miércoles, 15 de abril de 2015

¿Qué es lo que pretende hacer Clarín-AGEA?

Hace dos semanas, la asamblea de trabajadores de prensa de AGEA SA, editora de los diarios Clarín, Olé, La Razón y Muy, entre otras publicaciones del Grupo Clarín, votó por aclamación la realización de un quite progresivo de firmas como método para hacer sentir el fuerte malestar por el deterioro de nuestros salarios y algunas injusticias cotidianas que se viven en estas redacciones. Así transitamos primero un día sin firmas, luego tres días y ahora estamos quitando nuestras firmas durante cinco días consecutivos.
La próxima semana, si nada cambia, realizaremos un nuevo quite de firmas que se extenderá durante toda una semana, algo inédito en la historia del periodismo local e internacional. Pero lejos estamos de alegrarnos porque todos los diarios del Grupo Clarín salgan a la calle sin materiales firmados salvo las columnas de un par de empleados jerárquicos. Todo lo contrario, estamos preocupados por haber llegado tan lejos en el conflicto. Y responsabilizamos al área de Recursos Humanos de AGEA SA por la intransigencia que muestra para entender que el malestar de los trabajadores tiene fundamento, es genuino y razonable. Nadie está reclamando milagros sino condiciones salariales y de trabajo decentes.

Tenemos la puerta virtualmente cerrada para discutir estos problemas con la empresa. Y sin posibilidad de proponer soluciones, estamos presenciamos un continuo deterioro del contexto en el cual trabajamos. Una inmensa mayoría de los trabajadores de prensa del Grupo Clarín recibe sueldos que no alcanzan para llegar a fin de mes, y que son visiblemente menores a los de otras actividades muy precarizadas y que históricamente se pagaron por debajo de nuestros sueldos. Dentro de la redacción, las promociones se deciden a dedo y por falsas fidelidades en el marco de una indescifrable interna entre jerarquías periodísticas y en el área de Recursos Humanos. Fuera de ella, tenemos un esquema de corresponsales sumamente precarizados, que incluso ponen dinero de su bolsillo para producir sus materiales.

Al mismo tiempo, se recortan fuertemente los gastos de la empresa para coberturas noticiosas, colaboradores externos y hasta servicios periodísticos (por ejemplo, en las últimas semanas se dejó de pagar el servicio noticioso de la agencia pública Télam). Tomar un taxi para cubrir una noticia se ha transformado en una tarea burocrática compleja. De los baños salen malos olores porque también se ha decidido achicar el costo del servicio de limpieza. Por inanición, el bufet ha dejado ya de ser un problema: es tan caro y de tan mala calidad que la mayoría de trabajadores ha comenzado a buscar comida fuera del edificio.

A esta altura nos preguntamos... ¿existe una intención deliberada del Grupo Clarín de dejar a los trabajadores de sus medios gráficos librados a su suerte? ¿Se busca asfixiarnos hasta que no nos quede más remedio que acogernos a un retiro voluntario que -de modo amenazante- ha permanecido abierto a lo largo de estos años? ¿Es consciente la empresa del fuerte deterioro de la calidad periodística de los productos que edita, no por culpas de los trabajadores sino debido a esta situación de paulatino abandono?

En 2012, luego de una década de proscripción gremial dentro de AGEA SA tras el despido de 200 trabajadores en el año 2000 (incluidos todos los que integraban la ex comisión gremial interna), más de 500 personas de las diferentes redacciones de Clarín tomamos valor, volvimos a votar y elegimos nuevos delegados sindicales. Lo hicimos en una clave propositiva: como en cualquier empresa moderna, aspirábamos a interactuar para mejorar el entorno laboral y las condiciones de trabajo. Con el correr de los años, lamentablemente AGEA SA fue clausurando toda posibilidad de diálogo. Su gerente de Recursos Humanos pretende un gremialismo de falsete, que le rinda pleitesía y no le pida negociación. A esta altura nos queda muy claro que las libertades que los medios del Grupo Clarín pregonan para el resto de la sociedad no son de aplicación dentro de la propia empresa.

Porque queremos seguir siendo trabajadores de Clarín, La Razón, Olé y Muy. Porque queremos desarrollar nuestra tarea en el marco adecuado y que se nos retribuya con salarios decentes. Porque queremos que haya respeto a la libertad sindical.

Por eso este quite de firmes, que es masivo y es una lucha por la dignidad de nuestro oficio.
Comisión Interna de los trabajadores de AGEA