Fueron en total 1462 respuestas abiertas, que hacen foco principalmente en la performance periodística y laboral de los últimos años. El bajo nivel de organización, la opacidad para comunicar las decisiones tomadas (más del 70 por ciento de los peridistas de Clarín considera que en temas como la Convergencia y la crisis de los diarios, la empresa no tiene una estrategia), el sensacionalismo, la espectacularización de las noticias, la banalización de los temas, tienen gran presencia en estas caracterizaciones.
Del mismo modo que lo tiene el sesgo originado en la pelea contra el gobierno que “impide la diferenciación y cualquier clase de investigación que no vaya en ese rumbo (predilección por la pelea política)”. También se resalta el cambio tecnológico, la manera en que las noticias circulan y redunda una ciritica: Clarín, con menos gente, “hace un diario hibrido que no conforma ni a las nuevas ni a las viejas generaciones”.
Productos en decadencia, con “editores a quienes sólo les importa cerrar páginas y redactores caídos en la desidia” son harina de este costal. Mientras debatimos el fin del periodismo, la muerte del papel, de la fotografía y otros tantos “occisos”, pues bien, la encuesta marca un fuerte cuestionamiento a la falta de estrategia, convicciones, debates, horizontalidades. Aquí, de manera genérica y arbitraria, agrupamos algunas respuestas. Y dejamos para el final un párrafo imperdible sobre el maltrato.
Pelea con el gobierno y calidad.
“La pelea con el gobierno hizo perder credibilidad”
“Hacemos un diario agresivo, negativo y ahora también amarillo”
“El criterio periodístico ha dejado de ser el criterio”
“Con todo lo malo que tiene, es mejor que los medios oficialistas”
“Es el diario más leído, algo bueno debe tener”
“Redactores que deben salir a buscar fotos, recortarlas, publicarlas”.
“Periodistas que desgraban programas de la tele como rutina diaria”
“Banalización del lenguaje, con muletillas y modismos repetidos hasta el hartazgo. ¿Selfies, hot, sexo..”
El éxodo de periodistas evidenciado en los “retiros voluntarios”, la multiplicación de tareas, y la caída del salario real.
“Hace rato que a Clarín dejó de importarle sus periodistas”
“Apuestan a hacer un diario barato, en todo sentido”
“El despido de los correctores, corte de colaboraciones, ninguneo a las especialidades”
“La precarización, la falta de capacitación y de objetivos claros”
Desgaste de la conducción.
“La actual conducción no da señales claras del rumbo a seguir”
“La empresa no brinda ninguna clase de capacitación a sus trabajadores”
“Se comportan como patrones de estancia, a los gritos y con prepotencia. Ascienden sólo a los obedientes e invisibilizan a los demás”
“Los editores sólo cuidan sus puestos, y fumigan a aquéllos que pongan en riesgo su lugar”
“Pese a todos los que se fueron, aún queda gente que sabe hacer su trabajo y lo hace, casi siempre como iniciativa personal, pocas veces por las directivas que recibe”
Apéndice 2.
Maltrato: del jefe tirano al nadie te pide tanto
El 61 por ciento de los trabajadores de Clarín afirma haber sufrido alguna situación de maltrato a manos de sus jefes, emulos de Félix Laiño, o del mismísimo Jacobo Timerman, con abismales diferencias periodísticas de por medio. Hay más de 250 denuncias consignadas en la encuesta, muchas de ellas con nombre y apellido, otras con tal nivel de detalle que resulta obvio y a veces “simpático” descubrir al necio tirano que se vale de los galones de su ascendente carrera en Clarín.
También hay casos de chupamedismo genético, pero a ellos, bautizados en la jerga de Tacuarí con el famoso “nadie te pide tanto”, les sobra por ahora con el estigma.
