Así lo manifestó el periodista Vicente Romero, uno de los
nombres destacados del periodismo español, quien visitó el Paraguay para
brindar algunas charlas
El pasado miércoles 11 de junio participó de un
Conversatorio con periodistas y estudiantes de Comunicación social de la
Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción".
"Periodismo comprometido: el poder trasformador de la
comunicación audiovisual", fue el tema abordado en la oportunidad.
Al término del encuentro, entrevista mediante, entre otras
cosas, dijo que el periodismo en la actualidad está "muriendo" en
manos de grandes corporaciones.
Exhortó a los comunicadores a tomar postura sobre la
realidad y no quedarse en la falsa objetividad. La objetividad no existe, es
una mentira de las empresas, la objetividad depende desde dónde pongas el punto
de vista", dijo al puntualizar que el periodista debe reaccionar ante la
injusticia. Comprometerse con la verdad, con la realidad que los poderes económicos
pretenden maquillar.
Sostiene que "si existiera la objetividad tampoco
habría que practicarla, porque no se puede ver una situación de injusticia
desde un punto de vista objetivo, hay que intervenir para que la injusticia
cese o no se produzca".
El periodista tiene que reaccionar frente a la injusticia y
hacer lo que está a su mano por evitarla, puntualizó.
Desafíos para el periodista
Según Vicente Romero el desafío para el periodista es el desafío
Ético, el desafío de la persona que tiene acceso y difusión de la información.
"Es muy difícil porque las empresas periodísticas como tales han dejado de
existir, todas ya son parte del negocio mediático, de corporaciones económicas,
es muy complicado", dijo. Considera que todas esas corporaciones mediáticas
tienen contradicciones que el periodista debe tratar de aprovechar, igual que
el lector sabe muchas veces interpretar lo que lee, incluso entre líneas.
Consultado si es factible en estas condiciones la otra
comunicación, dijo que hay que hacerla posible, no hay que tirar la toalla o
sino lo que se verán son anuncios políticos y mentiras, lo que vale a vivir
anestesiado.
Discurso Único
Romero igualmente se refirió sobre el discurso único
inculcado en los medios. No hay una fórmula para romper el cerco mediático, señaló
al significar que el periodista, en estas circunstancias, lo que debe hacer es
enfrentarlos, de tratar de ser fieles a los principios Éticos. No hay desafíos
tecnológicos, un desafío tecnológico de una nueva tecnología, de un nuevo medio
de comunicación, se solucionan con cursillos, puntualizó.
Sin compromiso no puede haber periodismo
Insistió en la ética del periodista que hay desafíos éticos,
en analizar la realidad como realmente es y no como las que nos quieren
presentar. Esa realidad el periodista corroborará con salir a la calle, en su
propio sentido común, y en su sentido humano.
El periodista tiene que salir a buscar la realidad, meterse
en ella, hablar con todas las partes, afirmó aunque reconoció que se hace cada
día menos por la inmediatez, por las prisas, por las restricciones económicas a
los desplazamientos, porque se tiene en cuenta los intereses de los
anunciantes. "Se tiende a convertir a los periodistas en "loros"
que repiten los mensajes que difunden las grandes agencias de noticias
internacionales", sentenció.
Finalmente indicó que el periodismo está muriendo a manos de
las grandes corporaciones económicas que se han dado cuenta hace tiempo que la
información es una materia sensible y que la opinión pública es muy peligrosa,
por tanto conviene no hablar de las atrocidades de la Monsanto, conviene no
hablar de esas barbaridades que supone arrasar con comunidades enteras para
dedicarlas al cultivo de la soja.
Bio
Vicente Romero es uno de los nombres destacados del periodismo español. Desde la guerra de Vietnam a la de Irak ha asistido a los principales acontecimientos mundiales de las últimas décadas. Como enviado especial de TVE, sus reportajes en 'Informe Semanal' y 'En Portada' le han hecho merecedor de premios tan importantes como Ondas Internacional, Víctor de la Serna, Cirilo Rodríguez, Bravo, Club Internacional de Prensa o una Medalla Mundial del Festival de Nueva York, entre otros muchos galardones.
Es autor de los libros de reportajes 'Palabras que se llevó el viento', (Espejo de tinta, 2005); 'Donde anidan los ángeles', (Destino, 2004); 'Misioneros en los infiernos. Del corazón de África al Amazonas' (Planeta, 1998); 'Pol Pot, el último verdugo. Viaje al genocidio de Camboya' (Planeta, 1998); y 'Joyas del cine mudo' (Complutense, 1996). Como novelista ha publicado 'Los placeres de La Habana' (Planeta, 2000) y 'El miedo es un camello ciego' (Destino, 2002). Además escribió "El alma de los verdugos". (2008). En colaboración con Baltasar Garzón Real.
Fuente: Iniciativa por la democratización de la comunicación