sábado, 30 de mayo de 2015

Condenan agresión cometida por Francisco de Narváez

Declaración de COMUNA por la agresión que el empresario y precandidato a gobernador bonaerense Francisco de Narváez cometió contra el director de la agencia Nova. Si cada calumnia, mentira o injuria cometida por los medios fuera respondida mediante una agresión como esta, ¿cuántos de estos actos habría cada día?
Comunicadores de la Argentina (COMUNA) condena la agresión que el precandidato a gobernador del Frente Renovador, Francisco de Narváez, cometió contra el director de la agencia Nova, Mario Casalongue. Con el argumento de que publicó una nota ofensiva para él y su familia, De Narváez se hizo acompañar por un guardaespaldas para cometer un ataque por el que es deseable que la justicia le reclame.

COMUNA expresó reiteradamente que la convivencia democrática no se construye tolerando ataques violentos a ningún ciudadano. Si se sintió ofendido por acciones de Casalongue, De Narváez debió recurrir a la justicia que más de una vez dijo defender, para hacer valer el derecho a la intimidad personal y de su familia y para preservar su dignidad, que contempla expresamente la Ley de Servicios Comunicación Audiovisual -en cuya elaboración y aplicación este dirigente jamás se anotó-.

La Argentina caería verdaderamente en un caos y en una violencia interminable si ciudadanas y ciudadanos ofendidos, injuriados, calumniados y sometidos a coacción por los medios de comunicación tradicionales respondieran cada vez con un acto delictivo, como lo es agredir a un ciudadano.

Los grupos mediáticos más poderosos vienen pisoteando el ejercicio del periodismo concebido con responsabilidad social y con honestidad al lanzar toda clase de maniobras, como acusaciones infundadas, mentiras y montajes injuriosos o denigrantes sobre funcionarios públicos, dirigentes políticos y sociales, artistas, intelectuales, pensadores. Más de una vez estas maniobras incluyeron avasallamientos a la intimidad personal y familiar, un procedimiento despreciable que no es periodismo, sino descomposición del periodismo.