domingo, 18 de enero de 2015

Autocrítica en Francia tras la cobertura de los atentados

Carmén Vela y Laura Riestra, (de la Cadena Ser y el diario ABC, respectivamente) recuerdan algunos casos plasmados por la prensa gala y reflexionan sobre la obsesión por la inmediatez y la exclusividad que llevó a los medios a cometer errores
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry hace una pausa después de poner un ramo de flores en el lugar donde un policía fue asesinado en el ataque al semanario Charlie Hebdo en París el 16 de enero de 2015. 
A la izquierda está el embajador estadounidense en Francia, Jane Hartley. 
Por: Carmen Vela
La obsesión por la inmediatez y la exclusiva llevó a algunos errores. Por ejemplo, el diario Liberation envió una alerta con el nombre de un inocente como cómplice de los terroristas que cometieron la matanza en Charlie. Noticia que repitieron dentro y fuera del país millones de medios, entre ellos la Cadena SER; France 2 difundió durante horas la conversación de una hermana de un presunto rehén en la imprenta, que en realidad estaba escondido y los terroristas no descubrieron.
Otros, entre ellas la agencia AFP, siguió insistiendo en que había un rehén, cuando el director de la imprenta, el único que creían los terroristas haber tenido en su poder, había sido liberado.
Se reprocha también a la televisión BFM haber mencionado en antena que había cuatro rehenes en el supermercado escondidos en una cámara refrigeradora, cuando Amedy Coulibaly, que ya había matado a cuatro personas en el supermercado ( y a una policía antes), estaba en contacto con esa misma cadena.
RTL habló con los terroristas y difundió sus mensajes durante los atentados, mientras BFM sólo lo hizo una vez se produjo el desenlace de los mismos y los autores fueron abatidos.
También se ha criticado por su dureza y falta de sensibilidad hacia los familiares de la víctima, la publicación de la foto o incluso el vídeo entero de la ejecución del asesinato del policía mediante una bala en la cabeza cuando estaba ya malherido en el suelo.
"Se abordó el deber de informar y sus límites, así como la relación entre los medios y la policía", declaró a AFP, Hervé Béroud, director de la redacción de BFMtv que consideró el encuentro “una muy buena idea".
Los medios tuvieron en algún momento dificultad para encontrar un interlocutor que valorara el contenido "sin tirar piedras a los gendarmes". La policía por su parte, no sabía a quiénes dirigirse para advertir de imágenes o informaciones delicadas o directamente muy peligrosas para la vida de los rehenes.

Informar en directo, peligro de muerte
La prensa francesa hace autocrítica sobre su gestión de la información que tenían durante el desarrollo de los hechos
Una de las imágenes que se ofreció por televisión en plena actuación policial
Por: Laura Riestra
En la última semana, Francia se ha visto sacudida por unos atentados que han consternado al país. El ataque contra la sede de la revista satírica "Charlie Hebdo" se ha convertido en el más mortífero en décadas en este país y los que le siguieron no hicieron sino incrementar la sensación de amenaza y desasosiego. Todo ello ha puesto a los franceses, a sus líderes y a sus medios de comunicación ante el difícil reto de superar lo pasado y de seguir luchando.
Para ello, una semana después de lo ocurrido, también es necesario analizar los errores cometidos y hacer autocrítica puesto que, en el caso de la prensa, se ha informado de tal forma que incluso se ha llegado a poner en riesgo la operación policial que se puso en marcha y las vidas de las personas implicadas. Pese a todo, en opinión de Mathieu de Taillac, periodista francés corresponsal de "Le Figaro" y Radio France, en general los medios "han informado bien de los atentados".
"Los medios han dado información rigurosa, completa y han huido del amarillismo. Han expresado la emoción colectiva de un país sin caer en excesos. Han tenido la prudencia necesaria para evitar estigmatizar el islam o dividir a la sociedad. Han intentado dar la palabra a todos. Luego, cada medio ha tratado la información con mayor o menor prisa, mayor o menor prudencia según el profesionalismo de sus equipos y jerarquía, como ocurre en el resto de las informaciones de menor trascendencia. Algunos medios, sobre todo televisiones todo noticias, no han tenido la responsabilidad suficiente", explica este periodista a ABC.es vía email.
Esa falta de responsabilidad plena a la que alude ha sido criticada, como él mismo explica, tanto por ciudadanos franceses como por la propia prensa puesto que se desvelaron datos sensibles. "Podemos decir que ninguna información ha tenido consecuencias graves sobre el desarrollo de los acontecimientos, pero varios datos desvelados por televisiones sí estuvieron a punto de complicar considerablemente el trabajo de la Policía e incluso de provocar dramas", explica De Taillac.

Conseguir la exclusiva
Es el caso de lo sucedido con entrevistas con rehenes o con sus familiares. "Varios medios han evocado la existencia de un "rehén" en la imprenta tomada por los dos hermanos Kouachi. Se trataba en realidad de un empleado escondido en el local, que facilitó el trabajo de la Policía enviándole información sobre los terroristas por SMS. Los terroristas desconocían su presencia y no podemos saber qué hubiera pasado si lo hubieran descubierto por los medios. En el caso de la tienda de alimentación judía, una televisión informó también de la existencia de clientes refugiados en los almacenes, situación desconocida por el secuestrador. La mujer de uno de ellos, entrevistada por la televisión en cuestión, les expresó su enfado por el peligro que habían podido correr esas personas por la revelación de ese dato".
No son los únicos "errores": varias televisiones grabaron a los policías preparados para el asalto, revelando así su posición a los terroristas o a posibles cómplices que hubieran podido informarles y poner su vida en peligro. "Lo que se hizo mal fue correr hacia la exclusiva sin pensar en las consecuencias de su publicación. La inmediatez de la radio, la televisión e internet no es un parámetro nuevo y no puede servir como excusa cuando lo que falla es el sentido de la responsabilidad. También hay que subrayar que la mayoría de los medios guardó información sensible que sólo desveló después de los asaltos. Y que en su mayoría tuvieron cierto pudor a la hora de difundir las imágenes más sensibles. Creo que en este aspecto las redacciones francesas se "cortan" más que las españolas", expone De Taillac.
Eso sí, pese a que a la evidencia de lo informativo que resulta la inmediatez periodística, tal y como apunta este periodista francés, "que sea informativo no permite poner en peligro la vida de nadie".
Con todo, la sociedad francesa y buena parte del mundo ha respondido a los ataques con contundencia. "Hoy muchos franceses que no leían "Charlie Hebdo", que probablemente nunca llegaron a comprarla o incluso la despreciaban, han hecho suya la revista y actualizado la famosa frase de Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo". Hay gente que puede considerar que no es buena idea dibujar a Mahoma o burlarse del islam, pero que cree que aún así no podemos renunciar al derecho de hacerlo. Creo que hacía falta valor para salir a la calle inmediatamente después de los atentados para manifestarse junto a un grupo de 50 líderes internacionales que sin duda constituían un objetivo de primera para todos los terroristas del planeta".
Fotos: Rick Wilking, Reuters
Fuente: Cadena Ser, Diario ABC