jueves, 19 de junio de 2014

Protección de fuentes de periodistas no concierne autores de atentados, juzga Tribunal Europeo de DDHH

Un periodista no puede invocar el derecho de protección de sus fuentes cuando se trata de identificar al autor de un atentado, juzgó el jueves el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)
El tribunal de Estrasburgo desestimó el recurso presentado por la fundación Ostade Blade, editora de la revista bimensual holandesa Ravage, que cuestionaba un allanamiento hecho en sus locales a raíz de una serie de atentados con bomba perpetrados entre 1995 y 1996 en Arnhem (este de Holanda).
El allanamiento estaba destinado a encontrar una carta de reivindicación recibida por la revista, y cuyo autor afirmaba que había cometido el último de dichos atentados.
Los periodistas dijeron que la carta había sido quemada el mismo día en que fue recibida, y protestaron por la incautación de varias de sus computadoras.
Invocando la violación del derecho de protección de sus fuentes, recurrieron a la justicia holandesa antes de presentar recurso ante el tribunal europeo.
Éste estimó que no todas las personas de las que los periodistas obtienen informaciones pueden ser consideradas como fuentes que es necesario proteger.
En el caso, el informador del periódico no tenía la intención de "proveer informaciones que el público tenía el derecho de conocer", estimaron los jueces de Estrasburgo.
"Por el contrario, el informador reivindicaba la responsabilidad de crímenes que él mismo había cometido, y su búsqueda de publicidad a través de la revista" tenía por objetivo "el anonimato para escapar a su responsabilidad penal", agregaron.
La acción de los policías holandeses era pues "necesaria en una sociedad democrática", dado que el objetivo era "investigar sobre crímenes graves e impedir otros atentados", concluyeron.
Varios atentados con bomba fueron perpetrados entre octubre de 1995 y abril de 1996 en la ciudad de Arnhem. Uno de ellos, cuyo blanco era el banco francés Paribas, fue reivindicado por un grupo antinuclear desconocido que afirmó atacar instituciones francesas para protestar por los ensayos nucleares realizados por Francia en el sur del Pacífico.
Fueron atacadas también la oficina del cónsul honorario de Francia y una agencia del banco Credit Lyonnais.
Pero la pista de los opositores a los ensayos nucleares franceses fue cuestionada por otro atentado, cometido en abril de 1996, esta vez contra la sede en Holanda del grupo químico alemán BASF.
Fuente: Agencia AFP