lunes, 13 de octubre de 2014

La batalla con el Grupo Clarín amenaza con extenderse al próximo gobierno

El Grupo prepara medidas para impedir que el kirchnerismo venda de oficio sus licencias. La Presidenta ordenó rechazar el plan de la empresa. Los próximos pasos de las dos partes
Por: Gabriel Ziblat
Reaccion. Martín Sabbatella sorprendió el miércoles con el rechazo al plan que había presentado el Grupo Clarín para dividirse en seis. | Foto: Prensa AFSCA
La decisión del Gobierno de avanzar con la adecuación de oficio del Grupo Clarín a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y así dividir sus empresas sin permitirle elegir a los nuevos dueños, provocará que la batalla contra el principal grupo de medios se extienda en el tiempo, manteniéndose vigente durante la campaña electoral y, probablemente, quedando abierta cuando finalice el mandato de Cristina Kirchner. La adecuación de oficio, de continuar su camino reglamentario, será impugnada, primero por vía administrativa, y luego judicialmente.
Desde que el multimedios presentó el plan de adecuación completo, con los nombres de quienes se harían cargo de las seis unidades en las que preveía desarmarse el Grupo, el Gobierno quedó ante una encrucijada. Aprobar el proyecto hubiese significado el punto final a la batalla que acompañó a la gestión kirchnerista desde 2008 y que durante años fue una de sus principales banderas políticas. Así, Cristina Kirchner se enfrentaba a dos dilemas: Clarín se reducía pero quedaba con todos los papeles en regla para encarar el post kirchnerismo, y por otro lado, la AFSCA dejaba de tener excusas para resolver los planes de adecuación que todavía no fueron tratados por el directorio, sobre todo aquel que debe resolver si Telefónica debe desprenderse de Telefe.
Fuentes del organismo que conduce Martín Sabbatella confiaron a Perfil que la avanzada de esta semana “fue una decisión política”. Y aclararon que se tomó “desde las altas esferas del Gobierno”, justificando así la elección de la fecha y la velocidad con la que se trató el brusco cambio de postura. La medida fue tan repentina que los directores de la AFSCA que están alineados al kirchnerismo, al igual que los dos opositores, no tenían conocimiento del contenido del expediente a la hora de votarlo. El único que lo conocía era Sabbatella. Así y todo, se aprobó por cinco votos positivos contra las dos abstenciones de la oposición. “Está en riesgo la democracia”, fue el argumento que esbozó el dirigente kirchnerista. La velocidad récord también se vio en que el expediente pasó y fue aprobado por cuatro dependencias del organismo en un solo día.

La movida sorprendió a propios y ajenos. Fuentes del kirchnerismo reconocían que el plan de adecuación que había presentado Clarín parecía cumplir con las pretensiones del oficialismo. Sin embargo, desde el propio Grupo se mostraban sorprendidos por las dilaciones que el Ejecutivo mostraba para definir la división de la empresa. Allí comenzaron a especular con que la película se podía seguir extendiendo.
De oficio. Ahora, el proceso de adecuación del multimedios –que luego del fallo de la Corte Suprema parecía encaminarse a las intenciones del Gobierno– volvió a entrar en un terreno farragoso. El reglamento establece diferentes instancias que se deben ir cumpliendo, desde la notificación al actor involucrado (se realizó el jueves) hasta la transferencia final de las licencias. En el medio, el Grupo debe informar cuántas licencias tiene, el Tribunal de Tasaciones interviene para ponerle un precio a cada una de ellas, y luego el directorio de la AFSCA decide cuáles se pondrán a la venta en un concurso público.
Cualquiera de esas instancias, sin embargo, podría verse interrumpida por la vía judicial. Fuentes del Grupo Clarín informaron que los abogados todavía están “analizando distintas alternativas administrativas y judiciales” a seguir. No es la primera vez que se enfrentan a la adecuación de oficio. Después del 7D, en 2013, Sabbatella se presentó en las oficinas del Grupo para notificar que se iniciaba dicho proceso. Unos días después, Clarín presentó su plan de adecuación voluntaria y el organismo frenó la actuación de oficio. En el multimedios se muestran confiados de que su plan se ajusta a la ley e insisten en que las declaraciones del titular de la AFSCA “exceden el disparate”. No obstante, saben que su futuro depende de la Justicia y temen por las presiones que pueda ejercer el Gobierno.
El viernes, Sabbatella se mofó de la respuesta que presentó el diario Clarín para desmentirlo, al decir que “confirma que querían hacer trampa”. Después, le llevó al titular de la Procelac (organismo que investiga delitos económicos), Carlos Gonella, el expediente con el cruce de empresas de los accionistas del Grupo. También anunció que mandó la documentación a la UIF, la AFIP y la CNV. Al finalizar la tarde, festejó en la ex ESMA el quinto aniversario de la sanción de la ley. Hasta hace una semana, en la AFSCA esgrimían que todos los planes de adecuación iban a estar concluidos para fin de año. Incluyendo también el de Telefe y Telefónica, que de aplicarse la ley obligaría a la venta del canal de mayor audiencia del país, algo que genera tensiones con el gobierno español. Sabbatella se mostró confiado en que los concursos de las licencias de las que Clarín deberá desprenderse podrán iniciarse en noviembre, pero lo más probable es que la batalla se prolongue. No sería la primera vez.