Además, las respuestas abiertas que consignan situaciones de maltrato, están en perfecta armonía con el hecho de que el 73 por ciento de los empleados descrea de la posibilidad de hacer carrera en Clarín, o con los méritos que AGEA toma en cuenta a la hora de promover a sus empleados. El 83 por ciento opina que el amiguismo y los vínculos personales importan mucho o muchísimo; el 72 por ciento advierte que la obsecuencia, la “fidelidad” a la empresa, es crucial; mientras sólo un 12 por ciento dice que los méritos tomados en cuenta son la capacidad periodística y el manejo de grupo. ¿Estamos frenta a una segunda línea cuya principal virtud es esa, la obsecuencia, la transmisión de decisiones espurias, sin cuestionamientos? Hay nombres y apellidos que no transcribimos aquí, y otros recaudos que por ahora mantendremos. Y un popurrí de quejas, inabarcables de las cuales damos sólo un panorama. Van desde la falta de higiene y limpieza o la clausura incomprensible de los accesos por la calle Piedras a otros de índole humano. “Me mandaron a Siberia”, “Mi jefe discute y castiga por imponer tareas que no corresponden”, “Amenazas por negarme a entrevistar personajes ligados al Grupo”, “Jefes que privilegian a familiares y amigos”, “Me cambian el sentido de las notas sin consultarme y dejan mi firma”, “Les hablan a periodistas formados, mucho más que ellos, como si fueran pasantes”, “Amenazas con cambios de francos”, “Cambios de horario inconsultos y arbitrarios”, “Respuestas violentas por e-mail”, “Indiferencia, vacío, congelamiento”, “Me peleo con mis jefes, nos maltratamos mutuamente”, “Amenaza de despido por no hacer horas extra gratis”...
Qué piensan los periodistas de Clarín-Agea
A mediados del mes de octubre se realizó una encuesta de clima interno y calidad periodística entre los periodistas, diseñadores y fotógrafos de Clarín-Agea, pertenecientes a las redacciones impresas y digitales de La Razón, Muy, Olé, Elle, Genios, y todos los zonales, suplementos y secciones de Clarín. Participaron 516 compañeros y los resultados son el reflejo más fiel y contundente del agotamiento de los trabajadores de prensa del grupo, tanto frente a cuestiones periodísticas como salariales y laborales.
Como contexto, vale la pena mencionar que la redacción de Clarín se encuentra en un proceso de convergencia entre las redacciones impresas y digitales que multiplicaron las tareas de los periodistas, y que la empresa incumplió con su promesa de aumento salarial acordada de palabra con la Comisión Interna durante la negociación paritaria. El marco inflacionario, la notable pérdida de calidad periodística y la pelea entre el Gobierno y el Grupo Clarín, fueron factores determinantes en los resultados obtenidos.
Salario:
- El 91% no se siente bien remunerado a pesar de trabajar en “el medio más importante” de la Argentina.
- El 82% cree que su poder adquisitivo se depreció mucho en los últimos años.
- El 84% dice que necesita un trabajo paralelo. El 46% lo tiene.
- El atraso salarial es lo que más preocupa a los trabajadores: 84,7%.
- Para el 86% la precarización laboral afecta mucho la calidad periodística, mientras que para el 12% afecta “algo”.
- El 84% no cree en la estrategia de la empresa para enfrentar la crisis de los diarios.
- El 86% observa como negativo o muy negativo el rumbo del diario a partir de la convergencia de las redacciones impresa y digital.
- Al 75% le preocupa mucho o muchísimo el rumbo editorial, mientras que al 65% le afecta de la misma manera la multiplicación de tareas.
- Sólo el 5% considera que la actual conducción periodística está capacitada para llevar adelante el proceso de convergencia.
- Sólo el 2% cree que la conducción periodística defiende el trabajo de sus periodistas.
- En una evaluación de 1 a 10, los encuestados calificaron a Clarín.com y a la versión impresa del diario con un promedio de 5 puntos.
- Sólo el 6% cree que Clarín es un mejor diario que hace 10 años. El 74% opina lo contrario.
- El 51% considera a La Nación.com como el mejor medio online. El 9% elige Clarín.com.
- La mayor parte de la redacción, 40%, se identifica “a veces” con la línea editorial. El 14% “siempre” o “a menudo” y el 46% “pocas veces” o “nunca”.
- El 37% siente muy afectada su tarea, el 40% “poco” y el 23% “nada”.
- El 48% cree que Clarín no es “medio independiente”. Para el 42%, esto varía según el producto o la sección. El 10% considera a Clarín un medio independiente.
- El 59% pensó en irse del diario a partir de la apertura del régimen de retiro voluntario.
- El 28% hace “habitualmente” horas extra, y el 43% lo hace “ocasionalmente”.
- El 81% no es retribuido por esas tareas, y el 16% lo es pero informalmente.
- El 39% se siente víctima de algún tipo de maltrato laboral.
- El 73% no ve posibilidades de hacer carrera dentro del diario.
- Para el 83% el amiguismo es el mérito que se tiene en cuenta para promover a un empleado. Para el 72% el mérito es la obsecuencia. Sólo para el 10% se tiene en cuenta la capacidad periodística.