lunes, 23 de junio de 2014

“El crimen organizado compra medios de comunicación en todo el mundo”

En los primeros cinco meses de 2014, el periodista de investigación Paúl Radu visitó seis países de cuatro continentes (África, Asia, Europa y América), incluyendo Venezuela, donde estuvo durante la última semana de mayo para dictar un taller de periodismo de datos a unos 30 profesionales venezolanos invitados por el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys)
Por: César Batiz
Nacido en Rumania, este trotamundo de la investigación periodística, con 17 años de experiencia, se inició en el periodismo de datos en San Antonio Texas en 2002, al descubrir a través de los números de licencias que ladrones de bancos rumanos, buscados en su país, vivían en EEUU con el disfrute de sus propiedades. Radu anda por aire y tierra con un principio profesional que suena a mantra: “Si el crimen organizado y la corrupción trabajan en redes internacionales, nosotros los periodistas también debemos formar redes para investigar la información del crimen organizado y la corrupción”, puntualiza el director ejecutivo de Organized Crime and Corruption Reporting Project (Ocrp), una red con sede en los Balcanes; y co-autor del concepto de Investigative Dashboard, un recopilador de bases de datos del mundo.
Esa forma de trabajar lo llevó participar en equipos que descubrieron que criminales de Europa Oriental y Colombia se mueven a sus anchas en África, o que dinero producto de la corrupción en Rusia y Ucrania pasa por empresas europeas, panameñas, mexicanas y asiáticas para lavar capitales antes de volver a sus lugares de orígenes. Asegura que en Europa Oriental es cada vez más común encontrarse con medios “donde los dueños son miembros del crimen organizado. Ellos tienen interés en comprar medios en todo el mundo para tener una influencia política”.

¿Cuál considera que es el hallazgo más importante en su experiencia en la búsqueda de información sobre el crimen organizado y la corrupción en el mundo?
Lo más importante ha sido formar Organized Crime and Corruption Reporting Project. Tienes que trabajar en red para investigar el crimen organizado y la corrupción transnacional. No hay herramienta más útil. Es una mezcla de información local con información transnacional. Debes obtener todas las partes para visualizar la corrupción y el crimen organizado. Esos grupos están formados por personas muy inteligentes, que son parte de la globalización, viajan muchísimo y trabajan en red para cometer crímenes. Por eso el periodista necesita también de una red para rastrear la información del dinero que traspasa las fronteras. Ella funciona con bases de datos locales e internacionales. Pero en el mundo existen diferentes niveles de acceso a la información, aunque en un futuro tengamos mucha más en Internet.

Si cada país tiene su particularidad en cuanto al acceso a la información, ¿cómo hace para compaginar esas diferencias?
Es muy importante que los miembros de la red sean quienes conozcan cómo funciona el crimen organizado y la corrupción en sus países. Por ejemplo, si quiero investigar casos de crimen organizado entre Europa Oriental y Venezuela, tengo que trabajar con reporteros de este país quienes saben cómo se indaga acerca de estos delitos localmente. Sin ellos la red no funciona.
Pero cuando se investigan casos entre Europa Oriental y Venezuela, te encuentras que esos delincuentes tienen vínculos con otros países, por ejemplo con Panamá, entonces necesitas la cooperación de reporteros de ese lugar para efectuar el trabajo; no sólo buscar en las bases de datos panameñas, sino que también debes tener quienes entrevisten a personas, tomen fotografías y otras actividades clásicas del reportero.

¿Cuáles han sido los logros de la red?
Cuando el ex presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, dejó el país hace tres meses, en su residencia quedaron documentos que los periodistas recuperaron, organizaron y clasificaron (NR. Tres reporteros vieron que en un lago flotaban papeles. Buzos ayudaron a recuperar las pruebas y Ocrp a organizar el trabajo). En esos papeles había mucha prueba de corrupción del ex presidente y de sus allegados. Eso fue este año. Pero desde hace un lustro venimos trabajando en el tema de lavado de dinero de alto nivel. Hablamos de miles de millones de dólares legitimados. Existen plataformas que hacen este lavado de dinero en todo el mundo. Por ejemplo, el crimen organizado tiene una estructura en Europa Oriental. Pero ellos se alían con narcotraficantes como Los Zetas, o mafias de Vietnam, Rusia o Ucrania. Es decir, usan la misma red para lavar dinero.

