Los empresarios mendocinos Daniel Vila y José Luis Manzano quisieron comprar “de aire” el Grupo Ámbito, y como no pudieron concretar su deseo "fabricaron" una cautelar “express”
“¿Cómo?, en lugar de la asistencia financiera directa de 4,5 millones de dólares que se comprometieron a poner, ahora yo tengo que debe salir a descontar cheques en las cuevas a las que ustedes me mandan a una tasa de 80 por ciento anual, más comisiones?”.
La pregunta, con tono de espanto, surgió de Orlando Vignatti, el empresario rosarino dueño del ex diario de Julio Ramos, y se dirigió a un interlocutor del grupo Vila-Manzano.
El 29 de enero, fecha fijada por los compradores para cerrar la operación, y siendo que no se presentaron a cumplir con el pago estipulado en la carta-oferta, expiró el tiempo para que la dupla mendocina integrada por Daniel Vila y José Luis Manzano honrase el uso de la opción de compra del 60 por ciento del paquete accionario del grupo AMFIN, editor de los diarios Ámbito Financiero y Buenos Aires Herald.
De allí la reacción de Vignatti, responsable por la suerte de sus activos y sus empleados.
Los cuyanos, acostumbrados a cerrar lo mismo en otros ámbitos, quisieron repetir y concretar la operación de compra “de aire” (jerga ochentosa) y casi sin poner dinero, a pesar de lo que se habían comprometido a partir de la opción de compra del 26 de diciembre, y que luego ratificaron poniéndole fecha de cierre el 29 de enero.
En los días posteriores y tras no presentarse al cierre de la compra, además de incumplir con la asistencia financiera comprometida, Vila-Manzano pretendieron cambiar unilateralemente las condiciones de la operación.
Vignatti ya es socio junto a Manzano-Vila en otros medios de comunicación (La Capital de Rosario) y conoce su metodoglogía de llamar a la magia a la hora de concretar negocios.
En la familia Vignatti todavía se preguntan qué pasó con sus activos de las sociedades del grupo La Capital cuando realizaron un concurso de acreedores y, más recientemente, con la adecuación a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Extrañamente, en cada movida, Vignatti terminaba teniendo menos participación en las sociedades y esperando de buena fe que le transfirieran las acciones que le correspondían.
Con Cristóbal López y Fabián De Sousa, los "players" de Indalo Media, mirando el mercado de medios de comunicación desde la compra del Grupo Hadad, Vignatti optó por tenerlos como sus nuevos socios.
Golpeados y dolidos por haberse perdido la compra de Ámbito, lo que ocurrió apenas se cayó la compra de Vila-Manzano, “Chupete” y su socio echaron mano a un viejo amigo en la Justicia, el juez Hernán Diego Papa, que no tiene parentesco alguno con el ex jugador de Vélez.
Este Papa recibió una endeble presentación de manos de los abogados del dúo mendocino y dictó una cautelar “express” con el objetivo de que ganen tiempo.
Dado el accionar de los empresarios cuyanos, los abogados de Vignatti y del Grupo Indalo recusaron al juez y la revisión está en Cámara, donde quedará sellada la suerte de los mendocinos que buscaron la compra de diarios sin poner un peso.
Además, Vignatti estaría analizando posibles acciones legales por daños y perjuicios basados en el accionar temerario de Vila-Manzano y en la manera intempestiva de querer apropiarse de las empresas. Los camaristas tienen la palabra.
Fuente: gacetamercantil
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