Qué piensan los candidatos
Daniel Scioli. El gobernador nunca ocultó sus buenos vínculos con el Grupo Clarín. Incluso, mientras Néstor Kirchner iniciaba la pelea contra el multimedios, Daniel Scioli se mostraba en las exposiciones del campo organizadas por la empresa. En un acto público, Cristina Kirchner le reprochó a Scioli que su gobierno hiciera publicidad en Clarín. A diferencia del kirchnerismo, en el sciolismo destacan la buena relación que mantienen con todos los medios. Por ello aseguran que, en caso de que Scioli llegue a la presidencia, no habrá roces con el multimedios. El gobernador conoció a sus directivos cuando el propio Néstor Kirchner mantenía el diálogo con sus dueños y ejecutivos. Así fue como en 2005 el gobernador conoció a Jorge Rendo, director de Relaciones Externas del holding. Fue durante un viaje a Washington. Ambos mantienen en el presente una relación cordial. En 2006 fue el turno de conocer a Héctor Magnetto en la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos, en la embajada de ese país en Buenos Aires. La relación continuó en
varios encuentros privados y públicos con el CEO.
Mauricio Macri. El caso Clarín despertó la preocupación en el espacio de Mauricio Macri. El gobierno porteño y el líder del PRO en particular generaron un fluido vínculo con el multimedios y, de llegar a la presidencia, modificaría la Ley de Medios. Macri impulsó, cuando el Gobierno estaba a punto de intervenir al Grupo en mayo del año pasado, un decreto de necesidad y urgencia (que luego sería transformado en ley) para la “protección de la libertad de prensa”, con la idea de que cualquier empresa de medios que se considere atacada pueda presentarse en la Justicia de la Ciudad y no en los fueros nacionales que domina el kirchnerismo. El jefe de gobierno porteño se había enterado de boca de un periodista que trabajó en el Grupo (y que hoy pertenece a otro diario con un alto cargo) de que la intervención era prácticamente un hecho. Los vínculos, en términos de negocios, no sólo se dan a través de la publicidad oficial. Por caso, el gobierno porteño le abrió uno de los mejores negocios para Clarín: la licitación para el plan de netbooks en los colegios, con la firma Prima SA. Esto le permitió al Grupo el montaje de una red inalámbrica de alta velocidad. Fue en 2011, por unos 274 millones de dólares.
Sergio Massa. En público, Sergio Massa se mostró rápidamente preocupado por la adecuación de oficio del Grupo Clarín que aprobó la AFSCA. Pero, en privado, el diputado del Frente Renovador celebra la batalla que emprendió el kirchnerismo contra el multimedios ya que, en caso de ganar las elecciones presidenciales de 2015, asumiría con un Grupo con menor capacidad de presión que la que supo tener tiempo atrás. Su vínculo con el holding es bueno, tuvo encuentros con Jorge Rendo (director de Relaciones Externas) y Pablo Casey (gerente de Relaciones Institucionales y sobrino de Héctor Magnetto). Al igual que Daniel Scioli y Ernesto Sanz, Massa estuvo en junio en el evento organizado por Clarín, Democracia y Desarrollo, donde participó de una animada charla con sus directivos en la que hasta Magnetto rió a carcajadas. Pero el holding de medios más cercanos a Massa es el grupo América, ya que uno de los titulares es su amigo por más de 15 años, Daniel Vila. También cuenta como aliado a Alberto Pierri, dueño de la empresa de cable Telecentro y de Canal 26, y a Daniel Hadad (Infobae).
Julio Cobos - Hermes Binner. A las principales fuerzas de UNEN las nuclea un presente en el que reclaman una aplicación imparcial e igualitaria de la Ley de Medios para todos los actores. El pasado, sin embargo, los muestra en veredas separadas: el radicalismo, la Coalición Cívica y el GEN se pronunciaron en contra de la sanción en el Congreso, mientras que el Partido Socialista, Proyecto Sur y Libres del Sur votaron a favor. La relación de las fuerzas con el Grupo también es distinta, e incluso cambiante. Sectores de la UCR, sobre todo bajo la figura de Ernesto Sanz, son quienes tienen los mejores vínculos con autoridades del multimedios. Elisa Carrió siempre acusó al diario de jugarle en contra, pero es una abonada a los programas de TN. Con Hermes Binner la relación es más distante, aunque el kirchnerismo difundió acuerdos comerciales para imprimir boletas electorales. Hoy en UNEN critican el accionar del Gobierno, dicen que ellos la aplicarían para todos igual y algunos piden modificarla.