¿Qué elementos comunes tienen estos criminales globales?
Ellos tienen un solo interés: el dinero. Es común en los grupos de crímenes organizados, exceptuando aquellos que se dedican a actividades terroristas. También tienen muchos vínculos entre los grupos, porque cada uno se especializa en una actividad específica, como lavado de dinero o narcotráfico. Además, en el caso de la droga, los traficantes colombianos necesitan de los mexicanos para llevar la carga hasta EEUU. Pero también coinciden en que estas mafias tienen vínculos con políticos, para influenciar en la creación de leyes.

¿Cómo funciona la relación de estos criminales con los medios de comunicación y los periodistas?
Por ejemplo en Europa Oriental, encontramos que hay muchos periódicos, medios en línea y televisoras, cuyos dueños son miembros de grupos del crimen organizado. Ellos tienen interés en comprar medios en el mundo porque saben que esto significa influencia, poder y manejo de los políticos. Por ejemplo, en mi país, Rumania, un grupo es dueño de una TV donde transmiten shows que utilizan para acusar de corrupción a policías o jueces, informaciones que son falsas, pero la emplean para atacar a esas personas, porque pueden estar involucradas en investigaciones sobre miembros de la mafia. Por eso, el crimen organizado tiene mucho interés en controlar los medios.

¿En África cómo es esa relación con los medios?
Hace dos años fui a la República Democrática del Congo. Allí estuve durante cuatro meses, y ciertos periodistas me comentaron que no podían publicar reportajes de investigación, porque los dueños son gobernadores locales o representantes de la Iglesia. Los medios que son de Iglesia son los más limpios, pero también caen en la censura.

Ante esta situación ¿qué deben hacer los periodistas?
Lo que ocurre en los últimos 10 años es la aparición de centros de periodismo de investigación que son ONGs, como el Global Investigative Journalism Network o Ipys, en torno a los cuales los periodistas se organizan para hacer periodismo independiente. Pero en todos los países aún se cuenta con medios en los cuales se puede hacer periodismo de investigación.

¿Crees que desde el periodismo podemos ayudar efectivamente a combatir el crimen organizado?
Pienso que sí. He visto casos, no muchos realmente, en los cuales los periodistas de investigación pusieron en evidencia casos y con ello lograron alertar para evitar que el crimen organizado actúe. Cuando nosotros mostramos en la web los vínculos entre criminales, políticos corruptos, organizaciones y empresas, nos adelantamos a que en el momento que estas personas quieran iniciar un nuevo emprendimiento tendrán esta mancha en su expediente, la cual alertará a las autoridades.

La mayoría de los casos de crimen organizado que has investigado se desarrollan en medio de sistemas democráticos débiles…
Nos encontramos con los estados fallidos donde hay problemas mayores, y los representantes del crimen organizado se desenvuelven en la calle sin ningún inconveniente. Por ejemplo, en África Oriental verás a colombianos, con sus carros y su música, que son traficantes de droga. Pero la verdad es que no sólo hay crimen organizado en estos países. Está presente en todo el mundo, incluyendo democracias muy viejas como las de Inglaterra y EEUU. A veces la influencia de los miembros de las mafias en estos países desarrollados es más fuerte que la que tiene un colombiano que maneja un carro de lujo en esos países de África.

¿Por qué ocurre eso en democracias donde se supone que existe una división e independencia de poderes?
El problema radica en que el gobierno, la policía y los poderes son nacionales, mientras que los grupos criminales trabajan a través de red. Por ejemplo, en un país como Inglaterra, las mafias colocan mucho dinero proveniente del delito. Pero cuando los bancos ingleses reciben este dinero, no preguntan al depositante el origen de los capitales, porque para el sistema financiero de Inglaterra y EEUU está muy bien recibir mucho dinero. Por ello obvian muchas preguntas. Ellos son cómplices porque cierran los ojos.
Fuente: Prodavinci.com

Paul Radú ha obtenido las becas en periodismo Alfred Friendly (2001), Milena Jesenska (2002), Rosalyn Carter, para Periodismo de Salud Mental (2007) y entre 2009 y 2010 fue residente en la Universidad de Stanford (California), como becario Knight, por el Centro Rumano para el Periodismo de Investigación que cofundó en 2003.
Ha recibido distintos galardones como el Premio Internacional de Periodismo Knight (2004), el Premio de Investigative Reporters and Editors (2007), el Premio Global Shining Light (2008). Es miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y asesor del Foro Económico Mundial en asuntos de crimen organizado. Autor del manual ‘Follow the Money: A Guide to Tracking Corruption’ (Siga el dinero: una guía para rastrear la corrupción).