lunes, 8 de diciembre de 2014

Juan Ramón Díez: "TVE siempre ha estado ligada al gobierno en el poder y eso costará tiempo cambiarlo"

Por: Vianey Fernández
Jaque al Rey… o a la Reina. Desde que la llamada aldea global tiene por nuevos inquilinos a las plataformas digitales, el imperio de la televisión, como medio de comunicación de masas, ha perdido no solo poder sino hasta el rumbo.
En el territorio digital, en el que pareciera no haber fronteras pero hasta hoy tampoco mapas, aún o no exactamente delineados, es en donde la televisión pública tiene como competidores ya no a la TV privada; se enfrenta al streaming, la televisión on demand, la narración trasmedia, los videobloggers, por citar algunos novedosos medios.
Y aunque estos medios de consumo no tendrían que ser vistos como enemigos colosales, expertos en televisión pública se reunieron hace unas semanas en la ciudad de Puebla para debatir hacia dónde apunta la brújula ante la transición digital.
Entre los ponentes del “Segundo Encuentro Internacional de Televisión Pública”, organizado por Canal 22, estuvo Juan Ramón Díez, actual director de Televisión Española (TVE), entidad que con nueve canales es, desde 1958, uno de los referentes de la televisión pública en países hispanohablantes.
Aunque Díez asumió la dirección de TVE apenas en junio pasado, conoce el territorio. El diario El País lo califica como un “veterano de la televisión”. Y es que el experto (sobre todo en programas deportivos) estuvo al frente del mismo ente a finales de los noventa. Aun cuando mantiene que el objetivo de la TV pública es el mismo que el de hace más de 10 años, el de informar y entretener, reconoce que el panorama es sinuoso. Al reto digital se le suman los bajos presupuestos y la pérdida de audiencia.

¿Cuál es la diferencia que encuentra en los medios televisivos hoy?
Hay dos diferencias sustanciales. Una es la de los presupuestos, son mucho más pequeños. Dos, la irrupción de los medios sociales como internet. Cualquier cosa que se hace o se dice se reproduce, tiene una repercusión infinitamente superior a la que tenía hace 15 años. Hoy todo el mundo, que además tiene derecho, es capaz de juzgarte y de comunicarte su juicio en tiempo real.

Desde 2010 TVE abandonó por ley el mercado publicitario y se financia de subvenciones públicas e impuestos de operadores de TV y telefonía. ¿Cómo enfrenta esas dos diferencias de las que habla?
La del presupuesto, intentando que el gobierno consiga cerrar un marco jurídico claro que nos dé una financiación estable, porque hace cinco o seis años, el anterior gobierno creó una ley basada en la aportación de empresas privadas, pero que siempre terminan no pagándola. Por ello el gobierno tiene que complementar ese dinero, pero el gobierno también se puede negar, con lo cual se están creando unos desajustes muy importantes debido a la imperfección de la ley.

¿No se ha tornado más difícil mantener distancia con el gobierno bajo el nuevo modelo económico? Sus noticieros son señalados por manipulación y censura.
Es muy complejo porque dependemos de la subvención gubernamental, aunque tradicionalmente ha sido así. TVE siempre ha estado hilvana o ligada al gobierno en el poder y eso costará tiempo cambiarlo, pero con voluntad tanto de los profesionales de la comunicación como de muchos políticos, no todos, eso se acabará rompiendo. Hay un ejemplo muy claro, el de la BBC, que es independiente de los partidos y del gobierno porque su financiación vía un canon, que pagan todos los británicos, es independiente del partido que está en el poder.

¿Por qué ningún país hispanohablante ha podido crear una televisión pública como la BBC?
Insisto que el éxito de la BBC tuvo claro que hacer televisión de calidad costaba dinero y se lo dieron, entonces, para el ciudadano británico, es normal pagar. Además, se han hecho tan buenos programas que su venta mundial les ha dado mayor beneficio del que ya tenían. Consigue casi autofinanciarse. Pero esto no lo puedes extrapolar en la época actual, porque si consideras a los países hispanohablantes, todos tienen problemas políticos graves. Al final, el ciudadano no está acostumbrado a pagar por una televisión que normalmente piensan que no necesita y el político tiene que decidir dónde emplea el poco presupuesto.

No nos ha dicho cómo es que TVE está enfrentando la irrupción de los medios digitales…
En España hace poco se reunieron especialistas de audiencias en todo el mundo y llegaron a la conclusión de que si bien la población tiene acceso a más canales y nuevas plataformas, un 75 por ciento sigue viendo televisión por métodos tradicionales. La TV pública tiene que seguir haciendo televisión tradicional, pero no solo eso, ahora el reto que tiene es estar complementada con herramientas que antes no teníamos para intentar captar la atención de la audiencia.

¿Cuáles son esas herramientas?
Por ejemplo, nuestra página web. La página web de TVE es la más utilizada en los medios de España. Nos hemos basado en dos cosas. El video a la carta que favorece a aquellos que por su actividad, edad o actividad no pueden ver nuestros contenidos a la hora en que nosotros lo programamos. La otra es la segunda pantalla, proporcionar al público contenidos extras de lo que está viendo en su televisor mediante su tablet o teléfono. Un ejemplo buenísimo es lo que hicimos con la serie de ficción basada en la historia de España, Isabel. La gente veía la serie en el televisor y ofrecíamos vía web fotos y documentales de los escenarios en los que se desarrollaba. Pero eso no funciona si no se hace buena televisión, todo está en el contenido.

¿Y cómo se hace buena televisión?
Intentando ser coherente. Buena televisión tiene que ser aquella que satisfaga a mi madre que disfruta de ciertos tipos de programas, las TV privadas a lo mejor no atienden a ese público porque ya casi no consumen y no les interesa.
Trasmitir deportes, no solo el fútbol sino de aquellos deportes de grandes minorías. Buena televisión es buenas series, buenos noticieros, es intentar satisfacer a todos tus públicos. No perder de vista que los objetivos de la televisión pública deben ser informar, formar y entretener.

Una de las cosas más criticadas de TVE es que destina cantidades estratosféricas a los derechos por eventos deportivos ¿se vale arriesgar el poco presupuesto con tal de no perder audiencia?
Sí, es un balance delicado. Si ahorramos dinero, pero no nos ve nadie, ¿cuál es el motivo? Hay que gastar el dinero dentro de tu límite, lo que permite optimizar tu audiencia. A veces es con un poquito de futbol de la Selección española, porque con ella compramos también derechos de la Sub 21. Insisto, la TV pública debe informar pero también tiene que ser vista, entretener. Hay poca gente que se decide a ver programas de cultura, su público, no nos engañemos, es muy reducido. Se pueden conseguir programas muy atractivos que además sean de contenido cultural, porque la cultura es muy amplia, no solo son las pinturas del Museo del Prado.
Fuente: Diario Milenio