La pauta oficial y la Ley de Telecomunicaciones permitieron su expansión. Para los medios críticos, mayor competencia desleal
Por: Gabriel Ziblat
El balance de 2014 en el mapa de medios deja como conclusión que las telefónicas y los amigos del poder fueron los mayores beneficiarios del año. Las empresas de telefonía consiguieron, con la sanción de la Ley de Telecomunicaciones, la habilitación formal para ingresar al mercado de la comunicación audiovisual, mientras que los grupos más cercanos al Gobierno siguieron ampliando su influencia, sustentados sobre todo en la pauta oficial.
La batalla entre el kirchnerismo y el Grupo Clarín, por otro lado, volvió a entrar en una impasse y probablemente no se resuelva en el transcurso de 2015. Así, el mayor multimedios del país pasó de estar cerca de dividirse en seis unidades (con el diario, Canal 13, TN y Radio Mitre por un lado, y Cablevisión por otro) a entrar en un limbo del cual aún no se sabe cómo saldrá parado. Luego de que la Corte Suprema rechazó esta semana el per saltum que presentó la AFSCA, quedó claro que la adecuación de oficio que había dictado el organismo quedará suspendida por lo menos hasta junio. Y la situación de Clarín quedaría de esta manera en manos del próximo presidente.
De este modo, el multimedios empieza el año 2015 sin cambios en su esquema empresarial, aunque con un panorama complejo en el escenario que se avecina, puesto que las telefónicas podrán empezar a prestar un servicio de televisión por cable con el que competirán con Cablevisión (su principal fuente de ingresos económicos).
Telefónica y Claro ya tienen tendidos en Capital y otras grandes ciudades donde podrían empezar a competir. Por ahora, las empresas están enfocadas en desarrollar la tecnología 4G de telefonía celular, frecuencias por las que le pagaron al Gobierno con preciados dólares que fueron a reforzar las reservas. Habrá que ver quién puede dar el primer paso en el negocio audiovisual.
Telecom también está en la misma sintonía, pero antes debe resolver su situación accionaria ya que el empresario David Martínez compró la parte de la empresa que le garantiza su control, pero todavía no recibió el necesario visto bueno del Gobierno. Superado ese paso, quedaría en igualdad de condiciones con Telefónica y Claro para empezar a ofrecer a su clientela el servicio de televisión por cable.
Complicado. Telecentro, la empresa de cable cuyo propietario es Alberto Pierri, queda con el panorama más complejo, ya que no tiene la misma espalda que Clarín para resistir la competencia de las telcos.
Hace más de cinco años, Claro intentó comprarla pero su precio era muy alto. Ahora ya hay quienes imaginan que habrá un segundo intento.
Crece el número de frecuencias oficialistas
A la compra de FM Identidad a manos de Sergio Szpolski, se sumó la de Radio El Mundo que realizó Juan José Levy.
El mundo del éter es el que más cambios viene sufriendo en las últimas semanas, con empresarios ligados al kirchnerismo como principales protagonistas. A la compra de FM Identidad a manos de Sergio Szpolski, se sumó la de Radio El Mundo que realizó Juan José Levy, un empresario al que se vincula con el ministro de Planificación, Julio De Vido.
Szpolski y su socio, Matías Garfunkel, compraron la frecuencia 92.1 para retransmitir desde ahí la programación de Vorterix, la FM que gerencia Mario Pergolini. La señal actual (103.1) está “floja de papeles” porque se la alquilan a Radio Rivadavia, algo que no permite la Ley de Medios. Por ahora, la radio se emite por las dos señales, algo que también está prohibido. Pero la AFSCA aún no se expidió al respecto.
Juan José Levy, dueño de laboratorios Esme, compró la AM El Mundo (1070) y ya generó polémica por el paso al costado que terminaron dando algunos periodistas críticos del Gobierno. Continental es otra radio que quedó en el medio de rumores: desde Canal 9 han hecho sondeos en la Afsca para ver si estaban habilitados para comprarla.
Fuente: Diario Perfil