mercados diferentes, eso ya es hoy un único mercado.

En cuanto a los contenidos, se debe considerar también a los OTT. Estamos hablando del acceso a contenidos audiovisuales y las diferentes formas y plataformas en las que se accede a ellos.

No se pueden tomar decisiones regulatorias solamente viendo la situación actual (del mercado de contenidos audiovisuales) sin pensar cómo está evolucionando esto (la propensión a consumir contenidos a través de diferentes plataformas por internet).

Se debe pensar hacia adelante, el regulador debe tener una mirada prospectiva hacia el futuro, pensando en que la regulación debe adecuarse a la evolución del mercado.

Teniendo en cuenta que existen mecanismos que van a tener que ver con una situación de competencia, claramente hay que dar la posibilidad para que todos tengan una situación de competencia que sea equitativa.

¿Cómo deben ajustarse los mecanismos regulatorios para incentivar los procesos de inversión frente a un país con déficit de infraestructura como el nuestro?
El tema de las inversiones de los OTT en los países es uno de los puntos de gran preocupación. Hoy los (proveedores de servicios) OTT se reconocen como generadores de contenido, de ahí que las inversiones que hagan sean en sus “data centers”, sobre unas redes de transporte de larga distancia internacional, pero no son intensivos en inversión (en infraestructura).Por lo que habría que ver qué acuerdos son los que se logran entre los operadores (de redes de telecomunicaciones) que están invirtiendo.

La situación hoy está muy desbalanceada. Se debe también tener cierto cuidado de que esto no frene la innovación.

Fuente: El Financiero