En el último año, no consiguieron adjudicar 155 licencias de radio
La cifra exhibe los problemas para cumplir plenamente con la Ley de Medios. Los aspirantes no lograron cubrir los requisitos
Por: Gabriel Ziblat
La experiencia de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) respecto de los concursos públicos no viene siendo fructífera. En el último año, el organismo declaró como “fracasados” 155 concursos para adjudicar radios en diferentes puntos del país. Una cifra que deja en evidencia las dificultades existentes para aplicar la Ley de Medios y regularizar un mercado complejo.
Ese mecanismo, precisamente, es el que deberá aplicar el organismo que conduce Martín Sabbatella para vender las licencias del Grupo Clarín que exceden los límites establecidos por la Ley 26.522, que ayer cumplió cinco años desde su sanción.
En este caso, las FM concursadas suelen estar en localidades del interior “no conflictivas” (aquellas donde no hay superposición en las frecuencias), con el objetivo en muchos casos de regularizar la situación de radios ya existentes pero sin autorización o con una situación de irregularidad. Son radios, por lo general, de corto alcance y que por ende requieren una inversión no muy elevada. Así y todo, la mayoría de las resoluciones que emitió el directorio de la AFSCA rechazaron las propuestas que se presentaron a los concursos por no alcanzar los requisitos patrimoniales o técnicos.
“Los concursos fracasan porque la ley plantea estándares inapropiados para las posibilidades reales del mercado argentino; son cuestiones económicas y de requerimientos formales inalcanzables sobre todo para las ONG”, analizó Gerardo Milman, director de la AFSCA en representación de la segunda minoría.
Fuentes del oficialismo en el organismo, sin embargo, aseguraron que el problema estaba “en la complejidad de los pliegos, con dificultades burocráticas y caros, que provocaron que muchos no se presentaran o lo hicieran mal”. Y explican que las delegaciones de la AFSCA que hay por el país ya están trabajando para capacitar a las personas u organizaciones que quieran participar de nuevos concursos.
Para las grandes inversiones, el antecedente tampoco es alentador. El único concurso que se realizó para crear 220 canales de televisión abierta nuevos por todo el país tuvo el mismo final. Se suspendió en 2012 por falta de interesados. Por el contrario, sí hubo 42 reconocimientos a canales de baja potencia.
De esta manera, los resultados que se obtuvieron en estos cinco años en torno a la Ley de Medios se reducen, por lo general, a las 1.200 autorizaciones y licencias a radios AM y FM y televisión abierta y paga que entregó la AFSCA directamente. Según la información oficial, se otorgaron 698 licencias para radios del sector privado y 27 para radios en zonas de vulnerabilidad social, y se autorizaron 59 medios para municipios y gobernaciones, 44 para la Iglesia Católica, 252 para institutos educativos y 39 para pueblos originarios.
Fuente: Diario Perfil